11 de octubre de 2015

'The Last Door' (Collector's Edition)


A veces, en mitad de la noche, cuando la ciudad duerme y la luz de la luna apenas se filtra entre las persianas, me despierto empapado en sudor frío con una sensación de angustia que raya el horror y me pregunto: ¿qué es un videojuego indie?

Según lo veo yo, que ya soy un señor, un videojuego indie es lo que era cualquier videojuego antes de que la vasta mayoría de videojuegos se convirtieran en megaproducciones de costes disparatados con créditos más largos que los de de Clerks 2. Es el término que distingue a los videojuegos mainstream como Metal Gear Solid V o Rise of the Tomb Raider de los videojuegos hechos por cuatro gatos sin el apoyo de las grandes compañías del sector pero que, más allá de ser unos meros asalariados, sienten un pasión auténtica por su proyecto y esperan ganar algunas perrillas con él para poder seguir dedicándose a hacer lo que les gusta.

Supongo que podemos decir que The Last Door es un videojuego indie, pero si se hubiera publicado hace treinta años lo llamaríamos videojuego a secas y todos lo recordaríamos como la pequeña obra de arte que es.


The Last Door es una aventura gráfica tradicional, al estilo point and click, creada por el pequeño estudio sevillano The Game Kitchen, que ha renunciado al andalú de sus raíces y traduce sus juegos al inglés, quizá porque sus integrantes no acaban de encontrar encaje para su peculiar entonación y léxico en la atmósfera de terror gótico que tanto les gusta. Tampoco la siesta al sol y el rebujito pintan mucho en un videojuego de miedo (AVISO LEGAL: Los comentarios incluidos en esta entrada pertenecen al autor y no representan la opinión del editor del blog. No, ni siquiera aunque autor y editor sean la misma persona).

El atractivo del juego radica en una llamativa combinación de gráficos estilo retro, música y sonidos de alta calidad, y una historia de terror inspirada en las obras de novelistas de lúgubre estampa como Edgar Allan Poe y H. P. Lovecraft, este último también conocido como el escritor al que aborrezco desde que leí En las montañas de la locura. Pero si Lovecraft ha inspirado un juego como este, tal vez, y solo tal vez, merezca la pena darle otra oportunidad. ¿Alguien sería tan amable de decirme si El horror de Dunwich puede matarme literaria o literalmente de aburrimiento?

El equipo de The Game Kitchen. Definitivamente sevillano.

El juego está ambientado en la Inglaterra de finales del siglo XIX, es decir, en plena época victoriana, y a la vista está la influencia de las novelas de misterio y terror propias del género gótico.

Nosotros nos ponemos en la pixelada piel de Jeremiah Devitt, un gentleman de complexión cuadrada, rostro inexpresivo y cabello color #643202, con vagos recuerdos de un pasado oscuro.

Un día, mientras hace lo que sea lo que hacen los caballeros ingleses del siglo XIX cuando no están resolviendo crímenes o cazando zorros, Jeremiah recibe una carta de un antiguo compañero de escuela que dice únicamente "Videte ne quis sciat"; el lema del club secreto al que pertenecieron. Ya sabéis cómo son estos clubes; un día estás discutiendo sobre la Bolsa y bebiendo Oporto, y al siguiente invocando a seres abominables de otra dimensión.

Aunque mi latín está algo oxidado, creo que significa "Evite el contacto con los ojos".

Intrigado por el mensaje, y temiendo que algo terrible le haya sucedido a su amigo (spoiler: nosotros mismos lo ahorcamos a base de clics en la primera escena del juego), Jeremiah coge el primer tren de la mañana en dirección a Sussex... y encuentra la vieja mansión de los Beechworth extrañamente desierta. A primera vista, el panorama no es nada halagüeño. Los criados han dejado una nota inquietante en el vestíbulo (inquietante porque, pese al escaso nivel cultural de la clase trabajadora de la Inglaterra victoriana, la nota no tiene ni una sola falta de ortografía), y en el patio trasero hay una bandada de cuervos picoteando una masa sanguinolenta e irreconocible que es poco probable que sea una hamburguesa muy poco hecha.

A falta de algún hobby propio de la época, como jugar al cricket o colonizar países extranjeros, Jeremiah decide resolver el misterio que rodea la desaparición de su amigo, en la que resuenan ecos de un pasado común siniestro y retorcido.

-Bien, todo normal por aquí. ¿A qué hora sale el próximo tren?

Como podéis comprobar en las capturas de pantalla, salvo que seáis ciegos y estéis utilizando las funciones de accesibilidad de Windows para "leer" esta entrada, los gráficos de The Last Door son todo lo retro que pueden ser sin que el jugador deje de reconocer lo que está mirando, con píxeles como puños cuyo valor artístico solo puede apreciarse a cierta distancia, una enriquecida paleta de colores que, aun así, sigue siendo muy limitada, y efectos ambientales como la débil luz de un candil o la densa niebla londinense que ayudan a crear la atmósfera adecuada.

La banda sonora, compuesta por Carlos Viola, es de corte clásico, con melodías de piano, violín y órgano que tienen ese toque entre hermoso y melancólico que suele asociarse a la Inglaterra victoriana y que chirría en los momentos apropiados para causarnos desasosiego.

Igual de acertados son los efectos de sonido, vívidos a más no poder en contraste con los gráficos de baja resolución. El suelo de madera que cruje bajo las pisadas de Devitt, el chirrido de una puerta al abrirse, el tictac del reloj...

También es difícil imaginar mejor uso de los silencios, algo imprescindible en cualquier videojuego de terror que pretenda generar angustia y canguelo.



El juego afortunadamente huye del susto fácil y repentino (aunque tampoco lo descarta cuando la ocasión lo merece) y apela a los factores psicológicos del terror, aprovechando nuestro temor hacia lo desconocido para que mientras jugamos tengamos esa horrible sensación de que podría haber "alguien" detrás de nosotros, justo donde alcanza el rabillo del ojo... No miréis ahora, porque no lo veréis.

Por lo tanto, no se trata de mostrarnos al monstruo de golpe y restregárnoslo por la cara para que chillemos como un irritante youtuber, sino mantenernos en suspense y con los nervios a flor de piel durante toda la partida, creando una atmósfera cada vez más tensa y opresiva que nos hace avanzar con el miedo de que en cualquier momento suceda algo que nos hiele la sangre, que es la versión romántica de cagarse encima. Y esto lo logra gracias a una original combinación de gráficos jurásicos, música y efectos de sonido dignos del mejor cine de terror, y una historia escalofriante y macabra, con tintes sobrenaturales, que iremos desgranando poco a poco. "Baja resolución. Alta tensión", dice la página web oficial, ¡y qué cierto es!

Algunos pensaréis que es imposible sentir la más ligera inquietud, no digamos ya miedo, en un juego con este tipo de gráficos, pero por eso hay dos tipos de personas en el mundo: las que no se inmutan jugando a The Last Door y las que tienen imaginación.

-Un... dos... No quiero seguir contando.

En cuanto a lo que viene siendo la parte del jugar, que alguna importancia tiene, los puzles son intuitivos y fáciles de resolver, y mayoría consisten en recoger un objeto y usarlo con otro, o sea, nada innovador.

Además, a poco que tengáis una mínima experiencia en el género, los puzles no os supondrán ningún reto. La mayor dificultad está en localizar de un simple vistazo los objetos con los que podemos interactuar en cada pantalla, ya que no siempre es fácil distinguirlos del decorado, pero un barrido rápido con el cursor resuelve rápidamente el problema.

Tampoco creo que fuera intención de los creadores ponérnoslo difícil y obstaculizar nuestro avance, obligándonos como ocurre en otras aventuras gráficas a probar todo con todo. Los puzles están ahí para que sintamos una mayor inmersión, no para frustrarnos con su falta de lógica ni romper el ritmo de la historia.

¿Dónde está el pollo de goma?

The Last Door es un juego que recomiendo encarecidamente a cualquier fan de las aventuras gráficas y del terror gótico. La primera temporada se divide en cuatro episodios, que duran aproximadamente una hora cada uno, y podéis encontrarla gratis en la página web oficial (previo registro).

Ahora bien, si no sois unas sucias ratas roñosas y queréis apoyar a los creadores para que sigan creando proyectos tan buenos como este, haced como yo y comprad la edición coleccionista, que contiene una versión mejorada del juego e incluye algunos extras que amplían ligeramente la aventura.

16 comentarios

  1. Me recuerda al Amnesia, que lo termine ayer justo pero esos gráficos de 32 bits invitan a probarlo. Aunque tendrá que ser después, que acabo de ponerme hoy con el SOMA, también de los creadores del Amnesia!!!

    ResponderEliminar
  2. Brocha, pienso creo que podrías sentir mayor afinidad con "El Caso de Charles Dexter Ward" de Lovecraft.

    ResponderEliminar
  3. El comentario de que Lovecraft es aburrido me recuerda cuando Lisa le leyó el Cuervo a Bart y esta explicó que era para dar miedo a gente de otra época.

    Hace poco vi el primer Alone in the Dark y sus gráficos estaban tan desfasados que daba más risa que miedo, supongo que no es el caso de ese juego.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El primer Alone in the Dark puede dar bastante miedo, sobre todo cuando recién comienzas a jugarlo y no conoces bien la mecánica del juego... La desesperación de ver a una mezcla deforme de polígonos acercándose a ti desde una ventana y no saber como usar la escopeta, es lisa y llana INTENSIDAD

      Eliminar
  4. Joakin Martinez Rodriguez: Ya me dirás qué tal es ese Soma del que tanto he oído hablar. O no me lo dirás, que es lo más probable. ¡Maldito!

    Nacho: Observo que es una novela corta. Eso es bueno. Muy bueno.

    Anonimatus: No es el caso, no. Los píxeles llevan mucha ventaja a los polígonos en ese aspecto.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues para que veas que soy buena persona, te doy mi opinión. Un muy buen juego en el estilo de Amnesia pero sustituyendo la ambientación victoriana con horrores lovecraftianos por un mundo mas futurista pero no por ello menos claustrofobico bajo el mar. Ademas, la historia engancha y esta muy bien narrada. Vamos, que te estoy vendiendo el juego y no voy a sacar ningún beneficio de ella.

      Eliminar
    2. ¡Qué sorprendente y agradable giro inesperado! Gracias.

      Eliminar
    3. Te daria tiempo a reseñarlo para este especial de Halloween?

      Eliminar
    4. Imposible. Algunas de las reseñas de este Halloween las escribí hace un año, así que hazte a la idea... Salvo estrenos de cine y alguna reseña esporádica, no escribo nada con tan poco tiempo de antelación, más que nada porque ni siquiera puedo escribir todas las semanas.

      Eliminar
  5. Pues mola. Anoche jugué online al primer capítulo y me puso la carne de gallina 3 o 4 veces.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¿Iba yo a recomendaros algo que no me gustase... sin recibir dinero a cambio?

      Eliminar
  6. Casualmente me lo había pillado hace una semana o así aunque no tenía intención de jugarlo a corto plazo pero si has escrito sobre él debo interpretarlo como una señal.
    Hablando de aventuras point & click de terror, ¿alguien ha probado Stasis? Ha salido hace poco y aunque las capturas de pantalla me parecen feotas la critica la pone por las nubes.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No lo he probado, pero te voy a dar la razón en lo de las imágenes. Me atraen tanto como un pie con hongos.

      Eliminar
  7. Tal y como lo describes este juego indie tiene muy, pero que muy buena pinta. A ver si lo pruebo pronto, que a mí el terror gótico me gusta mucho (creo que este último dato no es ninguna novedad, jajaja).

    ResponderEliminar
  8. Ahora con las rebajas de Halloween de Steam esta a 2.5€, igual me lo pillo.

    ResponderEliminar
  9. Pues yo estoy por empezar el capítulo 3 y la verdad es que mola un puñao!! Buena recomendacion Tipo de la Brocha. Creo que hacía año que no jugaba una aventura clásica. De hecho creo que la última vez que jugué fue la reedicion de los Monkey Island, así que ya hace un tiempo de eso...

    ResponderEliminar

LEE ESTO ANTES DE COMENTAR: Al autor del blog le chifla recibir comentarios, pero todo tiene un límite. Con carácter general, los siguientes comentarios se eliminarán de la faz de la red: 1) los que no tengan un carajo que ver con la entrada, 2) los que falten el respeto sin ninguna gracia ni elegancia, y 3) los que puedan considerarse spam o se pasen de largos (en principio, los que superen 300 palabras, ya sea individualmente o de forma concatenada).