Oh, ¿ya estáis aquí? Disculpad, me habéis pillado en pleno arrebato nostálgico. Es que me han regalado una botella de Johnnie Walker Black Label y, casualmente, he reunido las fuerzas de ánimo necesarias para escribir otra de mis recapitulaciones sobre una serie tan caduca como estrafalaria.
Veréis, en 1990, antes de que existieran los Power Rangers, en España se emitía una serie japonesa de 1988 sobre un grupo de superhéroes disfrazados con coloridas mallas de lycra que defendían la Tierra de monstruos malvados de otro universo. Se llamaba Bioman (en realidad, Liveman, pero no voy a meterme otra vez en ese berenjenal).
Por aquel entonces, yo tenía seis años y vivía la serie con el mismo entusiasmo ferviente con el que el travieso Shin-chan disfruta de la ficticia Ultrahéroe. Tenía los muñecos del trío protagonista, sus motocicletas a juego e incluso el colorido superrobot, y a veces salía a la calle con mis amigos y jugábamos a que éramos miembros del escuadrón Bioman y defendíamos el planeta de bestias mutantes. Incluso llegué a tener pesadillas con los monstruos de goma a los que se enfrentaban..., pero esta es una historia que prefiero reservarme para algún especial de Halloween. De momento, rendiré homenaje a esta serie recapitulando su primer episodio.
¡Bienvenidos a la Isla Academia! Por si el nombre os despista, se trata de una isla (1. f. Porción de tierra rodeada de agua por todas partes) donde hay instalada una academia (5. f. Establecimiento docente, público o privado, de carácter profesional, artístico, técnico, o simplemente práctico). En ella un grupo de estudiantes enchufados por la ONU aprenden a hacer del mundo un lugar mejor bajo la tutela del doctor Hoshi, un señor mayor con gafas y algún que otro diploma. ¿Por qué en una isla de Japón? Porque se ha demostrado que vivir rodeado de aguas infestadas de tiburones en una zona donde se generan tsunamis de gran magnitud aligera bastante la tensión provocada por los estudios. Haced un ejercicio de comparación.
El último proyecto de la Academia consiste en la construcción de la primera base espacial científica, en la que desarrollarán nuevos alimentos y medicinas para el bien de la humanidad. Es evidente que la ambición es importante para lograr grandes avances científicos, pero debo poner en duda que los treinta alumnos que he contado en las tomas de la Academia sean suficientes para alcanzar ese objetivo. La NASA tenía más de 40.000 empleados cuando lanzaron el Pioneer 1 y la sonda ni siquiera abandonó la órbita terrestre. En mi clase de la universidad también éramos unas treinta personas, y el proyecto más grande en el que participé fue quedar para ver la final de Supermodelo 2006. Antes de aquella noche, aún sabía dividir con decimales.
Profundo en el mar de Japón... Academia IslandTM. |
Tres alumnos bastante raritos, villanos en ciernes, creen que la idea de construir una base espacial es una melonada y se niegan a trabajar en el proyecto. Según ellos, les viene pequeño, como a mí mis pantalones de traje desde que volví de vacaciones.
El supertrío freak dice que la gente menos lista que ellos se puede ir a freír espárragos, que no merece ni el aire que respira, y que los tres están destinados a hacer "cosas mayores". ¿Estarán pensando en retretes con audiolibros incorporados? ¿O tal vez en sábanas que absorben el olor de las flatulencias? Un hombre puede soñar...
Al pequeñín seguro que le calzaban docenas de collejas en el colegio. |
Por la noche, cinco estudiantes ejemplares, o que al menos visten mejor que los tres freaks de antes, que ya es algo, ultiman los preparativos para probar su último invento: una cabina cilíndrica transparente y giratoria coronada por una esfera de plasma. La esfera de plasma la podéis comprar por 33,99 € en electronic-star.es.
El quinteto está formado por Yuusuke, Jou y Megumi, futuro escuadrón Bioman, y Takuji y Mari, futuros impulsores de la trama. Yo he anotado sus nombres en un documento de texto para poder copiarlos y pegarlos cada vez que los utilice, así que no os culpo si no os los aprendéis de memoria.
Takuji y Mari, tan risueños que no desentonarían como dúo de música infantil, apartan a sus amigos a empellones para ser los primeros en probar su invento. ¡Y sin supervisión adulta! Si os resulta difícil entender a cuento de qué vienen esas ansias de servir de conejillos de indias, recordad que la tasa de suicidios estudiantiles en Japón es bastante elevada a causa de la frustración académica y el acoso escolar. Perder a al familia en un ataque de Godzilla también tiene que deprimir bastante.
El futuro. |
El chisme explota, abre un boquete en la pared, y Takuji y Mari salen disparados por él y acaban en el patio de la Academia, despanzurrados entre los restos del aparato y vestidos como por arte de magia con unos trajes plateados que parecen sacados de una película de ciencia ficción de los años cincuenta, de esas en las que un tipo con un disfraz de gorila con escafandra captura a la chica.
Yuusuke, Jou y Megumi corren a asomarse por el agujero de la pared, preocupados por sus compañeros. No sé por qué. Cualquier daño cerebral ya existía antes del accidente.
De izquierda a derecha: Jou, Megumi y Yuusuke. Los del tupe son los chicos. |
Takuji y Mari recuperan el conocimiento y, al ver la ridícula ropa que llevan puesta, dan saltos de alegría, exclamando que el experimento ha sido un éxito rotundo.
Que un invento que solo sirve para vestirse de fantoche explote y te mande volando a través de la pared no encaja en mi concepto de éxito, pero evidentemente la mentalidad japonesa es muy diferente de la nuestra. ¿A quién más se le iba a ocurrir comer pescado crudo, inventar sandías cuadradas o hacer huelga trabajando? Están locos esos japoneses.
El signo de la victoria y gritos de "Yata". Los japoneses no ha cambiado en veintisiete años. |
Pero no todo van a ser celebraciones y monos plateados esta noche. La maldad acecha en la Isla Academia como una pelusa oculta bajo la cama a la espera de que por fin consigas llevar a una cita a casa para abandonar su escondrijo y fastidiarte la noche.
La maqueta de una nave klingon desciende al patio, y el supertrío freak corre hasta ella.
Yuusuke, Jou, Megumi, Takuji y Mari tratan de detener a sus intrigantes compañeros, porque las reglas de la Academia son muy estrictas en lo que se refiere a abordar naves alienígenas que aterrizan sin permiso en el patio a partir de las diez de la noche; pero, por desgracia, el cabecilla del perverso trío va armado con una pistola láser (que casi no parece un juguete taiwanés comprado en el todo a 1 €) y dispara contra sus compañeros sin titubear.
No estoy seguro ni de que tenga gatillo. |
Quién sabe si en una arranque de majadería o confiando en que sus fachosos disfraces de astronauta les protegerán de los rayos láser, Takuji y Mari cubren a sus amigos... y mueren acribillados en un estallido de chispas y sobreactuación. El giro de 180º que dan antes de desplomarse en el suelo suma 5 puntos. Creo que ya están preparados para participar en el campeonato mundial de muertes exageradamente dramáticas.
Mientras Yuusuke, Jou y Megumi corren a cámara lenta hasta sus amigos y lloran su muerte bajo una nube de lluvia con gran sentido de la oportunidad dramática, la nave klingon abandona la atmósfera terrestre y vuela hasta la enorme maqueta de una estación espacial que está en órbita alrededor de la Tierra.
Supongo que para ellos ( •_•)>⌐■-■ se ha adelantado la hora de lanzamiento (⌐■_■). Yeaaaah! |
Dos años más tarde, la Academia por fin está preparada para mandar al espacio su primera astronave. Un momento..., ¿no estaban construyendo un centro espacial científico? Un centro y una nave no son lo mismo. Eso sí, como jamás volveré a ver la serie tal y como se dobló para su emisión en TVE1, no tengo más remedio que fiarme de los subtítulos en inglés. Supongo que incluso debería estar agradecido de que al menos no hayan incluido emoticonos como ocurre con alguna serie de anime.
Tras el nombramiento de los tripulantes del primer vuelo espacial, Yuusuke, Jou y Megumi visitan las lápidas de poliestireno de sus difuntos amigos para contarles la noticia. Ahora que ya se ha publicado la sentencia declarando la ausencia de responsabilidad civil de la Academia por la muerte de los alumnos, el doctor Hoshi también presenta sus respetos a los finados.
Megumi pide al doctor que permita que Takuji y Mari vayan en la astronave. Por suerte para los tripulantes, Megumi no se refiere a los cadáveres descompuestos, malolientes y medio comidos por los gusanos de sus dos amigos, sino a sus retratos. Siendo japoneses, cualquiera sabe.
Murieron como hubieran querido: disfrazados de astronautas y dando piruetas. |
En cuanto la astronave despega, llegan volando seis cazas espaciales y la acribillan sin piedad. ¿Quién iba a imaginar que llevar a bordo fotos de las víctimas de un homicidio traería mala suerte? La astronave se convierte en una gran bola de fuego y se precipita sobre la maqueta de la Academia. La explosión se lleva media ciudad por delante. ¡A tomar por saco!
Los cazas, lejos de retirarse para recibir medallitas, intensifican su ataque sobre la isla. Un montón de extras con monos de trabajo y batas de laboratorio huyen despavoridos del fuego. Debo decir que aunque las naves son más falsas que un euro con la cara de Popeye, las explosiones son muy reales y los figurantes se juegan el tipo. ¿Prevención de riesgos laborales? ¡No en Japón!
Incoming enemy from the rear. Drop altitude. |
De hecho, lo sorprendente de esta escena, más allá de que parezca que han construido toda la Academia con material altamente inflamable, es que vemos no sólo a los extras esquivando llamaradas y explosiones, zigzagueando entre el humo y los escombros, ¡sino también al trío protagonista! Imagino que las aseguradoras no se acercarían a la productora ni con un palo.
La propia Megumi huye en bicicleta pedaleando como si se jugara literalmente el pellejo, y estoy convencido de que los respingos que da cada vez que explota algo a su lado son muy reales. Así es como William Shatner y Leonard Nimoy estuvieron a punto de quedarse sordos durante el rodaje de La arena.
Jackie Chan usa más dobles que ella. |
Hablando de Megumi, no sé si será por ese corte de pelo que pasó de moda hace veinte años, las cejas sin depilar, el conjunto de chaqueta, vestido y calcetines por encima de las rodillas, o el hecho de que cuando busco imágenes suyas en Google acabo encontrando montones de fotos guarrillas; pero en mi opinión, como mito erótico de Super Sentai, le da mil vueltas a la Power Ranger Rosa.
Y además canta. Ojo, no digo que lo haga bien, pero es innegable que rellena los agujeros de talento con entusiasmo.
Megumi Mori en pose sexy. |
Contra todo pronóstico, Yuusuke, Jou y Megumi consiguen salir ilesos del ataque. Un poco despeinados tal vez, pero nada que no se arregle con un poco de gomina. Es más, los chicos aún podrían presentarse al casting de la versión japonesa de Grease. Sería igual que la película de 1978 protagonizada por John Travolta y Olivia Newton John, pero con los ojos rasgados y sin el menor asomo de talento musical.
Primer buen plano que consigo de nuestros héroes juntos. ¿Me merezco un aplauso o qué? |
Uno de los cazas aterriza entre las ruinas de la Academia, aplastando probablemente algunos cadáveres chamuscados que estaban tirados por ahí, y de él baja el supertrío freak con unas pintas que solo pasarían desapercibidas en carnaval. (En realidad, la afirmación anterior no es del todo precisa, porque el chiquitajo con el lazo del tamaño de su cabeza no se ha cambiado de ropa en los dos últimos años, pero también es verdad que ya vestía bastante raro desde un principio.)
¡El circo ha llegado a la ciudad!
Lady Gaga y Katy Perry visten modelos más discretos. |
El asesino de Takuji y Mari, que ahora se hace llamar Doctor Kemp, dice que renunciaron a su humanidad y a su sentido del ridículo cuando juraron lealtad al Gran Doctor Bias. La mujer se ha cambiado el nombre por el de Doctora Mazenda, y el pequeñín, por Doctor Obular, un nombre genial para un ginecólogo.
El Gran Doctor Bias es el líder del Ejército de los Supercerebros (o Ejército Cerebral Volt) y el antagonista en la serie, como Rita Repulsa lo era para los Power Rangers en 1993. Es un villano al que se le reconoce de lejos. A unos 380.000 kilómetros de lejos. Si es que no hay más que verlo para saber de dónde ha sacado el supertrío freak su forma de vestir. Traje de gala negro, pajarita y fajín dorados, guante blanco de terciopelo, brazo biónico, mocasines negros con taconazos, calcetines blancos, capa, pendientes de señorona, maquillaje a raudales... Probablemente sea el primer travesti espacial de la historia de la televisión japonesa.
Gran Doctor Bias, antes Gran Vicesecretario General Bias, antes Gran Bedel Bias. |
El supertrío freak dice que el mundo debe estar dirigido por un genio, no por una panda de incompetentes de mucho cuidado, y que por eso se han unido al ejército del Gran Doctor Bias. Ahora sólo les queda conquistar la Tierra e instaurar un régimen gobernado por cerebritos. ¿Cómo de difícil puede ser eso? Lo bastante para que tres chavales con disfraces de licra frustren sus planes cada semana durante dos años.
Expuesta la trama de cada uno de los 49 episodios que componen la serie, la Doctora Mazenda apunta con el dedo a Yuusuke, Jou y Megumi ¡y les dispara! Finger Gun!
Según se ve, la tipa se ha tuneado a sí misma en plan inspector Gadget para convertirse en un arma viviente, y también puede disparar por el codo (Elbow Gun!) y por la palma de la mano (Arm Gun!). ¿Podrá lanzar también sus pechos a modo de cohete al grito de "¡Pechos fuera!"? ¿De qué calibre será el cañón que tiene entre las piernas?
Adivinad cómo perdió a su última novia lesbiana. |
Pero esto no es lo único de lo que son capaces estos malvados, y para demostrarlo, el Doctor Kemp se transforma en la Bella Bestia Kemp, que parece un cruce entre Sully de Monstruos, S.A., un unicornio y un drag queen. Aunque el resultado provoca más risa que otra cosa, el proceso de transformación en sí es bastante horripilante, y no me extraña que de pequeño la serie me diera canguelo.
Jou le llama monstruo, porque no hay nada más inteligente que meterse con el aspecto de un tipo que utiliza la palabra "bella" para referirse a sí mismo, y Kemp derriba a sus antiguos compañeros de clase lanzando bolas de energía por los omoplatos. Aun así, tampoco consigue matarlos. La pistola de juguete que tenía al principio del episodio era más efectiva, pero imagino que se le gastarían las pilas.
Espero que no estuvierais bebiendo nada. Si no, lo siento por vuestra pantalla y/o teclado. |
Por suerte, Yuusuke, Jou y Megumi no han estado tocándose el higo durante estos dos años, sino que han aprovechado este tiempo para mejorar los trajes de protección en los que trabajaban con Takuji y Mari. Ahora, gracias a su doble juego de relojes de pulsera, pueden convertirse en ¡el escuadrón Bioman!
Yusuke cambia a ¡Halcón Rojo!, Jou a ¡León Amarillo! y Megumi a ¡Delfín Azul!
Las exclamaciones y los colorines son esenciales, creedme, porque si no animo yo la narración, ¿quién va a hacerlo por mí?
¡Cuervo Colorado! |
¡Gato Biliar! |
¡Sardina, eeh, Pitufina! |
Sin embargo, estos trajes tan "chulos" son una birria, porque por mucho Láser Espada (Falcon Sword!), Cañón Láser (Lion Bazooka!), Flecha Voladora (Dolphin Arrow!) y Pistola Metarrayo (Live Blaster!) que se sacan de la manga, en cuanto el Doctor Kemp ordena a las masillas de turno que ataquen (unos robots con cresta que responden al nombre de soldados de batalla Jimmers), el escuadrón Bioman las pasa canutas.
Desde el punto de vista de la producción, hay que reconocer que los especialistas son bastante apañados, y el combate, con todas las poses, acrobacias y chispas que cabe esperar de él, es más que resultón e incluso espectacular en la medida en que puede serlo una serie de bajo presupuesto de finales de los ochenta. O sea, lo justo.
Japoneses en spandex. |
Yuusuke y Megumi reciben más toñas que nadie y acaban saltando por los aires en medio de las ruinas de la Academia y apareciendo de pronto en una carretera de montaña sin ninguna explicación. El editor de esta serie era tan bueno que podía trabajar con los ojos cerrados. Para demostrarlo, lo hacía.
Todo parece perdido para la pareja hasta que Jou, al que la Bella Bestia Kemp había mandando a por higos no hace ni un minuto con un rayo maléfico, regresa montado en el León Meteoro (Land Lion), un león robot gigante con dos cañones montados en la espalda. Hay que ver lo que han dado de sí estos dos últimos años. Debe de ser por aquello de que ninguno de los protagonistas tiene pareja.
¡Mira, mamá! ¡Conduzco un león robot gigante! |
Desafortunadamente, el León Meteoro tampoco sirve de mucho, y los cazas enemigos consiguen mantenerlo a raya mientras Yuusuke y Megumi se las ven negras para esquivar sus disparos. La moraleja está clara: no se puede salir a la calle con un robot que parece un juguete sacado de un Huevo Kinder y esperar salvar el día.
Y aquí concluye el primer episodio de Bioman, que, salvo que miréis con optimismo al futuro, es un poco deprimente. Asesinan a los mejores amigos de nuestros héroes, destruyen el lugar que han llegado a llamar hogar matando a cientos de personas, y los vapulean sin piedad a pesar de sus disfraces ridículos y de su león robot gigante.
Para no dejar así las cosas, quizá debería recapitular el segundo episodio. ¿Cómo lo veis vosotros? ¿Os interesa? Me permito señalaros que aún no han salido el robot gigante, que fue el primero en resultar de la combinación de distintos vehículos en la historia de Super Sentai, ni tampoco Colon, la robota sexy que hace el moonwalk. Esto aún puede dar juego.
¡Más por favor!
ResponderEliminarYo quiero la segunda parte necesito saber como consiguen los otros robotos. Y de donde sale la robota sexy que baila el moonwalk
ResponderEliminarYo me he quedado con ganas de más. Me sumo a la petición de que hagas la recapitulación del segundo episodio también.
ResponderEliminarDe pequeño me encantaba LiveMan. Bioman es el Robocop japonés. No sé si los niños de ahora tienen un equivalente o ya no se dejan impresionar por estas cosas pero yo flipaba. Me parecía un serie con una acción brillante, ahora veo que me la daban con queso pero aún así creo que en general era mejor que los Power Ranger.
Yo me tragaba esto porque justo después echaban Caballeros del Zodiaco.
ResponderEliminarMe apunto a la review del segundo capítulo. Estas series son totalmente lisérgicas.
ResponderEliminarYo también me apunto al segundo capítulo. Los MMPR fueron mi primer contacto con el tokusatsu y los culpables directos de que me fascinen las peleas entre monstruos de goma y robots de cartulina.
ResponderEliminarLo creas o no, MMPR llegó a ser doblado al japonés: https://www.youtube.com/watch?v=XBX88lYivxg e incluso consiguieron que Machiko Soga doblase a Rita Repulsa, su propia versión norteamericana. También se dobló al japonés la película de 1995: https://www.youtube.com/watch?v=HgUfSQ9gSIs y se continuaron doblando las siguientes series hasta "Fuerza del Tiempo". Según me cuentan por ahí, incluso existe en Japón un libro dedicado al Super Sentai desde 1975 hasta 2002, en el cual las últimas 20 páginas están dedicadas a Power Rangers y los tratan como si fuesen un Sentai común y corriente.
Recordatorio: usar la canción en español en alguna de mis bodas.
ResponderEliminarPor cierto creo que tengo en una cinta de video grabados un par de capis uno recuerdo que iba de que el Bioman rojo le habia enviado una carta de amor a la doctora Mazenda en su juventud y en otro el Bioman azul se enamoraba de un robota que podia ser la hermana del romot Emilio.
ResponderEliminarPero el que me parecio mas bizarro fue el de la carta de amor porque salian vampiros chinos de esos que van dando saltos y hay que ponerles un talisman en la frente.
A ver si algun dia me pongo a ripear toda esa basura que tengo grabada XDD
Los digitalizaste ya o se te quemo el video??
EliminarEstaba convencido de que la canción decía Biomaaaan Heroe del porvenir. me estaba poniendo mazo de tenso hasta que al final lo han dicho.
ResponderEliminarClaramente es necesario el análisis del segundo capítulo, pero después de que hables de VR Troopers, que molaba mucho más (probablemente gracias a Sarah Joy Brown).
Yo era mas de los Power Rangers, pues fue la que me pillo a mi edad pero vamos, son igual de cutres que estos pero los japos fueron los primeros, así que como se suele decir por aquí, que les quiten lo bailao. Respecto a la reseña del segundo capitulo, si por favor, hazla, que el final te deja con la intriga. No vi mayor cliffhanger desde el final de la segunda temporada de Hannibal!!!
ResponderEliminarAdoraba la serie. Mis amigos y yo también jugábamos a imitar a los personajes. Fueron la antesala perfecta a los Power Ranger. Por cierto los actores de Bioman ya serán abuelos, o incluso puede que algunos ya no estén en este mundo. Esas cosas me hacen sentir muy mayor e incluso me quitan el sueño!
ResponderEliminarDoctor Obulaaaaar!! no puedo parar de reirme!!
ResponderEliminaryo solo recuerdo los power rangers , estos llegaron a emitirlos en españa?¿
ResponderEliminarPedazo de serie, le daba mil vueltas a los Power Rangers, en especial los villanos. Bias y sus lugartenientes eran unos horteras pero eran unos horteras competentes y peligrosos, no sólo conseguían hacer que los buenos las pasaran putas sino que a diferencia de los villanos de los Power Rangers estos conseguían matar gente inocente (como se ve en el primer capítulo) y los buenos muchas veces tenían que conformarse con victorias agridulces.
ResponderEliminarCreo que la mejor trama fue la del villano del lacito, que se hizo malo porque su madre quería que fuera el mejor en los estudios y ser elegido por Bias era una muestra de genialidad.
Otra trama muy buena fue la del jefe de una banda que se enfrenta al monstruo de la semana y le da una paliza, algo que no consiguieron los buenos, luego se rebela que odiaba a la Academia porque era semianalfabeto y se acaba uniendo a los malos, que le mejoran la inteligencia y la ponen a prueba capturando a unos sabios y les obligan a participar en un juego de preguntas en el que mataban a los que fallaban.
Muchas gracias a todos. Con esta acogida, que no os quepa duda de que comentaré el segundo episodio.
ResponderEliminarExcelente!!! Esta fue la única serie de su tipo que seguí de niño ya que nunca me enganche con Flashman ni con los Power Rangers.
ResponderEliminarRecuerdo muy bien ese capítulo a líneas generales, aunque los detalles como los mencionas en esta reseña me hacen dar cuenta como el cerebro de un niño de 8 o 9 años no toma en consideración la mala actuación, los efectos cutres y los extrafalarios vestuarios.
PD: Yo también llega a jugar con mis amigos emulando an los protagonistas y librando batallas interminables.
PD2: Espero la reseña del segundo espisodio
"En cuanto la astronave despega, llegan volando seis cazas espaciales y acribillan la acribillan sin piedad"
ResponderEliminar¿Qué?
(Also, debajo de la imagen en la que miran por el hueco en la pared has escrito "Joy" en vez de "Jou").
Gracias por el aviso. Da igual cuántas veces repase las entradas, siempre hay fallos de esos.
EliminarMás Bioman!La verdad es que leí el primer artículo en ion litio y en seguida me enganchó la canción.Como comentasteis, la canta el mismo TIO que canta ´´la canción de los Herrroes´´ de los caballeros del zodiaco...que le pasa a ese buen hombre con la R?
ResponderEliminarMoooooore. Mas bioman!
ResponderEliminar( y marmalade boy... Uno al año...sabe a poco)
Moooooore. Mas bioman!
ResponderEliminar( y marmalade boy... Uno al año...sabe a poco)
La escena de la tía en bicicleta salía en el opening en todos los capítulos y yo siempre pensaba: "¿Y no sería mejor que fuese corriendo? Porque la bici no me parece muy útil a la hora de esquivar explosiones..., bah, como es para el opening tampoco se lo habrán pensado mucho." :D
ResponderEliminarA mí ya me pilló algo más mayor y con el tiempo ya me aburría que todos los capítulos tuviesen la misma estructura argumental...pero bueno, el primer capítulo no lo había visto nunca, ¡siempre pensé que los malos eran extraterrestres!
Por supuesto, el segundo capítulo ya está tardando. Faltan los otros dos robots gigantes, el megarobot, la robota sexy de la que no tenía ni idea pero ahora quiero verla...y total después el resto de capítulos son más o menos iguales.
Mientras, me iré a buscar a Megumi por Google adelante, esa foto me ha dejado con ganas de más XD.
Esos cascos que usan lis Liveman y lis Power Ranger mas parecen cascos de Motociclistas, y sus trajes y mayas muy pegados y afeminados parecen trajes de acrobatas de circo y la bestia kemp mas que un mountruo parece un Drag Queen marica..
ResponderEliminarEse Doctor Obular con su smoking y corbata michi parece que fuera ir a una fiesta jaja....
ResponderEliminarEsta serie Japonesa Liveman era media diabólica tenía mensajes satanicos…
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