En mi permanente búsqueda de buenas aventuras gráficas, ya sean antiguallas como Zork o videojuegos de rabiosa actualidad como The Book of Unwritten Tales 2, siempre ando leyendo listas de "mejores aventuras gráficas de todos los tiempos", y sorprende ver que hay muy pocas que no incluyan Grim Fandango entre los primeros puestos. ¿Por qué? Si no lo sabéis, puede que hoy lo averigüemos juntos.
Introducción
Grim Fandango fue un proyecto de finales de la década de 1990 ideado y dirigido por Tim Schafer, un joven creativo de LucasArts que un día se levantó de la cama con ganas de hacer algo innovador y no de fagocitar el pasado como hace ahora su yo de cuarenta y siete tacos.
Schafer quería que su próximo juego se diferenciase de las aventuras gráficas convencionales más de lo que lo había hecho ya Full Throttle, y para modernizar el género tenía que saltarse la tradición a la torera. De este modo, Grim Fandango fue la primera aventura gráfica de LucasArts en pasar un kilo del sistema SCUMM, recurrentemente utilizado en las aventuras de la compañía desde el mítico Maniac Mansion, para sustituirlo por el sistema GrimE, que permitía manejar a los personajes con teclado en lugar de ratón y cambiar los píxeles por monigotes tridimensionales que meneaban el esqueleto en escenarios pre-renderizados. Incluso la interfaz estaba diseñada para evitar la impresión de estar jugando a un videojuego, sin verbos de acción ni cursores en pantalla.
¡Y vaya sí el señor Schafer consiguió dar un lavado de cara al género! Tal lavado le dio que casi le borra la cara del todo. Grim Fandango escribió el último capítulo del libro de la edad dorada de las aventuras gráficas y se convirtió en el broche de oro de los clásicos del género, abriéndose tras él una época de mediocridad tridimensional sin parangón de la que ya hemos hablado en alguna otra ocasión.
¿Y qué ocurre cuando uno se dispone a escribir una reseña sobre una piedra angular de las aventuras gráficas a la que la mayoría califica de obra maestra? ¿Puede hablar con total libertad, sin que le afecte la opinión generalizada? ¿Puede confiar en que los seguidores acérrimos y recalcitrantes del juego acepten una crítica en la que no sean todo elogios y alabanzas alimentadas por la nostalgia sin enviar al susodicho una caja llena de mangostas rabiosas por correo?
No lo sé, pero es hora de que me sincere acerca de Grim Fandango.
La historia
Una calavera andante con su propio despacho. Lo que me quedaba por ver. |
El juego se desarrolla en la Tierra de los Muertos, a donde van a parar las almas de los difuntos y desde donde estas emprenden un peligroso viaje al Noveno Infierno, la tierra del reposo eterno. Las personas que fueron buenas en vida ven recompensadas sus acciones con paquetes de viaje que les facilitan el recorrido, y los más beatos incluso pueden aspirar al ansiado billete en el Número Nueve, un tren que conduce hasta el Noveno Infierno en cuatro minutos. Por el contrario, las personas que llevaron una vida de pecado se enfrentan a un peligroso y largo viaje de cuatro años. Por eso, muchos se rinden y buscan trabajo en la Tierra de los Muertos.
Manny Calavera es un agente de viajes que trabaja en el Departamento de la Muerte, esperando compensar la deuda que contrajo en vida vendiendo los mejores paquetes de viaje que los muertos se merezcan. Harto de que siempre le asignen los peores clientes, a los que solo puede vender billetes en la línea Excelsior (un bastón con la palabra "Excelsior" grabada en el mango y equipado con una brújula), Manny roba una cliente a su triunfador compañero Domino, convencido de que Mercedes Colomar se merece un billete en el Número Nueve. Pero aunque Meche fue una santa en vida, el ordenador del Departamento de la Muerte la condena a un viaje a pie de cuatro años por la Tierra de los Muertos.
Después de que Meche se vaya, el destrozado Manny descubre una conspiración en la que está en juego el futuro de los muertos...
Lo bueno
El secreto del éxito son los trajes de colores chillones. |
Visualmente Grim Fandango es un exótico cóctel que resulta de combinar el Art Deco de la década de 1930 con motivos propios del Día de los Muertos, la fiesta en la que los mexicanos honran a los difuntos con floridos esqueletos de pega y altares multicolores que son una verbena para las retinas. La banda sonora también refleja esta original fusión con sus memorables melodías de jazz y mariachi, y la atmósfera que resulta de todo ello es la de una película clásica de cine negro en la que se hubieran introducido elementos del folklore mexicano.
En línea con su presentación, la historia parece sacada de las páginas de una novela negra, pero con un barniz sobrenatural, y está muy bien escrita y todavía mejor interpretada. Sin duda, merece la pena jugar a la versión original en inglés solo por oír el acento mexicano de Manny y sus localismos, aunque el Domino argentino del doblaje español tampoco tiene desperdicio. Los diálogos de las aventuras gráficas de LucasArts siempre fueron inteligentes y divertidos, y aquí alcanzan cotas insospechadas de genialidad, parodiando y a la vez homenajeando el género noir, con líneas propias de una novela de Dashiell Hammett pasadas por el filtro cómico de las aventuras de LucasArts.
Cítala otra vez, Glottis. |
Cada personaje, a pesar de los estereotipos, está perfectamente perfilado y caracterizado. El inocentón demonio Glottis, la encantadora y trágica Meche, el arrogante y cruel Domino... y en especial Manny Calavera, un Humphrey Bogart descarnado que "sobrevive" con cinismo en esta Casablanca del Octavo Infierno. "¿Enamorado?", contesta Manny cuando el líder revolucionario Salvador Limones le pregunta por Meche. "El amor es para los vivos. Tengo una razón para ir tras ella. Es mi billete de salida". Chapó.
Todo lo anterior es lo que para mí convierte a Grim Fandango en un clásico y lo que hace de él un título indispensable para los amantes de las aventuras gráficas y, en general, de los videojuegos con más chicha y menos piu-piu. Una excelente comedia noir animada en la que tú eres el protagonista.
Lo malo y lo feo
La Tierra de los Vivos da repelús. |
Dicho lo anterior, ahí acaba mi historia de amor con Grim Fandango, y el resto es una espiral de gritos y ropa arrojada con violencia por la ventana. Porque el juego en sí, como aventura gráfica, es un desastre de padre y muy señor mío. Los puzles están bien planteados sobre el papel, pero su implementación es frustrante y marranera. ¿La culpa? Este dedo acusador apunta a la interfaz del juego.
El principal problema es lo incómodo que resulta manejar a Manny con el teclado, un pálido sustituto del point and click tradicional. Y aunque Grim Fandango no alcanza los niveles de desmañamiento motriz de los dos primeros Resident Evil, no por ello deja de ser una calamidad. No es raro toparse con algún mueble y frenarse en seco, ni chocar con una esquina y girar de golpe hacia el lado equivocado; y la única manera de saber si podemos interactuar con un objeto es arrimándonos a él y fijándonos en si Manny gira sutilmente la cabeza para mirarlo, lo que provoca que cuando hay dos o más objetos juntos, te olvides fácilmente de uno de ellos.
A lo anterior debemos añadir que hay muchas pantallas en las que no hay nada que hacer, salvo contemplar el escenario cuando las cruzamos de un lado a otro, una forma de hacerte perder el tiempo correteando estúpidamente con la esperanza de que en el próximo lugar que visites seas capaz de resolver un puzle que te permita seguir avanzando. Esto es especialmente fastidioso en el año 2 de la aventura, donde hay multitud de escenarios y ningún atajo que nos libre de los largos paseos por Rubacaba.
Muy bonito, sí, pero no te lo parece tanto cuando pasas por delante por quincuagésima vez. |
El sistema de inventario también es un martirio. A golpe de tecla, la cámara pasa a un primerísimo primer plano del torso de Manny y, pulsando derecha e izquierda, su mano huesuda va mostrando los objetos que lleva encima uno a uno. Cuando hayamos escogido el objeto que queremos usar, Manny lo sacará de su chaqueta y lo llevará en la mano hasta que lo utilicemos o lo guardemos de nuevo. Es un sistema tedioso y aparatoso, y muy inferior al inventario clásico del sistema SCUMM.
La versión remasterizada que salió a la venta en enero de este año soluciona en parte algunos de los problemas que he mencionado al permitir controlar a Manny con el ratón. Pero tampoco el control con el ratón está pulido al cien por cien. No puedes elegir interactuar con un objeto lejano de forma que Manny corra hasta él en lugar de caminar con toda la pachorra del mundo, y la mayoría de veces el doble clic no funciona cuando el lugar hacia el que quieres dirigirte es el que te permite pasar de una pantalla a otra, que es precisamente cuando SIEMPRE debería funcionar. Es para tirarse de los pelos. El que los tenga, claro.
A comer ansias. |
Conclusión
A pesar de todos sus defectos, me veo en la tesitura de recomendar Grim Fandango a cualquier aficionado a las aventuras gráficas. Y no lo digo por haceros la puñeta y que echéis espumarrajos rabiosos por la boca, sino porque la ambientación y el guión son tan buenos que hacen que merezca la pena soportar todos y cada uno de sus problemas.
Tampoco penséis que es la nostalgia la que escribe estas líneas. Cuando empecé a jugar a la versión remasterizada, pensaba que la experiencia sería como una de esas veces en las que te reencuentras con un viejo amigo al que hace la tira de años que no ves y resulta que estar con él ya no es tan divertido como antes, y te preguntas si realmente es la misma persona que te acompañó por las calles de Metro City repartiendo galletas a diestro y siniestro para rescatar a la hija del alcalde. Pero, por suerte, este viejo amigo llamado Grim Fandango sigue divirtiéndome igual que cuando lo conocí y hoy disfruto tanto como ayer sumergiéndome en su mundo de humor negro y folklore mexicano.
La mejor historia de amor vista en un videojuego. |
Hace años que lo tengo en la lista de juegos pendientes, ahora que se de los defectos jugaré a la versión remasterizada.
ResponderEliminarMirándolo por el lado bueno ahora el género de las aventuras gráficas está volviendo a ponerse de moda, si hay suerte puede que Disney decida revivir algunas de las franquicias de Lucasarts.
Gracias por su deliciosa reseña, sr Brocha, lamentablemente el Windows 8 y yo no nos llevamos bien ni al parecer él tampoco se lleva con los emuladores que permitían jugar a estos maravillosos juegos de los 90.
ResponderEliminarSeguiremos intentándolo.
Es de esos juegos que deseas que saquen una versión "free" en Steam , despues de este juego las aventuras gráficas se fueron reduciendo a las innumerables versiones del resident evil con alguna rara excepcion como el Broken Sword
ResponderEliminarDe la misma manera que he sido crítico con ciertos fallos del blog a mi manera de ver, hoy me toca decir que este artículo es lo mejor que he leído en tu blog.
ResponderEliminarUn gran tema, bien desarrollado y sin perder la objetividad, y sobretodo olvidando eso de meter un chiste cada línea.
Clap clap, Tipo de la Brocha.
No perdí horas ni na paseando por Rubacaba y recitando poesía chorra en The Blue Casket por gusto. Una banda sonora mucho más que recomendable; raro es el dia que no escuche algunas de sus canciones. Y muchos han sido los contorsionistas de globos que no han sabido que hacer cuando les he pedido que me hagan a Gloria Fuertes.
ResponderEliminarAnonimatus: Un nuevo Monkey Island u otra aventura de Indiana Jones es todo lo que pido.
ResponderEliminarDoctor Müller: Dos palabras: versión remasterizada.
Alberto Blanco: Sí, hubo una época de sequía, pero ahora el agua vuelve a fluir y hay muy buenas aventuras gráficas ahí fuera.
ferenckorut: Gracias. No te acostumbres.
Aday: Sí, es una banda sonora inspiradora... Pero ni de coña me creo que la escuches casi a diario.
Genial artículo, como siempre.
ResponderEliminarPor si le llama la atención: http://store.steampowered.com/app/335000/
Visualmente cautivador; grotesco, pero cautivador. Sin embargo, he jugado a la demo y no es mi estilo de juego. La buena noticia es que hoy The Dark Eye: Chains of Satinav está de oferta en Steam. ¡Hurra!
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