Juego de Tronos: El Libro del Desconocido

Tras otra semana en la que aún no se puede opinar sobre la mala pinta que tiene la nueva película de Cazafantasmas sin que una multitud enfurecida te persiga con horcas y antorchas hasta un molino acusándote de monstruo sexista, regresamos con otra recapitulación de Juego de Tronos, a punto ya de llegar al Ecuador de la Temporada.

Y os puedo asegurar que esta mierda no se escribe sola.

Ayer, mientras muchos disfrutabais de la final de la Champions, yo intentaba escribir frases que pretenden ser graciosas bajo las capturas de pantalla de esta entrada, haciendo un esfuerzo imposible por ignorar los alaridos enfervorecidos del bar de abajo. Como no lo conseguía, acabé poniéndome los cascos y escuchando dos veces la banda sonora de Lady Halcón. Y no me inspiró en absoluto.

¿Conclusión? La gente a la que le gusta el fútbol se divierte más que yo. Menos los que son del Atleti, supongo.

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En el Castillo Negro

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Después de su predecible, aunque no por ello menos sonada, resurrección, Jon Nieve hace las maletas, decidido a tomarse unas largas vacaciones. Los seis años que ha pasado en el norte, helándose los huesos, enfrentándose a caminantes blancos y zombis, y muriendo para luego regresar de entre los muertos con un corte de pelo que no acaba de convencerle, son más que suficientes y para él ha llegado la hora de buscar un destino más cálido. Las islas Seychelles, probablemente.

Edd el Penas, ahora 999º Lord Comandante de la Guardia de la Noche por defunción y posterior abandono de su antecesor, le dice que no puede marcharse ahora que saben que el ejército de los caminantes blancos se acercan a ritmo variable e inconsecuente hacia el Muro; pero, en el fondo, comprende que su amigo quiera dejar atrás esta triste etapa de su vida y relajarse tomando el sol en la playa mientras disfruta de una sucesión interminable de bebidas exóticas con sombrillita. Él lo haría si pudiera, pero le echa para atrás tener que morirse para dar por cumplido su juramento.

-Aunque, todo sea dicho, me gusta mucho esta espada. ¿Va con el cargo?

Mientras parlotean, un cuerno anuncia la llegada de Sansa Stark, que entra en el Castillo Negro acompañada de Brienne de Tarth y su escudero Podrick. Los tres van hechos un cuadro, porque en el último motel en el que pararon no había agua caliente ni tenían servicio de lavandería.

Jon sale de sus aposentos y ve a Sansa, y ella lo ve a él. Sus miradas se cruzan y se quedan embobados mirándose el uno al otro con la boca abierta. Por suerte hace demasiado frío para que haya moscas; de lo contrario, se atragantarían. Sansa se queda clavada en el sitio y Jon recorre el trecho que los separa sin mucha prisa, no vaya a ser que se tropiece con las escaleras y tengan que llamar otra vez a Melisandre para que le haga un apaño.

Para mayor énfasis dramático, Jon se detiene cuando están ya frente a frente, a tiro de hueso de aceituna, y es Sansa la que se lanza a los brazos de su hermanastro. El abrazo es sentido y efusivo, y los espectadores se alegran de verlos reunidos. Es un momento tan bonito que solo puedo expresar lo que siento corriendo desnudo por la calle. Pero como es probable que me detengan por escándalo público, me limitaré a sonreír.

♪ All this love we feel
needs no conversation ♪

Después de acomodarse y acicalarse un poco, Sansa habla con Jon a solas en sus aposentos mientras se toma un caldito de pollo. No sabemos hasta qué punto se han puesto al día, pero imaginaos la conversación que han podido tener.

"¿Alguna novedad interesante?".

"Me casé con Ramsay Bolton y aún estoy buscando en el diccionario palabras para describir todos los horrores a los que me ha sometido. ¿Y tú?".

"Mis hombres me asesinaron, pero ya estoy mejor".

Sansa se disculpa por haberle chinchado cuando eran unos críos y Jon la perdona, porque comparado con que te cosan a puñaladas y te dejen tirado en la nieve desangrándote, hay pocas cosas que no sean una menudencia.

Pasando a los temas serios, Sansa le dice que deben reconquistar Invernalia, porque quiere volver a casa y mientras figure el apellido Bolton en la escritura del inmueble, ningún Stark estará a salvo. Sin embargo, Jon está en modo zen y preferiría evitar beligerancias innecesarias, así que rechaza la idea. Ya solo piensa en hamacas y mojitos...

"Tienes que ayudarme", dice Sansa, "aunque lo haré yo misma si es preciso. Viajaré a las montañas de Wudang, entrenaré y me formaré como asesina durante diez años, y luego regresaré para destruir a aquellos que me ultrajaron".

"Hala", dice Jon.

-Así nos las gastamos las pelirrojas.

En el patio, Davos Seaworth pregunta a Melisandre qué hará ahora que está en paro, si abrirá una tienda de vudú o se dedicará a la comedia. Ella le dice que es una mandada del Señor de la Luz y que hará lo que le ordene Jon Nieve, porque está convencida de que es el príncipe Azor Ahai reencarnado, aquel que les salvará del invierno eterno, la oscuridad y las comisiones por mantenimiento de las cuentas de ahorro.

A Davos no se le pasa por alto que no hace ni dos telediarios que la mujer roja se arrimaba a Stannis Baratheon por el mismo motivo y, escamado, le pregunta qué pasó con Stannis y Shireen. Aparentemente, desde el episodio 5x10 no ha tenido ni un minuto para volver a sacar el tema 😒.

Antes de que Melisandre lance una bomba de humo, salte desde las almenas y se aleje a la carrera con la falda remangada, Brienne interrumpe la conversación para decir sin tapujos que ella ejecutó a Stannis después de que este reconociera su responsabilidad en el asesinato de Renly. Como es fácil imaginar que Davos y Melisandre también estaban metidos en el ajo, Brienne les lanza una mirada de "vosotros dos andaos con ojo" y luego se marcha. Glups.

-¿Stannis? Nosotros no conocemos a ningún Stannis, señor... o señora.

Y hablando de miradas... Mientras disfrutan de una frugal comida en la cantina, sin que nadie se atreva a hablar por temor a que la conversación gire en torno a temas que no deberían tratarse en la mesa, como la tortura de mujeres o el ahorcamiento de niños, Tormund se come a Brienne con la mirada mientras muerde con ansia un mendrugo de pan, manifiestamente fascinado ante semejante espécimen de hembra.

¿Sentís el amor en el aire o pensáis más bien que es acoso sexual?

El arte de la seducción, por Tormund Matagigantes.

Un hombre entra con una carta urgente que acaba de traer un emisario de la Casa Bolton. En ella, Ramsay llama bastardo a Jon unas cien veces y le informa de que Rickon está en sus mazmorras esperando para convertirse en pienso para perros y que está utilizando la piel de su lobo huargo a modo de alfombra, aunque no hace juego con las cortinas. También amenaza con desollar a un montón de salvajes y promete organizar el mayor gangbang de Poniente para Sansa. Si lo de ser el Guardián del Norte no le funciona, siempre podría dedicarse a escribir postales de cumpleaños para niños.

Sansa insiste en que deben sacar a Ramsay a patadas de Invernalia, reclutando a todos los apellidos imposibles de memorizar que puedan para que el final de la temporada sea una batalla épica. Jon asiente poco convencido pero meneando la cabeza como un tentetieso. A ver, ¿qué remedio?

-También hay un dibujo... Diría que soy yo. ¡Y me ha puesto líneas onduladas y moscas alrededor!

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En el Valle

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Petyr "Meñique" Baelish llega al Valle con un regalito en forma de halcón gerifalte para su sobrinete Robin Arryn, que está practicando el tiro con arco bajo la tutela de Lord Royce. Por supuesto, el muchacho no ha mejorado gran cosa desde la última vez que lo vimos, y aunque al menos ahora ya no bebe leche materna directamente del envase, sigue siendo un blandengue consentido, un maula redomado y un auténtico borrego, más fácil de manipular que unas elecciones a delegado de clase.

Lord Royce insinúa que Meñique pudo tener algo que ver en la boda de Sansa y Ramsay, pero el ex consejero de la moneda le da la vuelta a la tortilla, acusando a Royce del complot contra Sansa y poniendo a Robin en su contra, obligando así al señor de Piedra de las Runas a recular para evitar tener que comprobar cuánto tiempo puede mantenerse en el aire agitando los brazos.

Resuelto este insignificante contratiempo, Meñique engaña a su sobrino para que "decida" sumar las fuerzas del Valle a las del Castillo Negro y ayude a Sansa en las guerras venideras. El plan se desarrolla según lo previsto. Sea el que sea.

Sibilino MacPérfido.

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En Desembarco del Rey

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En el número #109 de la colección USA de Gorrión Supremo se descubren por fin los orígenes del personaje que tan mal se lo está haciendo pasar a los inquilinos de la Fortaleza Roja. Os los resumo: después de una noche de farra en la que acabó sin zapatos, pasó de ser un zapatero remendón que vivía muy por encima de sus posibilidades a un siervo de los dioses.

¿Y eso es todo?

A pesar de que la historia tiene tan poca miga que no sé yo si hacía falta contarla, Margarye escucha con atención e impresiona al Gorrión Supremo recitando de memoria un pasaje del Libro del Desconocido de La Estrella de Siete Puntas, el texto sagrado de la Fe de los Siete, que se está aprendiendo de pe a pa gracias a las casetes de la septa Unella. Y por casetes me refiero a maltrato físico y psicológico.

En su defensa diré que he visto orígenes peores. El de Flash, por ejemplo.

Como premio por su buena conducta, el Gorrión Supremo permite a Margaery visitar a su hermano Loras, al que encuentra hecho un gurruño en un dormitorio sin vistas, cama ni cuarto de baño. Otros le llamarían celda, pero eso es porque no han dormido en un hostal bengalí.

El Caballero de las Rosas, tan guapo y gay en su día, está hecho un estropajo y ruega a su hermana que tire la toalla antes de que les pase como a Rocky con Apollo en Rocky IV.

Sin duda, son momentos difíciles para la Casa Tyrell si tenemos que recurrir a referencias a la película en la que Rocky le compra un robot parlante a su yerno y rompe las barreras que separan los Estados Unidos de la Rusia comunista partiéndole la boca a un sueco gigantesco.

-¿Y con este ánimo pretendes derrotar a Shou-Lao el Inmortal y hundir tus puños en el Corazón del Dragón? ¡Vamos, hombre!

Cersei Lannister encuentra a su hijo Tommen recibiendo consejos del Gran Maestre Pycelle sobre cómo superar la fase 8-3 del Super Mario Bros. (o algo así), y no le gusta un pelo. Yo tampoco querría que a mi hijo le metiese ideas en la cabeza un tipo que trabajó para el Imperio Galáctico y se alió con los nazis durante la II Guerra Mundial.

Cuando Cersei se entera además de que su hijo ha estado manteniendo charlas a escondidas con el Gorrión Supremo, está a punto de darle un tic en el ojo y convertirse en Millán Salcedo. Sin embargo, mantiene la calma y sonsaca a Tommen información valiosa fuera de cámara con el viejo truco de "puedes confiar en tu madre".

También se puede confiar en que la gonorrea te provoque ardor al orinar. Eso no significa que sea bueno.

Tras el fiasco de la última visita al Consejo Privado, Cersei y Jaime vuelven a reunirse con su tío Kevan y con Olenna Tyrell. Esta vez, sin embargo, los hermanos Lannister consiguen captar su atención al revelarles que el Gorrión Supremo tiene planeado hacer desfilar a Margaery en charras por la ciudad, lo que ellos llaman Marcha de Expiación, y en Brasil, Carnaval.

Sabiendo que ninguna abuela decente querría ver a su nieta pasearse por ahí con las vergüenzas al aire (¡qué descoco e impudicia!), Jaime propone que el ejército de la Casa Tyrell intervenga el día del desfile y aplasté a los gorriones con gran venganza y furiosa cólera mientras la guardia real se inhibe, siguiendo las órdenes del rey Tommen. (Si alguien puede explicarme por qué la guardia real no puede unirse a la fiesta una vez Margaery esté a salvo, le agradeceré que nos ilustre a todos en los comentarios. Yo desde luego no lo entiendo.)

Kevan teme que el conflicto conduzca a una guerra civil devastadora, como en Capitán América: Civil War, pero con menos tipos disfrazados de fantoches.

"Prefiero una guerra a que las tetas de mi nieta se conviertan en trending topic", dice Lady Olenna. Y no hay más que añadir.

¡Olenna Tyrell y Kevan Lannister se unen al grupo!

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En Pyke

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Theon Greyjoy regresa a las Islas del Hierro, donde nunca brilla el sol y llueve dos de cada tres días, para reunirse con su hermana Yara. El reencuentro no es tan feliz como el de Jon y Sansa, pero tampoco es algo que me extrañe viniendo de una gente que solo come pescado. ¿O es que no sabéis que las grasas saturadas de la carne es lo que nos da felicidad? Además, a Theon se le cae la cara de vergüenza por el numerito que montó la última vez que se vieron y ni siquiera puede mirar a su hermana a los ojos.

"Murieron muchos hombres intentando rescatarte", le recuerda Yara. "Buenos hombres. ¡Mis hombres!"

"¿Como por ejemplo?".

"Eeeeh... ¿Bob?".

"¿Bob algo más?".

"¿Bob Sacamano?".

Theon lloriquea y pide perdón por no haber reaccionado como ella hubiera querido cuando intentó rescatarlo, porque, claro, teniendo el cuerpo y la psique destrozados tras haber soportado meses de cautiverio y torturas inenarrables, lo lógico es que les hubiera facilitado un poco la labor en lugar de empeorar las cosas.

Yara, que es un hacha analizando a las personas (spoiler: no, no lo es), piensa que su hermano ha venido a reclamar el Trono de Sal al enterarse de que su padre Balon está bajo el mar, con las truchas bailando y el mero cantando alrededor de su cadáver hinchado y descompuesto. Sin embargo, nuestra pirata taciturna está metiendo la gamba, porque desde que Theon perdió al inquilino más preciado de sus calzones, es un firme defensor la igualdad de género y cree que su hermana es la persona más adecuada para reinar en las Islas del Hierro. ¿Qué podría salir mal?

-Está bien, te creo. Ahora deja de llorar, por favor. Ya tenemos bastante humedad aquí dentro.

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En Invernalia

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En sus aposentos, Ramsay Bolton está pelando tranquilamente una manzana (una imagen bastante menos inquietante que verle comer Bratwurst) cuando sus hombres le traen a Osha recién bañada y con ropa limpia que no huele a cuadra.

A pesar de que esta es la crónica de una muerte anunciada, todos mis sentidos están puestos en el cuchillo y la pieza de fruta. Para tratarse de un tipo cuyo hobby favorito es desollar a la gente, ¿no os da la impresión de que a Ramsay le cuesta mucho pelar la manzana? Ahora tengo la duda de si Iwan Rheon toma fruta alguna vez, o es más de fish and chips.

Al menos, la manzana es verde, lo que demuestra que ni siquiera él es tan abominable como para comerse una de esas manzanas rojas harinosas tan desagradables.

Ramsay pregunta a Osha si ha visto su estandarte para meterle miedo en el cuerpo; pero le sale el tiro por la culata, porque ella, con su aplomo habitual, le contesta con otra pregunta: si se come a los hombres después de desollarlos. Ramsay le responde que no, riendo, y ella comenta que ha visto cosas peores. Por ejemplo, la temporada 5 de Archer.

Para salvar el cuello, Osha se tira un farol y dice que siente el mismo apego por Rickon que por un quiste ovárico y que no le debe nada a los Stark, desplegando acto seguido sus artes de seducción para distraer a Ramsay y coger el cuchillo que ha dejado sobre la mesa, probablemente con la idea de lanzarle algunos guisantes a la cara.

En ese momento es cuando la cosa se tuerce. Ramsay le dice que un pajarito llamado Theon le contó cuál fue su papel en la fuga de Bran y Rikkon y, antes de que Osha pueda utilizar su técnica de apuñalamiento secreta, el psicohobbit le practica una traqueotomía con una daga que tenía por ahí escondida.

-¡Anda! ¡Por fin he encontrado la lentilla que perdí en la temporada 2! ¡Bllrrgg! 💀

Aunque todos queremos ver a Ramsay muerto esta temporada, era de cajón de madera de pino que un personaje de tercera división como Osha no iba a despachar al villano nº 1 en la lista de más odiados, así que la sorpresa es nula.

Además, Osha ha estado demasiado tiempo al margen de la acción para que su muerte nos importe y los guionistas ni siquiera se han tomado la molestia de reintroducirla como es debido para que volviéramos a cogerle cariño, así que si su marcha os afecta más o menos lo mismo que ver que os estáis quedando sin pasta de dientes, es normal.

El muerto al hoyo y el vivo al bollo.

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En Meereen

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Como respuesta a la invitación que envió en el episodio anterior, Tyrion recibe a tres enviados de Astapor, Yunkai y Volantis, que parecen los Reyes Magos y que obviamente no son tan idiotas como para admitir que están financiando a los Hijos de la Arpía, aunque es obvio que sí lo están haciendo.

Tyrion les asegura que si terminan con la esclavitud en siete años, a cambio recompensarán sus pérdidas..., suponiendo, claro, que dejen de regalar AK-47 a los Hijos de la Arpía. Luego les deja con unas pilinguis para que se entretengan mientras piensan en su oferta. Imagino que esto lo habrá leído en Trump: El arte de la negociación, de Donald J. Trump.

A Gusano Gris y a Missandei no les hace ninguna gracia el trato (dudo que haya algo que les haga gracia, teniendo en cuenta que tienen menos sentido del humor que un bacalao en el anzuelo), pero cuando un grupo de libertos se enfrenta a Tyrion por confraternizar con el enemigo, Gusano Gris y Missandei se ven forzados a apoyarle, a pesar de que están convencidos de que no se puede confiar en los amos.

-Sé que tengo razón, pero si creéis que este es uno de esos errores que conducen a una muerte prematura, decídmelo, por favor.

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En Vaes Dothrak

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Subiendo a la cima de un monte para observar la ciudad de los dothrakis, Daario Naharis pone en duda que su sudoroso y fatigado compañero pueda "montar al dragón" a sus años sin que le dé una embolia. Jorah el Ándalo le mira con desprecio, pero no dice nada porque sabe que es verdad que no había estado en tan baja forma en su vida. Tendría que haber seguido yendo a clases de spinning.

Jorah le explica la distribución de la ciudad a Daario, pero parece bastante evidente que, salvo que alguno de los dos lleve escondido un robot gigante japonés en el bolsillo, el enfrentamiento directo está descartado. Por lo tanto, tendrán que introducirse en la ciudad con algún subterfugio. Si Tyrion y Varys podían hacerse pasar por comerciantes, ¿por qué no ellos?

Sabiendo que las armas están prohibidas en la ciudad y que te ponen un multón si te pillan con ellas, Jorah deja sus armas allí mismo, en lo alto del monte, donde no podrán recuperarlas fácilmente en caso de que las necesiten. Cuando Daario va a dejar su cuchillo favorito, se fija en que Jorah lleva un reloj nuevo, uno de esos que te avisan cuando te llega un mensaje de WhatsApp, y que, además, tiene psoriagrís. Menos mal que no han chocado los cinco en todo el viaje.

Fijaos en cómo mueve Jorah el brazo izquierdo a súper velocidad para que no se distinga la psoriagrís. Es lo mismo que hacía Superman en los cómics de John Byrne para proteger su identidad secreta. En serio.

Esa misma noche, después de un breve altercado con un par de dothrakis que no nacieron ayer, la pareja de aventureros tiene la suerte de encontrar a Daenerys fuera del templo de las dosh khaleen cuando sale a hacer pis acompañada de otra viuda a la que le flipan los dragones.

Dany ordena a Daario que no mate a la chica porque le ha caído bien. Además, así a bote pronto se le ha ocurrido un plan tan bueno que ni siquiera una desconocida con la que apenas ha intercambiado tres palabras podría estropearlo delatándola en cualquier momento.

-Vale. ¿Alguno de vosotros tiene un robot gigante japonés?

Esa misma noche, Dany se presenta ante los khals para que decidan qué hacer con ella, si permitir que se una al club de las dosh khaleen o venderla como si fuera un poni. A pesar de que Moro parece inclinarse por lo primero, ella les insulta a la cara.

"Sois hombres minúsculos. Ninguno de vosotros es apto para liderar a los dothrakis", dice. "Pero yo sí lo soy, pichaflojas".

Moro se pone hecho un basilisco y amenaza a la Madre de Dragones con cosas que no puedo repetir en este blog, ya que prefiero mantener los contenidos dentro de un saludable PG-13.

Esto lo resume todo.

Y entonces ocurre Carrie.

Con toda la parsimonia del mundo, Dany comienza a volcar los braseros del templo, y en lugar de que las brasas rueden unos centímetros antes de enfriarse y de que todos se la queden mirando con una ceja enarcada, el fuego se propaga como si el equipo de efectos especiales hubiera echado regueros de aceite por el suelo.

Los khals intentan huir, pero encuentran las salidas de incendio bloqueadas. ¡Jamás debieron despedir al responsable de prevención de riesgos!

Dany, que no puede quemarse desde que quedó expuesta a los rayos cósmicos, observa a los hombres gritar y correr de un lado para otro como pollos sin cabeza hasta quedar reducidos a churrascos. A ella podría caerle una viga en la cabeza en cualquier instante, pero como esto es una serie y su nombre sale en los créditos iniciales, el plan sale a pedir de boca. Solo espero que George R. R. Martin escriba una escena que no dependa en tanta medida de la suerte cuando llegue a este momento en los libros. En el año 2023, calculo.

Actuando.

Al rato, cuando todos los khals están ya bien cocinaditos, Dany sale del templo por la puerta grande, desnuda y sin una sola quemadura... la viva imagen de una diosa del heavy metal. Emilia Clarke jura por Snoopy que no utilizó ningún doble de cuerpo en esta escena, así que, o bien era falso que no pensaba volver a salir en bolas en la serie, o bien ella es una embustera de tomo y lomo. En cualquier caso, no debemos perder de vista lo más importante: TETAS.

Las dosh khaleen, los dothrakis e incluso Jorah y Daario se arrodillan ante la Madre de Dragones.

Ya era insoportable antes, pero como esto se le suba a la cabeza, no habrá quien la aguante.

¿Por qué no hay todavía fan art convirtiendo esta imagen en la carátula de un disco de heavy metal?

La semana que viene volveremos con más Juego de Tronos y hablaremos de la escena que ha traído de cabeza a los estudios de doblaje.

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