Juego de Tronos: Gorrión Supremo

¡Hola a todos! Bienvenidos a eltipodelabrocha.com, el blog que dedica casi tres meses al año a Juego de Tronos y apenas puede permitirse publicar otros artículos entre un episodio y otro, arriesgándose a perder a cualquier lector al que la serie de HBO le importe un pimiento choricero. Espero que al menos los fans de la saga estéis disfrutando de este largo viaje. Me fiaría de las estadísticas, pero ¿quién es el tonto que se fía de las estadísticas? Las estadísticas se usan para lo mismo que un borracho usa una farola: para sostenerse, no para arrojar luz sobre un asunto.

Mi nombre es el Tipo de la Brocha y una semana más estamos aquí para recapitular y analizar otro episodio de Juego de Tronos. A mi izquierda se sienta una marioneta de la rana Gustavo, y a mi derecha... tengo una pared con una mancha de humedad.

Los tres esperamos leer vuestros comentarios acerca del episodio cuando acabéis de leer esta entrada, o incluso antes, si os da pereza terminarla. Os esperaremos impacientes.

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En Braavos

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El entrenamiento de Arya ha comenzado y, escoba en mano, barre sin brío el suelo de la Casa de Negro y Blanco. Jaqen H'ghar debió de aprender ninjitsu en la escuela del señor Miyagi, porque ni Arya ni yo entendemos cómo se va a convertir en una asesina sin careto barriendo el polvo y la inmundicia de las baldosas del templo.

Mientras la chica barre que barre, Jaqen, muy servicial, da a beber a un hombre del pozo que hay en el centro del edificio. "Valar morghulis", tartamudea el devoto. "Valar dohaeris", contesta Jaqen. Y el hombre se tumba a la bartola en mitad del suelo.

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Permitidme que os presente un nuevo gif animado para conmemorar estos momentos cargados de sentido:

Copyright © 2015 El Tipo de la Brocha.

Arya dice a Jaqen que está frita de barrer, porque ella lo que quiere es aprender a hacer ese truco tan chulo con la cara y a rebanar pescuezos indeseables, no sacarse un diploma en limpieza y pulido de suelos.

"Todos los hombres deben servir, sobre todo los Hombres sin Rostro", le dice Jaqen. Además, el suelo necesitaba un buen barrido desde hace varias semanas. La chica de la limpieza está de baja por maternidad.

Arya dice que quiere servir, pero Jaqen ve a la legua que solo quiere servirse a sí misma, no al Dios de Muchos Rostros, e insiste, con su gramática problemática, en que "una chica convertirse en nadie", que suena a una experiencia en la que barrer el suelo no parece demasiado esencial.

Jaqen se da el piro y Arya observa que el hombre que bebió de la fuente está más muerto que el pescado. Dos acólitos del templo recogen el cadáver y se lo llevan tras una puerta que parece cerrarse sola. ¿Misterioso e inquietante? No mucho. ¿O es que no habéis oído hablar de los famosos centros de eutanasia y suicidio asistido de Braavos? Los folletos son bastante convincentes.

-Todas las mujeres deben barrer.

Arya está en su cuarto, jugueteando con la moneda que le dio Jaqen y reflexionando sobre lo duro que es convertirse en ninja, cuando entra una chica con cara de acelga y le pregunta quién es. Ayra responde que nadie y la chica la arrea con su bastón.

"¡Ah! ¡Zorra!", chilla Arya, que aprendió modales del Perro (¿R.I.P.?).

La chica, a la que llamaremos la Niña Abandonada porque no sabemos su nombre, la acusa de mentirosa y repite la pregunta. Arya da la misma respuesta y recibe otro zurriagazo. ¡Ay! ¡Cachis la mar!

Al tercer bastonazo, la mano de Arya se dispara a por su espada Aguja. Jaqen entra en el dormitorio antes de que corra la sangre y pregunta qué narices está pasando. La Niña Abandonada responde que están jugando al juego de los rostros. Por el nombre, nadie adivinaría en qué consiste. ¿Un juego de preguntas en el que se sacude al jugador con un palo si no acierta la respuesta? Debe de estar basado en algún concurso japonés.

Jaqen dice que Arya no está preparada y la Niña Abandonada coincide. A Arya se le enciende la bombilla y asegura que está preparada para ser nadie, pero Jaqen lo pone en duda: "Un hombre se pregunta cómo es que nadie está rodeado de las cosas de Arya Stark".

Se me ocurre que "nadie" preferiría no ir desnuda y sin dinero por el mundo.

-¿Quieres jugar a un juego?

Arya hace un hatillo con todas sus pertenencias, incluidos esos harapos con olor a pescadilla que lleva desde la segunda temporada, y lo arroja al mar junto con la moneda de Jaqen, rompiendo así simbólicamente con su pasado.

De lo único que no es capaz de desprenderse es de Aguja, ya que, tal y como pregona a bombo y platillo la melodramática melodía de fondo, para ella tiene Valor Sentimental^TM. Arya esconde el arma detrás de unas rocas (eso engañará a los ninja) y regresa a la Casa de Negro y Blanco.

Comienza así una nueva etapa en la vida de Arya, una etapa en la que por fin podrá vestir como una mujercita y no como un adorable rapaz callejero.

A mí en los RPG me pasa lo mismo. Nunca tiro nada.

De vuelta al templo, Arya sigue cargándose décadas de lucha de la mujer por dignificar su estatus laboral cuando otro devoto casca apaciblemente en una esquina y los acólitos recolectores de cadáveres aparecen para hacer su trabajo.

Jaqen sorprende a Arya cotilleando y la conduce a través de la puerta misteriosa número 1 hasta una sala en la que aguarda plantada la Niña Abandonada junto al finado.

Sin mediar palabra, Jaqen deja a las chicas solas desvistiendo y lavando al muerto. Me remito al gif del mono bailón.

Esta debe de ser una de esas asignaturas de libre elección.

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En Desembarco del Rey

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¿Otra boda más? ¿Cuántas llevamos? Yo cuento por lo menos seis, que son más que temporadas tiene la serie. Y, si no me confundo, nos quedan al menos otras dos. No me extraña que casi la mitad de los espectadores de Juego de Tronos sean mujeres. Podéis llamarme sexista, pero ¿quién ve esas comedias románticas en las que al final la chica se casa con el chico? Yo no.

Tommen Baratheon y Margaery Tyrell se casan en el Septo de Baelor con toda la pompa y esplendor al alcance del erario público. En la primera fila está Cersei Lannister, la reina madre, que observa a los empalagosos tortolitos alternando su patentada cara de asco-desprecio-amargura con una sonrisa más falsa que una entrevista de trabajo. Si además tenemos en cuenta que recientemente ha perdido a su padre, que su hermano Jaime está cumpliendo una misión secreta de la que es probable que no vuelva con vida y que Telecinco no la ha invitado a presentar su nuevo talent show de cambio de imagen, no son buenos tiempos para Cersei. Los sueños no suelen hacerse realidad, pero las profecías sí.

Prefiere los funerales.

Por la noche, la pareja real consuma el matrimonio en unos dos o tres minutos (muy por debajo de la media española de 15,2 minutos, pero entiendo que no todo el mundo puede mentir tan descaradamente en las encuestas), y Margaery piropea al extenuado pero muy feliz Tommen diciéndole que es "el rey más dulce que ha existido". Esta mujer va a hacer con él lo que le dé la gana. ¿Os cuesta imaginaros a Tommen acompañándola de compras y cargado hasta arriba de bolsas con ropa y zapatos? A mí no.

Tommen confiesa que le resulta extraño ser rey solo porque su hermano no tenía un antídoto a mano cuando lo necesitaba. Sin embargo, dice, no siente ni una pizca de culpabilidad. No entiendo por qué habría de sentirse culpable. Joffrey era un tirano vicioso y un cretino que se había ganado a pulso un hueco en las esquelas. Además, Tommen no participó en este crimen digno de una novela de Agatha Christie. ¿O sí?

No, no lo hizo. Tommen es un pazguato.

Con el joven rey comiendo de la palma de su mano, Margaery inicia la fase 1 del plan para sacar a su suegra de casa: liar a Tommen para que se convenza de que su madre estaría mejor a mil millas de distancia. La muchacha, como bien sabemos, es una manipuladora de altos vuelos, y, sin ofender a su recién estrenado marido ni decir una sola mala palabra de su suegra, consigue que él mismo reconozca que a la reina madre no le gusta Desembarco del Rey y que, mientras ella esté cerca, él seguirá siendo un niño de mamá.

Su artimaña es menos sutil que el letrero luminoso de un club de alterne, pero Tommen pica porque es un ingenuo que acaba de mojar en caliente y ahora mismo le trae todo sin cuidado.

Esa es la sonrisa de una mujer que sabe que va a manejar a un hombre a su antojo.

A la mañana siguiente, Tommen sale a pasear con su madre y le pregunta, así como quien no quiere la cosa, si no sería más feliz en Roca Casterly. Como el chaval tiene la sutileza de un piano de cola cayendo desde un sexto piso, Cersei se ve venir el percal y visita a Margaery, o, como ella la llama, "esa zorra de Altojardín", que se encuentra cotorreando con sus primas sobre la resistencia sexual de Tommen, la clase de tema sobre la que una madre necesita que la ilustren.

"Le dije: 'Cielo, cuatro veces son suficientes. ¿Es que quieres romper un hito?'. Y dijo: 'Bueno, ¿Qué es un hito? Seguro que podemos romperlo'". Ah, añorada juventud... cuánta energía. Luego no es todo tan fácil y hay que compensar las canas con experiencia y aceites de masaje, arneses, columpios, electroestimuladores, esposas, lencería comestible, lubricantes con base de silicona, sistemas de succión y tracción..., lo normal para mantener relaciones sanas y duraderas.

Margaery recibe a Cersei con sonrisas y abrazos fingidos, que la reina madre devuelve con igual hipocresía, pronunciando palabras amables y ofreciendo su ayuda para lo que su nuera necesite. Sin embargo, en esta ocasión, Cersei parece estar en desventaja y las pullas le llueven a mansalva mientras hace lo imposible por mantener la sonrisa. "¿Podemos traerte algo de comer o beber? Ojalá tuviéramos vino para ti. Es algo temprano para nosotras". ZASCA. "¿Cuál es el modo apropiado de dirigirme a ti? ¿Reina madre o reina viuda?". REZASCA. "Viendo la fortaleza del rey y su entusiasmo, la reina madre muy pronto será la reina abuela". RECONTRAZASCA.

Diría que Margaery se pasa de rosca con las "indirectas" y que tan lista no es si no sabe con quién se la juega. El que adelante no mira, atrás se queda.

Queen Wars: El Poder del Troleo.

En el burdel de Meñique, administrado en su ausencia por Olyvar del Culete Esculpido, el Septón Supremo está atentando contra la Fe de los Siete con un jueguecito de disfraces la mar de inocente cuando es interrumpido por una cuadrilla de gorriones liderada por Lancel Lannister.

"Sois un pecador y vais a ser castigado", dice Lancel, agarrando al Septón Supremo por el gaznate.

Jopé con el primo, cómo ha cambiado. ¿Recordáis cuando solo era un mequetrefe titubeante que no sabía cómo conseguir que el rey Robert entrase en su armadura? Eran buenos tiempos, ¿verdad? No para la familia Stark, claro, pero, eh, hacía menos frío.

Los gorriones sacan del establecimiento al Septón Supremo a empellones y le obligan a recorrer las calles de la ciudad completamente desnudo mientras le llaman pecador y lo azotan con una vara cada vez que intenta cubrir sus vergüenzas. Descacharrante.

Estos no son los desnudos que yo quería ver. HBO me ha engañado.

Tras ser sometido al escarnio y la mofa del pueblo, el Septón Supremo se presenta ante el consejo privado pidiendo que se encierre a los Gorriones y se ejecute a su líder, un hombre al que llaman Gorrión Supremo. A mí me suena a nombre de superhéroe, como Canario Negro o Pájaro Burlón. ¿A vosotros no?

Por supuesto, en lugar de hacerle caso, Cersei lo encierra en las mazmorras, porque ella es así.

Hecho esto, la reina madre, escoltada por Meryn Trant, visita al Gorrión Supremo en el Lecho de Pulgas, el barrio más pobre, sucio y maloliente de la ciudad, el Morpork de Ankh-Morpork.

Al principio, Cersei no reconoce al Gorrión Supremo y se pregunta qué hace aquí el actor que interpretaba al padre de Keira Knightley en Piratas del Caribe, porque Jonathan Pryce no se distingue del resto de gorriones salvo por su edad. Viste una túnica harapienta, va descalzo y sirve a los menesterosos en lugar de hacer como cualquier siervo de dios y darse la vida padre en un ático de lujo de 370 metros cuadrados recién reformado. Tanta humildad y generosidad me intriga. Seguro que oculta algo malo.

Cersei dice que "la fe y la corona son los dos pilares que sustentan este mundo" y que deben hacer todo lo necesario para protegerse entre ellos, lo que demuestra lo fácil que le resulta mentir cuando busca nuevas alianzas. Ahora bien, ¿las está buscando en el lugar adecuado?

No os fiéis de él. Trabaja para la organización terrorista Cobra.

El siguiente lugar al que acude Cersei es el laboratorio de Qyburn, donde el nigromante rebana la cabeza a una rata como quien corta embutidos y nadie quiere saber por qué. La reina madre le ordena que envíe un cuervo con un mensaje a Meñique. ¿El contenido del mensaje? No logro intuirlo. Solo sé que Cersei quiere que a Meñique le quede claro el significado de la palabra "inmediatamente". Sería la primera vez que alguien la entendiera en esta serie.

Mientras Qyburn redacta la misiva, el cuerpo de la Montaña se agita bajo la sábana con tal fuerza que tira un frasco al suelo. ¡Su primera señal de vida y ya está causando destrozos! Es tan hermoso... Por la red ya empiezan a llamarlo Franken-Gregor y me parece un nombre muy apropiado, así que tal vez lo utilice. La Montaña Zombi tiene menos gancho.

"Querido diario: Hoy mi zombi se ha portado muy bien".

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En el Norte

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Los Bolton reconstruyen la antigua fortaleza de la Casa Stark, en ruinas desde el final de la segunda temporada, y, siguiendo las pautas decorativas de Ed Gein, adornan los muros con espantajos despellejados como conejos que ponen a Theon Greyjoy (¿o debería llamarle Hediondo? ) los nervios de punta. Seguro que esta estampa tan macabra le trae recuerdos de los hijos del molinero, a los que ordenó quemar y colgar para hacerlos pasar por los cadáveres de Bran y Rickon cuando tomó Invernalia. Un poco tarde para arrepentirse, me temo.

A veces me pregunto si seré el único que siente lástima por el despojo paticojo en el que Theon se ha convertido. No digo que no se mereciera ocupar su lugar como mascota de Ramsay de Torquemada, pero ya lleva dos largas temporadas sufriendo torturas, vejaciones y estrecheces varias, y ni siquiera cuando hicieron el chistecito de la salchicha fue divertido. Espero que tenga ocasión de redimirse pronto. O al menos de darse una ducha y acicalarse un poco.

Hediondo rima con tocar fondo.

Roose Bolton y su hijo Ramsey se ponen las botas mientras discuten sobre la última campaña de recaudación del IRPF, de la que son resultado los cadáveres colgantes del patio.

"Lord Cerwyn se negó a pagar", explica Ramsay. "Lo desollé vivo, junto a su mujer y a su hermano. E hice que su hijo lo viera".

"¿Y?", pregunta Roose, no muy impresionado.

"El nuevo Lord Cerwyn pagó sus impuestos". Pues entonces igual que en cualquier lugar que conozco, nada nuevo.

Hediondo sirve la mesa con las orejas largas. Tras la muerte de Tywin, los Bolton ya no pueden confiar en el patrocinio de los Lannister, y Roose teme que el Norte se les escurra entre los dedos si las otras casas se conchaban en su contra. "El mejor modo de forjar una alianza no es desollar a un hombre", dice. "El mejor modo es casarse".

Por lo tanto, para mejorar su posición, Roose ha decidido casar a su hijo, y asegura que ha encontrado a la chica perfecta para fortalecer su posición en el Norte. La pregunta es: ¿quién será la afortunada señorita que se case con este soltero de oro?

A Roose Bolton no le impresiona tu forma de recaudar impuestos.

A no muchas leguas de Invernalia, la comitiva de Meñique se detiene en lo alto de una colina para contemplar Foso Cailin, el ruinoso bastión que Hediondo ayudó a capturar para los Bolton mientras a Oberyn le espachurraban la cabeza.

Darth Sansa, que no es la mujer más espabilada de Poniente, pero tampoco es tonta, empieza a oír campanas de boda y le suenan a marcha fúnebre. Efectiviwonder, Meñique quiere casar a su sobrina con Ramsay Bolton, un partidazo para cualquier mujer a la que le gusten los psicópatas, las mazmorras, los instrumentos de tortura y las cacerías estilo Blanco humano.

Puede que a Sansa le desagradase su matrimonio con Tyrion, pero la idea de unirse a la casa que traicionó a su hermano Robb la repele aun más, ya que es incapaz de apreciar su papel en uno de los episodios más impactantes de la historia de la televisión, y se niega en redondo a casarse con un Bolton. Es una lástima que piense así, porque nadie más va a poder presumir de haber estado prometida a los dos psicópatas más populares de Poniente.

Meñique la tranquiliza y le dice que ha llegado el momento de dejar de escaquearse. "Amabais a vuestra familia. Pues vengadla". ¡Así se habla! Es hora de coger la sartén por el mango. De demostrar que nadie hincha las narices a un Stark y se va de rositas. De dar por saco. De calentar un bollito relleno de chocolate en el microondas.

Ahora mismo vuelvo.

-Empieza a hacer algo para gustar a los fans, por favor.

Brienne de Tarth, que sigue de cerca a Meñique y Sansa, decide dar un rodeo para evitar Foso Cailin, ya que el lugar está ocupado por banderizos de los Bolton y además el precio del pienso para caballos está por las nubes.

En un alto en el camino, Brienne pregunta a Pod cómo acabó siendo escudero del Gnomo. Él le cuenta que antes de ser escudero de "Lord Tyrion" lo fue de un señor con una anécdota sobre bebercio y jamones la mar de graciosa y reprensible, y que a él lo hubieran ahorcado como a su señor de no haber sido por su apellido, porque aunque en la serie ser un Payne significa poco más que un cameo del guitarrista de Dr. Feelgood, en los libros Ilyn Payne es el verdugo real y un personaje recurrente. El caso es que como castigo por comerse el jamón equivocado, Tywin Lannister nombró a Pod escudero de su hijo Tyrion, y el resto es historia.

Brienne lamenta ser el peor "señor" que Pod ha tenido, pero él no lo ve así: Brienne venció al Perro y eso la sitúa en el top 3 de guerreros de Poniente. "Me siento orgulloso de serviros", dice el muchacho. ¿Pensarán lo mismo los soldados de las tropas de asalto a las órdenes de la capitana Phasma en Star Wars: El despertar de la Fuerza?

Gwendolyn Christie ya no puede molar más.

A Brienne le llega al corazón el comentario y no solo pide perdón a Pod por haberle echado la bronca tantas veces, sino que se compromete a entrenarle para ser caballero. Le enseñará a luchar con la espada, a cabalgar, a matar dragones y a encontrar cálices sagrados; todo lo que necesita saber un caballero, menos cómo colocarse la carajera; eso lo tendrá que averiguar él solito.

Pod pregunta a Brienne cómo ingresó en la Guardia Real de Renly Baratheon. ¿Qué es esto?, ¿el día del trasfondo espontáneo? La moza le cuenta que cuando era pequeña su padre organizó un baile para buscarle marido y que los hombres se batían por ella y le susurraban canciones de Romeo Santos al oído. Era la niña más feliz del mundo hasta que descubrió que estaban tomándole el pelo y que se reían de ella por lo bajini. "Brienne la Bella" la llamaron, y ella se dio cuenta de que era "la chica más fea que existía, una gran bestia patosa". Sin embargo, Renly no se burló de ella, sino que la consoló e incluso bailó con ella. Algunos gays son así de sensibles y majos y otros visten de cuero y te llevan a bailar a La Ostra Azul.

"Algún día vengaré al rey Renly", asegura Brienne.

Stannis ya puede ir preparándose. Yo desde luego dormiría con un ojo abierto si supiera que hay una mujer de dos metros deseando darme matarile. Incluso si midiera metro cincuenta ya estaría bastante acongojado.

Y ahora que ya se conocen mejor, ¿creéis que podrían hacer algo interesante para variar?

Meñique y Darth Sansa cruzan las puertas de Invernalia y los Bolton los reciben con la misma cortesía que demostraron los Stark cuando el rey Robert y su familia se pasaron por allí en el primer episodio de la serie. Es todo un detalle que hayan descolgado los cuerpos despellejados del patio, y Ramsay parece otra persona, obsequioso e incluso un poco tímido. Sin embargo, Hediondo, que observa sin ser visto, sabe que todo esto es pura fachada y que detrás de esa fachada hay un cafre pirado y mancelloso esperando al momento oportuno para cortar a alguien en rodajas. Hediondo echa de menos su Bratwurst.

Con todo, el premio a la farsante de la semana se lo lleva Darth Sansa, que pone cara de témpano un instante y luego saluda a Roose Bolton con una sonrisa y una reverencia. El Lado Oscuro es fuerte en ella y hay que apreciar lo mucho que ha mejorado la interpretación de Sophie Turner con los años. Ya casi está al nivel de Darren Ewing en Troll 2.

Entre la servidumbre que se ha congregado en el patio para recibir a los huéspedes, distinguimos a Myranda, la novia de Ramsay, que observa a Sansa con ojeriza mal disimulada. Nadie le quita a su cuchi-cuchi psicópata.

-Eres muy mono. No pareces un loco homicida ni nada por el estilo.

Los que os hayáis leído los libros os habréis dado cuenta de que David Benioff y D.B. Weiss han trasladado la trama protagonizada por Jeyne Poole (una amiga de la infancia de Sansa a la que los Bolton hacen pasar por Arya) en Danza de dragones a la propia Sansa, consiguiendo de este modo que la nueva "lady" Stark tenga algo que hacer hasta que George R. R. Martin se siente más de una hora seguida delante de su ordenador y termine de escribir Vientos de invierno.

Ya son al menos tres las tramas que se están desviando de los libros, pero la de Sansa es especialmente diferente e interesante en comparación con la planteada por Martin, porque cualquier cosa es más entretenida que tener a Sansa todo el día encerrada en un castillo cuidando de un crío retrasado.

Seguro que este tipo de cambio no sienta nada bien a los que pretenden encontrar en la serie una adaptación literal de la obra de Martin, pero me parece mejor opción que hacer lo que han hecho con Bran y compañía, a los que han dejado aparcados hasta la temporada siguiente. Cuando volvamos a ver a Bran, el chaval medirá metro ochenta, tendrá bigote y podrá cargar con Hodor.

Pero me estoy yendo por las ramas.

Una señora mayor conduce a Sansa a su dormitorio y antes de marcharse le dice que "El Norte no olvida". A los Stark todavía le quedan amigos en Invernalia, así que a lo mejor Ramsay no se hace una bufanda con la piel de las piernas de su prometida después de todo.

El Norte se ha olvidado el fuego de la cocina encendido.

Más tarde, Meñique mantiene una conversación con Ramsay, del que admite no saber mucho porque no ha leído sobre su trabajo en las esquelas. Entiendo que esta es una manera de decirnos que Petyr no tiene ni la más remota idea de con quién está dejando a su sobrina favorita. Una cosa es que la utilice como un peón en su juego, y otra muy distinta que no se preocupe por ella. Lo cortés no quita lo valiente. Ramsay le promete que nunca haría daño a Sansa, y por "nunca" entiendo que se refiere a dos o tres episodios; cuatro en el mejor de los casos.

Roose  ordena a su hijo que se marche para hablar a solas con Meñique, cuya lealtad hacia los Lannister pone en duda. ¿Le regalan un señorío y él les quita a Sansa y la devuelve a su hogar? Qué marrullero.

Sin embargo, Meñique no está preocupado. Con Tywin muerto, el apellido Lannister no vale un pimiento y, además, la reina Margaery adora a Sansa; en otra vida, hubieran ido juntas de tiendas a probarse modelitos, celebrado pijamadas, visto todas las pelis de Crepúsculo seguidas...

Roose entrega a Meñique la carta de Cersei, que, según dice, ha traído un jinete desde el Valle. La verdad es que no estoy muy puesto en la geografía de Poniente, pero, echando un vistazo al mapa, no me explico cómo ha podido llegar el mensaje tan rápido desde Desembarco del Rey hasta el Nido de Águilas, y desde el Nido hasta Invernalia. ¿Qué nuevos servicios de mensajería utilizan? ¿Cuervos de fibra óptica y caballos de banda ancha?

"Qué raro que el sello esté roto", comenta Meñique con ironía. Estaba así cuando llegó, hubiera contestado yo; pero a Roose no le da vergüenza admitir que solo es precavido. Menudos dos se han ido a juntar. Se admiten apuestas sobre quién se la juega antes a quién.

Meñique recuerda a Roose que la última vez que el Nido de Águilas y el Norte unieron fuerzas "acabaron con la mayor dinastía que este mundo haya visto". ¿La de los Carrington?

A nadie le gusta que cotilleen su WhatsApp.

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En el Castillo Negro

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El presidente Jon Nieve aún no ha recibido el péndulo de Newton, el mini-golf y la taza de "I ❤ THE WALL" que encargó para su nuevo despacho cuando entra por la puerta la primera visita de su mandato. El rey Stannis Baratheon espera una respuesta a la oferta que le hizo en el episodio anterior.

Si quieres convertirte en Jon Stark y ayudar a Stannis a conquistar el Norte,
pasa a la página 25.

Si prefieres seguir siendo Lord Comandante de la Guardia de la Noche,
pasa a la página 32.

Muy a su pesar, Jon pasa a la página 32, y Stannis le dice que es tan terco y honorable como su padre.

"No imagino mayor alabanza", dice Jon.

"No lo decía por alabaros", aclara Stannis. "A vuestro padre lo mató el honor". El hombre tiene menos sentido del humor que un bacalao en el anzuelo.

Aun así, es mucho más gracioso que Pablo Motos.

Jon cambia de tema y pregunta a Stannis cuánto tiempo piensan quedarse en el castillo, porque el supermercado no hace más repartos hasta el mes que viene y últimamente andan escasos de víveres, sobre todo de frijoles, chiles y guacamole, ¡y se acerca el día de la comida mexicana!

El señor de Rocadragón dice que se quedarán quince días más antes de partir hacia Invernalia, lo suficiente para ver otros dos episodios de Juego de Tronos. Cuando Jon le pregunta qué hará con los salvajes que tienen prisioneros, Stannis dice que ese ya no es su problema y le sugiere que hable con Tormund Matagigantes. Quizá él sea más razonable que Mance Rayder y prefiera hacer un pacto antes que ver chamuscarse su barba pelirroja.

Antes de salir del despacho del "presi", Stannis aconseja a Jon enviar a Alliser Thorne a Guardiaoriente del Mar, porque quien dijo aquello de mantener cerca a los enemigos "no tenía muchos enemigos" o había visto demasiadas veces El Padrino.

Davos Seaworth, la Mano de Stannis, se queda con Jon un momento para decirle que quizá esa parte del voto de la Guardia de la Noche que dice que serán "el escudo que defiende los reinos de los hombres" implica algo más que pasarse todo el día apalancados en el castillo pasando frío y procurando no caer en una espiral de homosexualidad.

-En otras palabras: moved el culo.

En el comedor, y como primer acto oficial de su mandato, Jon procede con la aprobación de varios nombramientos, empezando por el de capitán de letrinas, que recae en un pelirrojo melenudo que probablemente prefiera no actualizar su currículo.

Pese a que se llevan como el perro y el gato, Jon nombra a Alliser Thorne capitán de los exploradores, lo que satisface al viejo caballero, mientras que a Janos Slynt lo envía a cuidar Guardiagrís, el castillo más ruinoso y mohoso de la Guardia de la Noche.

Janos dice que "tararí que te vi" y se burla de Jon, rechazando su lordcomandancia. Jon, más serio que el gato del meme Serious Cat, le dice que es una orden, pero Janos se viene arriba y le suelta una frase que no puede traer nada bueno: "Podéis meteros vuestra orden por ese culo de bastardo". Hay quien se basta con la lengua para cavar su propia tumba.

Jon ordena a los hombres que lleven a Janos fuera, y ni siquiera su amiguete Thorne intenta impedirlo. Dudo que Thorne tenga muchas ganas de meterse en fregados ahora que lo han ascendido y puede aspirar a un bonus del 30% de su salario por cumplimiento de objetivos.

La cara de uno que no se entera de la misa la media.

Al ver el filo de Garra, la famosa espada del Power Ranger Blanco, Janos se da cuenta de hasta dónde ha metido la pata y se echa a llorar, admitiendo que es un gallina y pidiendo clemencia. Pero ya es tarde para arrepentirse, y en Juego de Tronos la piedad es un lujo que solos los necios se permiten.

"¡Adiós, hombros!", dice la cabeza de Janos cuando el filo de Garra desciende. ¡ZING!

Desde un balcón, Stannis hace un gesto de aprobación. Los jueces de mesa levantan las cartulinas con sus puntuaciones: 10... 9... ¡y 10! ¡Es un nuevo récord!

-¿Unas últimas palabras?
-Sí, visitad eltipodelabrocha.com.
-Voy a disfrutar con esto.

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En Volantis

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Al llegar a la ciudad libre de Volantis, que tiene más de un punto en común con nuestra querida Salamanca (Catedral Nueva y Puente Romano incluidos), Tyrion se niega a seguir encerrado en el carro un solo segundo más y, con su disfraz de enano borracho (es decir, tal cual), sale a darse un garbeo por la ciudad. Varys no consigue disuadirlo, así que le acompaña a su pesar.

Después de darnos una lección sobre el significado de los tatuajes locales más apropiado para el History Channel que para una serie de HBO, Varys y Tyrion se detienen a escuchar la arenga que una sacerdotisa roja de rasgos orientales dirige a un grupo de esclavos. No sé por qué los amos permiten este tipo de reuniones. ¿No les preocupa que sus esclavos se subleven? Yo sofocaría estos focos de rebelión a manguerazos.

La sacerdotisa dice que la Reina Dragón es la enviada del Señor de la Luz, también conocido como R'hllor, cuya factura me llega cada tres meses, y que ha venido a liberar a los israelitas del faraón. O algo igual de bíblico.

Si alguien entiende por qué una sacerdotisa roja proclama la buena nueva de Daenerys y otra (Melisandre) apoya a Stannis, que me lo explique. ¿Es qué el Señor de la Luz no se aclara con los mensajes que envía a sus acólitos? ¿No están todos de acuerdo en quién es el enviado de R'hllor? ¿Y qué opina el sacerdote rojo que se parecía a Jim Henson?, ¿a quién vota él?

Un voto por Daenerys es un voto por los planes a muy largo plazo.

La sacerdotisa se queda mirando a Tyrion, porque al parecer nunca ha visto un enano borracho, y este decide que no es mal momento para ahuecar el ala.

¡Al burdel!

Sentados a la mesa, Tyrion y Varys observan que la chica más popular del burdel es una cosplayer de Daenerys que lleva el pompis al aire.

"A alguien que inspira a p**** y a sacerdotes hay que tomárselo muy en serio", dice la Araña.

A la vista del servicio, no me extraña que uno de los habituales del lugar sea nuestro viejo amigo Jorah Mormont, que después de ser expulsado del equipo "Madre de Dragones", ha debido de pasar bastante tiempo ahogando sus penas en alcohol. Echaba de menos el patetismo del señor de la Friend Zone.

Como la doble porno de Daenerys está muy solicitada, Tyrion se acerca a otra hurgamandera que le sorprende con su escepticismo. (¿Es el escepticismo una cualidad que los hombres viciosos buscan en los anuncios por palabras? Debo admitir que no lo sé.)

"¿Quién necesita riqueza pudiendo hacer reír a una mujer?", dice Tyrion, que aprendió a ligar leyendo sonetos de Lope de Vega.

Sin embargo, cuando llega la hora de la verdad, el Gnomo no es capaz de proceder con la transacción. Supongo que haber estrangulado a su amante ha afectado a su libido. Quizá ha llegado ese temido pero excitante momento de probar el punto P.

-Desearía que fueras lo último que viera al dormir y que mi cartera siguiera en mis pantalones al despertar.

Tyrion sale a un balcón a aligerar la vejiga mientras se termina la copa, sin darse cuenta de que Jorah se le acerca por detrás con aviesas intenciones. El caballero de la Isla del Oso, que nunca sale de casa sin cuerda y mordaza (claro que sí, hombre), atrapa y amarra al enano, haciendo oídos sordos a sus protestas.

"Os llevo ante la reina", dice.

Si los guionistas pretenden hacernos creer que se refiere a Cersei para que nos preocupemos, van listos, porque para Jorah solo hay una reina del rock, y esa es Daenerys Targaryen \m/   \m/. En otras palabras: salvo imprevistos desafortunados, Tyrion hará el viaje hasta Meereen en otra compañía y con menos lujos y comodidades, pero lo hará igualmente. Nada que vaya a quitarnos el sueño.

¡Límites infranqueables! ¡Límites infranqueables!

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Conclusión

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Creo que ya lo he dicho antes, pero el gran problema de Juego de Tronos son las expectativas. Todos los episodios tienen una calidad más que notable, con un diseño de producción fantástico y un guión impecable; pero la mayoría de seguidores de la serie espera encontrarse en cada episodio otra Boda Roja, no una boda que no acaba en un baño de sangre. Quieren gritar, llorar, reír y mearse de la emoción, y algunos incluso esperan poder subir un vídeo de su reacción sobreactuada a YouTube para aumentar las visitas de su canal a costa de su dignidad. A ellos una decapitación y un secuestro les saben a poco. Yo, por el contrario, prefiero dejarme llevar y disfrutar del viaje, viendo cómo se desarrollan y enredan las tramas hasta explotar en el evento estrella de la temporada.

En este episodio, por ejemplo, hemos sido testigos de la entrada de una nueva ficha en el tablero que promete jugar un papel muy importante en la lucha por el poder: el Gorrión Supremo.

La religión es un tema delicado sobre el que conviene decir cuanto menos mejor para evitar herir susceptibilidades, porque el mundo está lleno de personas que no necesitan tener almorranas para soliviantarse fácilmente, y como yo soy un tipo al que no le gusta meter cizaña, mi postura es que cada cual puede creer en lo que le salga de las narices siempre y cuando no importune a los demás, ya sea en la Virgen de Lourdes, el Monstruo de Espagueti Volador, o Ashtar y su flota espacial extraterrestre.

Advertir a alguien de que si cree en Alá, arderá en el infierno, porque Jesucristo es la única opción verdadera, es tan del siglo XV que no debería hacer falta ni decir lo rancio que huele. Y estoy hablándoos de un siglo en el que la gente aún se raspaba la planta de los pies para aliviar el dolor de cabeza.

¿Queréis intentar convencer a un hindú de que Buda le da mil vueltas a Visnú? Para mí es lo mismo que intentar convencer a un fan de DC de que el Vigía es más poderoso que Superman. Mientras no lleguéis a las tortas, allá vosotros y vuestro tiempo, pero lo que no voy a entender ni condonar es el fanatismo religioso.

Y esa es precisamente la clase de fanatismo que, poco a poco, está introduciendo esta temporada en Juego de Tronos. Ya sabíamos que en Poniente y Essos había muchas religiones distintas, la de los dioses antiguos, la de los dioses más modernos y enrollados, la del dios caballo, la del dios ahogado..., pero ninguna había jugado un papel tan directo en el conflicto entre los Siete Reinos. Esto parece que va a cambiar con la llegada de los gorriones a Desembarco del Rey.

Cersei, ándate con ojo.

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