Juego de Tronos: Los niños

Y fueron felices y comieron perdices. Fin.

Así acaban los cuentos clásicos y así acaba también la cuarta temporada de Juego de Tronos, pero en mi caso sustituyendo las perdices por Doritos rancios de una bolsa que lleva abierta desde hace una semana. No vamos a ponernos exquisitos después de ver cómo a Oberyn le aplastaban la cabeza como a una ciruela, ¿a que no?

La mayoría de seguidores de la serie se despiden de Juego de Tronos hasta dentro de diez largos meses, quizás menos si también leen los libros a medida que se van publicando y George R. R. Martin nos sorprende a todos terminando de escribir Vientos de invierno antes de que acabe el año. Pero ese no es mi caso. Yo tengo mucho trabajo atrasado. Trabajo que debería haber hecho en 2011, pero al que no pillé el tranquillo hasta hace dos años. ¿Sabéis de qué hablo? Pues no se lo contéis a nadie. Es un secreto.

De todos modos, si la serie os parece un muermo y tampoco soportáis mis recapitulaciones, vais a seguir recibiendo vuestra dosis semanal de lo que sea que os gusta que escriba, lo que probablemente incluya nuevas entradas sobre los Masters del Universo. Haters gonna hate.

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Al otro lado del Muro y en el Castillo Negro

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El episodio comienza justo donde acabó el anterior. Si ya os habéis olvidado de dónde nos habíamos quedado, pinchad en el enlace y mejorad las estadísticas del blog. Y luego comprad algún complejo vitamínico para mejorar la concentración.

Jon Nieve se adentra en el bosque al norte del Muro hasta que un grupo de salvajes le da el alto. Después de pedirle la documentación, le conducen hasta Mance Rayder, al que, pese a su supuesta importancia en la trama, apenas hemos visto el pelo. Ese pelo grasiento de profesor Snape que tiene. Supongo que el caché del actor Ciarán Hinds debe de ser bastante alto, aunque teniendo en cuenta que hizo de villano en Tomb Raider 2 y El Motorista Fantasma 2, me sorprende que no trabaje a cambio de cacahuetes y un brick de zumo.

Ave, César. El que viene a matarte te saluda.

Jon dice a Mance que viene a negociar con él, no a intentar asesinarle en absoluto, no, señor. El Rey-más-allá-del-Norte, con la mosca detrás de la oreja, le invita a su tienda, donde charlan sobre la traición de Jon, la coronación de Felipe VI, la humillación de España en el Mundial de Fútbol y la muerte de Ygritte.

Mance propone brindar por la pelirroja y Jon está a punto de atragantarse cuando descubre que no le han servido vino, sino una bebida norteña, Stolichnaya probablemente (cuádruple destilación y 40% de alcohol, levanta a los muertos y les pone a bailar el kalinka). El Rey-más-allá-del-Muro dice que Mag el Poderoso, al que mataron en el túnel, era el rey de los gigantes y pertenecía a una estirpe que se remontaba al tiempo de las folclóricas. Jon le dice que Grenn era campesino y pertenecía a una larga estirpe de gente que olía a estiércol. Es el mejor momento de Jon Nieve desde que empezó la serie.

Después de beber por los caídos en combate, Mance revela que 2.000 de sus hombres están escalando el Muro en este momento, en una zona libre de guadañas asesinas, y propone a Jon que la Guardia de la Noche les deje atravesar el túnel a sus anchas. Lo único que quieren es alejarse del Norte antes de que llegue el invierno y la calefacción se les ponga en un pico, y si la Guardia de la Noche no les hincha las narices, él le asegura que el pueblo libre no les hinchará las suyas.

-De sacar unos boquerones en vinagre ni hablamos, ¿no?

A Jon no se le da nada bien disimular y, como no para de pasear la mirada por todas las armas disponibles en la tienda, desde el cuchillo de mantequilla hasta el fusil AK-47 que hay colgado en la pared, Mance se da cuenta de que ha venido a asesinarlo, no a ponerse ciego como un piojo ni a negociar su rendición. El ambiente empieza a caldearse cuando, de repente, suena un cuerno. ¿Ya ha llegado la comida china que pidieron?

¡No! ¡Es el Séptimo de Caballería! Los rohirrim hacen la pinza al ejército salvaje y, después de una breve escabechina, el Rey-más-allá-del-Muro depone sus armas ante Stannis Baratheon, siempre acompañado por el fiel Davos Seaworth. Se ve que dieron un buen uso al préstamo del Banco de Hierro. Barcos nuevos, ejército nuevo... están que lo tiran. Ya llorarán cuando les llegue una carta del banco solicitando que cancelen la deuda si no quieren que caiga sobre ellos una sentencia condenatoria por impago.

Después de que los reyes terminen de ver quién la tiene más grande, Jon se presenta como el hijo de Ned Stark (R.I.P.) ante "Su Majestad". Stannis cree que Ned era un hombre honorable porque apoyó su candidatura, así que pregunta a Jon qué considera que hubiera hecho su padre con Mance. Imagino que confiar en él, luego permitir que le traicione y, por último, morir decapitado condenando así a su familia a una sucesión interminable de eventos nefastos.

Jon responde que enchironarlo y escucharlo. No sabes nada, Jon Nieve.

-¿Recordáis el mensaje que mandasteis pidiendo ayuda? Por suerte para vosotros, no me funciona el antispam.

En el Castillo Negro, la Guardia de la Noche quema los cuerpos de todos los caídos en la batalla para evitar que regresen como zombis y parodien el videoclip de Thriller. Sería de mal gusto estando muerto Michael Jackson, aunque no tanto como exprimir al máximo sus canciones póstumas.

Las miradas de Jon y Melisandre se cruzan a través del fuego. No jorobes. ¿Otra pelirroja? ¿Y además bruja? No aprendes nada, Jon Nieve.

Miau.

Jon visita a Tormund Matagigantes en su celda para preguntarle si el pueblo libre tiene alguna costumbre absurda en lo relativo a ritos funerarios, como cortar el cadáver en pedacitos y llevarlo a una montaña para que se lo coman los buitres, hacerse una sopa con sus cenizas, o exhumar el cadáver cada cinco años para bailar una sardana con él. Tormund le dice que el muerto al hoyo y el vivo al bollo, y que Ygritte le amaba. Ella no lo dijo nunca, pero se pasaba el día repitiendo que iba a matarlo y que se haría un collar son su pilar y sus rocas, así que no hay que ser muy espabilado para saber que la chica seguía loquita por sus huesos.

"Ella era del norte, del auténtico norte, ¿me comprendes?", dice Tormund. Jon comprende y regresa al norte del Muro para quemar el cuerpo de Ygritte en una pira funeraria individual. Esta segunda despedida es bastante más emotiva que la del capítulo anterior. Además, me recuerda al final de El retorno del Jedi.

Ardería más rápido si ya hubieran inventado las pastillas inflamables.

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En el Bosque Encantado

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Después de una caminata que ha durado, no sé, doscientos o trescientos episodios, Bran y compañía por fin alcanzan el final de su camino. ¡Su destino les aguarda!

¿Qué cuál era ese destino? No prestáis ninguna atención a esta parte de la historia, ¿verdad? Lo entiendo. Es un rollo. Pero eso va a cambiar durante los próximos minutos.

El gran arciano de las visiones de Jojen está a tiro de piedra y sólo unas decenas de metros les separan de él.

Pero esto no sería Juego de Tronos si no hubiera un último escollo mortal e impensable en el camino, ¿verdad? Al cruzar por el campo nevado, una mano huesuda emerge cual clavelito antártico de entre la nieve y agarra a Jojen. ¡Espectros! Pero no espectros corrientes y molientes como los que hemos visto hasta ahora en la serie, es decir, actores maquillados para parecer zombis de tres al cuarto, sino una versión 2.0 de los esqueletos de Ray Harryhausen. No hay nada que mole más. NADA.

Esqueleto. Mueve 6 espacios. Ataque 2 dados. Defensa 2 dados. Cuerpo 1. Mente 0.

Recuerdo que cuando empezó la serie intenté convencer a una amiga para que viera Juego de Tronos. Ella decía que no le gustaba el género fantástico y yo le dije que fenomenal, porque en la serie el elemento fantástico brillaba por su ausencia y que se trataba más bien de un culebrón medieval. Por supuesto, lo más fantástico que tenía la primera temporada eran los huevos de dragón fosilizados. No sospechaba que algún día llegaríamos a ver algo tan alucinante como esqueletos armados con espadas y hachas.

Bran toma prestado el corpachón de Hodor para aplastar a los espectros, pero al hacerlo deja a su yo paralítico indefenso. Cuando parece que ni siquiera su lobo Verano pueda salvarlo, una chiquilla vestida como uno de los Niños Perdidos de Peter Pan aparece de la nada y empieza a lanzar bolas de fuego a discreción. ¡Flash! Incendio y cremación.

Jojen es menos afortunado que el joven Stark y una de las criaturas le apuñala el estómago hasta dejárselo como una escurridera. La chiquilla apremia al grupo a que la sigan a una cueva antes de que los espectros se reagrupen y les entretengan con el baile de los esqueletos. ♫♫ El hueso de la costilla se conecta con el hueso del brazo. ♫♫ El hueso del brazo se conecta con el hueso de la cabeza... ♫♫

Meera, hecha un mar de lágrimas, se toma un instante para ahorrarle el sufrimiento a su hermano. ¡Eh, espera un momento! Jojen tuvo una visión en el episodio 4x05 en la que veía su propia mano en llamas. ¿No debería morir abrasado? Respondiendo a esta pregunta, la chiquilla le lanza una bola de fuego. Parece ser su solución para todo.

-Lo único que lamento haberme dejado acuchillar las tripas por un esqueleto viviente.

La niña perdida les conduce al interior de la cueva, en la que, por suerte, los espectros no pueden entrar porque aquí "el poder que los mueve carece de efecto". En otras palabras: se reserva el derecho de admisión.

"¿Quién eres?", le pregunta Bran, obviando la pregunta más importante, que es: ¡¿Cómo rayos es que lanza fuego?! ¡¿Se ha convertido esta serie en una partida de Dragones y Mazmorras o qué?!

"Los primeros hombres nos llamaban los niños, pero nacimos mucho antes que ellos", responde la chiquilla. Estoy casi seguro de que es la primera mención que se hace a "los niños" en la serie, y no recuerdo haber leído sobre ellos en los tres primeros volúmenes de Canción de hielo y fuego, aunque probablemente me equivoque. De todas formas, como la chiquilla lleva un vestido hecho de musgo, liquen y hojarrasca, y además lanza bolas de fuego como Super Mario, voy a suponer que "los niños" son una especie de hippies mágicos, como los elfos pero en chiquitito.

-Bangarang, Peter.

La niña conduce al grupo hacia lo más profundo de la cueva, que se extiende bajo las raíces del gran arciano. Algunos cuervos revolotean en el aire, y el suelo está cubierto de calaveras y huesos. Es muy acogedor.

Colgado entre las raíces del arciano, hay un viejo vestido de negro que recuerda a Panorámix el druida. Es el el Ten Shin Han de los cuervos de las visiones de Bran. El anciano dice a Bran que estaba esperándolo, pero que llega tarde. No te pases, viejo. El chico no es precisamente Carl Lewis y en la entrada ni siquiera hay una rampa para personas de movilidad reducida.

"Os he observado a todos, toda vuestra vida, con mil ojos y uno más", dice el cuervo de tres ojos. Así que trabajas para la NSA, ¿eh? ¡Devuélveme mis datos, maldito!

Bran le pregunta si le ayudará a volver a caminar. El cuervo de tres ojos le dice que no, que los milagros son tres arcianos más al norte, ¡pero que podrá volar! Si su solución consiste en que piense en algo encantador, "algo bello muy hermoso", dejo de ver la serie.

-Llevo aquí enredado 100 años alimentándome a base de raíces, ¿podrías ayudarme a bajar?

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En Meereen

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Daenerys Targaryen sigue recibiendo en audiencia a los habitantes de la ciudad, porque así mantiene la cabeza ocupada y no piensa en la deslealtad de Ser Jorah y además es menos desesperante que desenredar el cardado a Missandei.

El primer solicitante es un liberto muy viejo que parece muy majo hasta que le dice que todo eso de la libertad está muy bien, que incluso se emociona cuando oye el tema Freedom de la película Django, pero que él antes era un tutor respetado y ahora, en cambio, tiene que pelearse con ex esclavos más jóvenes que él en los comedores sociales para sobrevivir. Es decir, que si no es mucha molestia, se meta su libertad y la Declaración Universal de Derechos Humanos donde le quepan.

Era más fácil cuando se trataba de reemplazar cabras.

Dany empieza a darse cuenta de que no se puede romper la estratificación social de la noche a la mañana y permite al hombre que firme un contrato de un año con su antiguo amo. El anciano se alegra mucho. Nada como la esclavitud para sentirse un hombre nuevo.

¿Puede empeorar el día? Por supuesto que sí.

El siguiente solicitante es un pastor que trae algo envuelto en una manta. Espero que sean más cabras churruscadas.

A ti te llamaré Huesitos..

Pues parece que no son cabras. Esta vez se trata del esqueleto renegrido de una niña pequeña. ¡Drogon malo! ¡Eso no se hace!

Dany intuye que el pastor no se va a alegrar mucho si le cambia el cadáver de su hija por tres niñas nuevas y toma la decisión más difícil que ha tomado desde que cambió de champú para el cabello. Drogon está más perdido que Wally en un libro de El ojo mágico, así que Viserion y Rhaegal pagan el pato. La Madre de Dragones desciende con ellos a las catacumbas y los encadena a una pared.

Con lágrimas en los ojos, supongo que porque ha estado pelando cebollas, Dany encierra a sus dragones en el cuarto de los ratones. ¿No bastaba con golpearles el morro con un periódico enrollado, o quitarles su juguete favorito?

Se está escamando.

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En Desembarco del Rey

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Gregor Clegane, alias la Montaña, yace inconsciente en una mesa del laboratorio del Gran Maestre Pycelle. Las heridas que le infligió Oberyn Martell en el juicio por combate tienen el aspecto de la clase de pizza bolognesa que encontrarías en un puesto de comida barato en Estambul, y a juzgar por la cara de Cersei, también apestan como mil diablos.

Pycelle y Qyburn coinciden en que el príncipe dorniense untó la lanza de mermelada de mantícora para envenenar a su contrincante; pero mientras que el primero sugiere que vayan llamando a los beneficiarios del seguro de vida de la Montaña, el segundo dice que existe una posibilidad de salvarlo…., aunque, eso sí, no volverá a ser como antes. Pycelle no da crédito a lo que oye y aprovecha para recordarnos que Qyburn perdió la cadena de maestre por saltarse a la torera el código deontológico de la orden.

A Cersei le importa un comino el método empleado siempre que la Montaña vuelva a cabalgar con la fuerza de antaño, así que manda a Pycelle a hacer gárgaras y le da el visto bueno a Qyburn para que proceda con sus experimentos. Sin perder ni un minuto, el ex maestre comienza a drenar la sangre emponzoñada del gigantesco paciente.

¿Regresará Gregor Clegane la próxima temporada convertido en un monstruo de Frankenstein? ¿Cómo le llamaremos entonces?, ¿Über Montaña?

-Trabajé como maestre para Randy Savage en los años ochenta. Creo que podré apañarme.

A continuación, Cersei se dirige a los aposentos de su padre y le dice que su boda con Ser Loras "Mariposón" Tyrell se van a cancelar sí o sí. Ahora que ya ha conseguido hundir a su hermano Tyrion, no va a entrar por el aro y largarse a Altojardín a vivir una aburrida vida de casada lejos de las relaciones incestuosas y las conspiraciones palaciegas. Jamás dejará a su hijo Tommen en manos de dos manipuladores de nivel A+ como son su propio padre y esa asaltacunas de Margaery Tyrell.

Tywin le recuerda su deber para con la familia y empieza a contar una batallita de cuando Cersei tenía nueve años y no quería quedarse en Roca Casterly. Cersei le interrumpe y le dice lo que le dijo el tío Joey al tío Jesse: "Corta el rollo".

Si es necesario, la reina regente incluso está dispuesta a contar la verdad sobre Jaime y ella a la prensa rosa para fastidiar los planes de su padre. Tywin se hace el loco y se niega a creer que todos sus nietos sean fruto de la endogamia. ¡Eso acabó con los Austrias! Pero Cersei sabe que él lo sabe y que le joroba no poder evitarlo. "Tu legado es una farsa".

Tywin tenía que haberla metido en un convento cuando cumplió doce años.

-Y además soy rubia de bote.

Después, Cersei encuentra a Jaime en la Sala Circular ojeando de nuevo su entrada en la wiki de la Guardia Real, rumiando quizá sobre cómo editarla sin que se note mucho. La parte del oso debería ir acompañada de ilustraciones de Carl Critchlow o Frank Frazetta. ¿Y por qué no inventarse una parte con rinocerontes y espadas láser?

Ella le dice que ha contado a su padre la verdad sobre ellos y que ha elegido estar con su hermano. Cersei se arrodilla ante Jaime y no le hace lo que todos tememos que haga, sino que le besa la prótesis dorada. "Amo a mi hermano", le dice.

Y entonces se lo montan sobre la mesa de arciano de la Guardial Real. En esta serie, las criadas se deben de pasar todo el santo día quitando marcas de posaderas del mobiliario.

Nada como besar a tu hermano en los morros para alegrar el día.

Excepto esto.

Por la noche, Jaime se presenta en las Celdas Negras para liberar a Tyrion, y le conduce a través de una serie de pasadizos dignos de un dungeon crawler hasta llegar a unas escaleras. Jaime le dice que un barco le espera en la bahía para conducirle a las Ciudades Libres, pero antes debe reunirse con Varys. Al final va a resultar que la Araña no es tan mala como parecía en el juicio. La alternativa sería que tuviera plan más complicado que no comprendo, y no quiero quedar como un tonto, así que voy a ignorar esta posibilidad.

La despedida de Jaime y Tyrion, aunque breve, es muy emotiva, y admito que me conmueve. Por un lado, estoy contento de ver en pantalla a dos hermanos que se quieren y cuidan el uno del otro, algo más propio de una película de Disney Channel que de la HBO; por otro lado, estoy triste porque se separan y me sorprendería mucho que volvieran a encontrarse. No puedo evitar sentirme así. Las relaciones fraternas saludables, es decir, las que no son como la que mantienen Jaime y Cersei, me tocan la fibra sensible. Yo me llevo muy bien con mi hermano y siempre he estado pendiente de él, algo que considero apropiado siendo su hermano mayor. Es cierto que una vez estuvo a punto de arrancarme la nariz de un bocado y lo estrangularía cuando me hace alguna perrería jugando al Mario Kart, pero es mi hermano. Eso es algo que no va a cambiar.

A todo esto, creo que acabo de desarrollar ovarios. ¿Debería ir al médico o será suficiente con ver un par de películas de Charles Bronson?

-Hazme un favor, Jaime. No vuelvas a actuar en una película con Cameron Díaz.

Tyrion decide hacer un alto en el camino y asciende por un pasadizo secreto a la Torre de la Mano. La ropa de Tywin está tendida sobre una silla y, aunque no parece que él se encuentre en el dormitorio, hay una mujer en su cama.  O bien es Ricitos de Oro testando camas, o bien, como decían en los anuncios de tomate Orlando, ¡guate, aquí hay tomate!

La mujer se vuelve hacia la cámara, somnolienta, y… jamás hubiera acertado a decir quién era. ¡Es Shae!

¡La misma que se desviste y a la que se calzan!

No me puedo imaginar lo que estará pasando por la cabeza de Tyrion en este momento, pero esto ya es el colmo. La muy @#$% no sólo mintió en el juicio para condenar a su cuchi-cuchi, sino que encima ahora resulta que se acuesta con su padre y jurado. Si no muere en los próximos dos minutos, voy a aporrear el teclado hasta que salten todas las teclas. ¡Y el ordenador es casi nuevo!

Shae coge un cuchillo e intenta coser a puñaladas a su ex, pero Tyrion se defiende en los límites de la credibilidad y la estrangula con su colgante dorado. ¡Ding dong! ¡La bruja ha muerto! Una ronda de chupitos para todos, camarero. Yo invito.

Esta es la razón por la que nunca llevo collares. Bueno, esa y que no soy Mr. T.

Destrozado y desesperado, Tyrion coge de la pared la súper-ballesta del interfecto rey Joffrey y se desliza sigilosamente hasta el escusado, donde sorprende a su padre sentado en el trono. Pero no en el Trono de Hierro, sino en la letrina, también llamada váter, retrete, inodoro o, menos virtuosamente, cagadero. Ya sabéis, el lugar al que acude todo hombre cuando quiere quitarse un peso de encima.

"Suelta esa ballesta", ordena Tywin nada más ver a Tyrion. Puede que el patriarca de los Lannister sea un tirano al que no le tiembla el pulso a la hora de condenar a muerte a su propio hijo, pero hay que elogiar que sea capaz de mantener la compostura y la autoridad incluso con los pantalones bajados hasta los tobillos. A mí me hubieran pillado leyendo algún cómic de los 4 Fantásticos o de Transformers y me hubiera sentido bastante ridículo.

-¿Te importa? Estoy dejando a Obama en la Casa Blanca.

Tywin dice que no pensaba ejecutar a Tyrion, lo que suena a mentira podrida, y sugiere que discutan el asunto en sus aposentos, donde no huele a remolacha y venado tras haber pasado por el tracto gastrointestinal de un hombre de setenta años. Tyrion confiesa que ha matado a Shae, y su padre le dice que eso es lo de menos porque Tyrion es un Lannister y ella, una "mujer de afecto negociable" (obviamente Tywin es un hombre demasiado eficiente para utilizar cuatro palabras para referirse a Shae, pero prefiero los eufemismos).

Tyrion reta a su padre a una partida de Tabú. La palabra que Tywin no puede decir rima con "disputa".

El señor de Roca Casterly insiste en mantener la conversación en sus aposentos y su hijo le dice que no va a volver allí mientras esté Shae. "¿Temes a una p*** muerta?". La primera flecha va directa al pecho. "Me has disparado", dice Tywin. Gracias, Capitán Obvio, no sé qué haríamos sin ti. Tyrion dispara una segunda flecha para que la primera no se sienta sola.

Supongo que podríamos decir que Tywin ( •_•)>⌐■-■ la ha cagado (⌐■_■). Yeaaaah!

Murió como Elvis.

Tyrion abandona la Torre de la Mano y se reúne con Varys, que le pregunta qué narices ha hecho y le apremia para que se esconda dentro de una caja. Juraría que es la misma caja en la que el eunuco mantenía encerrado al mago zarrapastroso que le cortó el pilar y las rocas para chatear con un demonio. Si es así, espero que le haya pegado un buen manguerazo, porque debía de oler a orines, sudor y excrementos cosa fina.

En el muelle, Varys se asegura de que la caja en la que va el Gnomo llegue entera al barco que lo llevará lejos de Poniente. Yo me habría conformado con pegarle un cartelito de "MUY FRÁGIL" antes de exponerme a que me vean a las tantas de la noche realizando una actividad ligeramente sospechosa, pero lo mío no son las fugas de prisión.

Varys ya está dispuesto a regresar por donde ha venido cuando suena la alarma en la Fortaleza Roja. Supongo que habrán descubierto el cuerpo de Tywin, o que Tyrion ha escapado de su celda. Varys toma una decisión en el acto y sube al barco por si alguien se huele el pastel. No ese pastel. Me refiero a su participación en este episodio de Prison Break.

El Gnomo y la Araña, la nueva sitcom de la HBO.

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En el Camino Alto

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Brienne de Tarth despierta después de un alto en el camino y descubre que sus caballos se han esfumado. A falta de una explicación evidente, culpa de ello a su lastimoso escudero Podrick Payne, que no hace más que recibir regañinas. ¿Y si resulta que les han robado los caballos, o simplemente se han ido a dar un garbeo al establo más próximo para tomar un piscolabis de alfalfa? Pobre Pod.

Casualmente, la extraña pareja se encuentra con Arya Stark, que está practicando sus killer moves con Aguja sobre un risco. A Arya le sorprende ver a una mujer con armadura y se produce una conexión inmediata entre las dos mujeres. No me extrañaría oírlas hablar de Jane Eyre o Cumbres borrascosas. Son un par de marimachos.

-El hecho de que las mujeres no tengan una representación simbólica en la lengua contribuye a su invisibilización, ¿no crees?

-Me has abierto los ojos.

El Perro sale de detrás de las rocas subiéndose el pantalón (jamás fue tan sutil) y Pod le reconoce al instante. Brienne suma dos más dos y dice a Arya que prometió a su madre que la pondría a salvo. Por desgracia, el hecho de ir armada con una espada de acero valyrio con leoncitos dorados que dicen Lannister por los cuatro costados levanta las sospechas de la niña y del Perro. Las espadas se desenvainan y se dicen cosas que quizá no debían haberse dicho.

"Ven conmigo, Arya, te llevaré a un lugar seguro", dice Brienne. "¿Seguro?, ¿dónde coño está eso?", replica el Perro para acto seguido recordarnos la larga serie de defunciones de la Casa Stark y que Invernalia está reducida a escombros.

"¿Y qué hacéis vos?, ¿cuidar de ella?", pregunta Brienne con sorna. "Sí, eso es lo que hago", responde el Perro, erizando el vello de nuestros brazos.

Y la lucha de titanes comienza.

Escuchad The Power of Thy Sword para mayor efecto épico.

Otra vez siento emociones encontradas. Una pelea entre Brienne y el Perro es algo que sin duda podemos calificar de fanservice. Los dos son grandes luchadores y los seguidores de la serie les adoran. Si no fueran tan poco agraciados, podéis apostar a que incluso decorarían las paredes de los cuartos de muchos adolescentes en forma de póster. Pero claro, si esos adolescentes tienen que elegir entre Gisele Bundchen y Gwendoline Christie…

Ahora bien, en cuanto te detienes a pensarlo un instante, te das cuenta de que el combate va a acabar mal para uno de los dos contendientes, y no quieres que ninguno acabe mal, porque cuando alguien acaba mal en Juego de Tronos, acaba realmente mal. En el mejor de los escenarios posibles estaríamos hablando de manos amputadas, y a partir de ahí, podéis seguir cortando partes el cuerpo de rodilla para arriba.

Además, aunque Brienne sea la que tiene mayor inclinación por hacer el "bien", hemos llegado a conocer muy bien al Perro y muchos le hemos tomado cariño. Sandor Clegane salvó a Loras Tyrell de la Montaña en un torneo, hizo de niñera de Sansa en Desembarco del Rey y ha cuidado e instruido a Arya durante nada menos que dos temporadas. Incluso arrolló con su caballo a un pelirrojo, haciendo un favor a todas las personas con alma que existen en el mundo. ¿Le han dado una medalla por eso? No.

La pelea es brutal, sin piruetas circenses ni aspavientos, sólo dos locomotoras chocando entre ellas a toda velocidad. Casi parece que ambos llevasen años teniéndose ojeriza y no que acabaran de conocerse en mitad del monte. Y lo curioso del caso es que los dos luchan por Arya y están más que dispuestos a jugarse el tipo por ella.

El choque no se limita a las espadas, acero valyrio contra acero de los chinos. También pelean sucio. Se arrean guantazos. Se patean las partes. Se golpean con cantos rodados. ¡Brienne incluso le arranca una oreja al Perro de un bocado! Alguien debería hacer un chiste sobre Tyson y Holyfield.

Y al final, cuando ambos ya están hechos polvo, Brienne entra en estado berserker y suelta una andanada de puñetazos al Perro que lo mandan volando por un barranco. Quizá gana porque es mejor guerrera, o quizá porque Sandor estaba débil a causa de la infección de la herida que le hizo Mordedor hace un par de episodios. Eso es irrelevante, salvo que seas un fan incondicional del Perro y necesites justificar su derrota. ¡Madura, hombre!

Me recuerda a aquel episodio de Los Simpson en el que Homer cae por el Matacuernos.

Escondida en un peñasco, Arya espera a que Brienne y Pod se alejen para bajar a donde se estrelló el Perro. El hombre está hecho un guiñapo y, como él mismo dice, salvo que un maestre surja de detrás de una roca, tiene un pie en la tumba. Sandor recuerda a Arya que mató al hijo del carnicero y le dice que ahora tiene la oportunidad de tacharle de su lista. En realidad, el pobre sólo quiere que Arya se coja un berrinche y ponga fin a su sufrimiento. Ya ha pasado suficientes horas en la sala de maquillaje durante estas cuatro temporadas y no quiere ni imaginarse lo que sería que le disimulen que le falta una oreja a partir de la quinta. Pero Arya no cambia su cara de póquer y el Perro acaba suplicando.

"¡Hazlo!", le implora. Arya se acerca a él y... ¿le birla la bolsa? ¡Jesús! Esta niña está muerta por dentro.

Aunque el Perro sigue berreando y pidiendo que le mate, Arya lo abandona a su suerte.

La pregunta del millón es: ¿Será este el trágico final de Sandor Clegane? No parece que vaya a salir vivo de esta experiencia, eso es cierto; pero prefiero pensar que si no muere en pantalla, existe la posibilidad de que sobreviva. La última vez que vimos a Sansa, iba a salir de paseo por el Valle con Meñique y Robin. ¿Y si se cruzasen con el Perro? Sería un reencuentro que sin duda traería cola.

No vale mirar si Rory McCann ha firmado por la quinta temporada.

Después de cabalgar un rato, Arya ve una embarcación en el Tridente a punto de partir. La chica se acerca a la ribera del río y pide al capitán que la lleve al Norte, pensando seguramente en reunirse con su hermanastro Jon; pero el hombre ha debido de leer el fanfic de Bluetilo y le dice que eso no puede ser. No. Puede. Ser. El barco se dirige a Braavos, que es una ciudad decente. De allí venía Syrio Forell y Jaqen H'ghar también le habló del lugar, y son dos hombres con mucho talento cuyas fotos Arya pegaría sin dudarlo en su carpeta si fuera al instituto y no llevara tres años dando tumbos por estos andurriales, viendo a los miembros de su familia caer como moscas.

A Arya se le enciende una bombilla y entrega al capitán la moneda que le dio Jaqen. "Título del último episodio de la segunda temporada", le dice. "Valar dohaeris", contesta el sorprendido capitán. ¡Pasaje gratis! ¡Hurra!

Descendiendo con la corriente hacia la bahía de los Cangrejos, el barco parte rumbo a Braavos mientras suena el tema musical de la serie.

-¡Poned rumbo a la quinta temporada, marineros de agua dulce!

-Esto es un río, capitán, así que técnicamente sí...

-¡A callar!

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Conclusión

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Han sido necesarios diez minutos más de los habituales para contener la excelsitud de este episodio, y no puedo imaginarme un cierre mejor para esta temporada. Incluso la parte de Bran me ha entusiasmado; el gran arciano, el enfrentamiento con los espectros, el viejo en el interior de la cueva... La sensación de estar ante una obra de espada y brujería nunca ha sido mayor. Y me encanta la espada y brujería. Y los nachos. También me encantan los nachos.

En líneas generales, ha sido una temporada muy completa y emocionante. Ha habido peleas, batallas, complots, regicidios, parricidios, defenestraciones, juicios, caminantes blancos, gateantes blancos, dragones, cabras... ¡Una verdadera locura!

Por lo tanto, iré al grano: la cuarta temporada ha superado todas mis expectativas.

¿Y qué nos deparará en el futuro? ¿Reinará Cersei sobre todo Poniente? ¿Se cruzarán los caminos de Tyrion y Arya en Braavos? ¿Vengará Dorne a su príncipe? ¿Volará Bran? ¿Conseguirá Jon Nieve ser un pelín menos soso? Estoy cerca de terminar el libro Tormenta de Espadas y, por primera vez desde que empezó la serie, me estoy planteando si empezar a leer Festín de Cuervos. Mi interés por la historia ha alcanzado ese punto en el que estoy dispuesto a leerme un tostón de 900 páginas y probablemente estropearme las grandes sorpresas de la siguiente temporada antes que esperar diez meses más.

Espero que compartáis mi entusiasmo, pero no mi monomanía. Podéis decirme qué opináis de esta temporada y de las entradas asociadas a ella en los comentarios.

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