Los hermanos Anthony y Joe Russo, conocidos por una telecomedia que nunca he visto y varias películas que jamás veré, han convertido uno de los mejores cómics del Capitán América del siglo XXI en la mejor película de Marvel hasta la fecha. Usaría negrita si esa afirmación no fuera ya lo bastante contundente.
¿Recordáis cuando dije que Thor: El mundo oscuro era más de lo mismo y que dudaba que el próximo filme del Capitán América fuera a ser diferente? Pues cojo mis palabras y me las trago con mucho gusto. No me cuesta reconocer que tomé el rábano por las hojas. Esta película no sólo no se parece a ninguna de las producciones anteriores de Marvel, sino que supone un ejemplo a seguir en cuanto a lo que deberían ser estas cintas: piezas sólidas construidas sobre la base de un género propio, capaces de mantenerse en pie por sí mismas y, al mismo tiempo, de abrazar y expandir el fantástico universo de ficción que Marvel está desarrollando.
Estoy bastante entusiasmado, no sé si se nota.
Al comienzo de la película, han pasado dos años desde el ataque de los chitauri a Nueva York, y el Capitán América vive más o menos apaciblemente en Washington D.C., poniéndose al día en materia de cultura pop, pasando a Sam Wilson por la izquierda y trabajando para S.H.I.E.L.D. junto a sus colegas Nick Furia y la Viuda Negra.
Sin embargo, su mundo da un giro de 180º cuando una operación de rescate en altamar que se desvía del objetivo previsto le lleva a pensar que quizá S.H.I.E.L.D. no sea trigo limpio. En el abrumador mundo de la información, libertad y seguridad son dos conceptos que, al igual que los calcetines largos y los pantalones cortos, no acaban de congeniar.
Para añadir leña al fuego, un enigmático asesino soviético con un brazo cibernético, al que casualmente interpreta el mismo actor que a Bucky en El primer vengador, anda por ahí suelto matando a la gente entrometida. Nombre en clave: Soldado de Invierno.
¿En quién puede confiar el Capitán America ahora que el caché de Robert Downey Jr. es demasiado alto para que haga un cameo?
Este póster se merece un lugar en mi pared. |
Normalmente no soy tan escueto en mi resumen de la trama, pero es que casi cualquier cosa que diga podría destriparos el filme y, sin que sirva de precedente, creo que sería una lástima que vierais esta película sabiendo lo que va a pasar, porque este es uno de los guiones de Marvel más densos, consistentes y ricos en lecturas que hemos visto. Además, contra todo pronóstico, los niveles de estulticia e incoherencia son bajísimos. No parece que el guión sea de Markus y McFeely, los escritores de Thor 2.
En su primera mitad, la película podría pasar por el típico thriller de Hollywood basado en una novela de Tom Clancy, con sus politiqueos, conspiraciones y giros insospechados, todo ello salpicado de acción. La diferencia en este caso viene dada por la presencia del Capitán América y sus no tan increíbles poderes. Es como ver un filme de espías moderno, en el que resulta que el protagonista tiene una fuerza, agilidad y resistencia ligeramente superiores a la media... y un escudo mágico que hace ¡TWANG!, ¡BOP!, ¡CLANK!, ¡ZZATT!
En la segunda mitad, aparece el Soldado de Invierno y la trama se simplifica para abrir paso a una grandísima peli de acción de la que sólo puedo criticar cierto exceso de exposición en forma de diálogos y un desenlace más preocupado por los numeritos pirotécnicos que en concluir debidamente el viaje emprendido por los protagonistas. No me lo tengáis en cuenta, es que me estoy volviendo blando.
Pero aunque la película pone énfasis en la intriga política y la acción, no renuncia a profundizar en los personajes ni a la comedia, aunque, a diferencia de las últimas entregas de Iron Man y Thor, sólo recurre al humor en los momentos oportunos.
Nada dice mensaje político como una imagen de la Casa Blanca. Lo del fondo es el Capitolio. |
El libreto toma prestados algunos elementos del magnífico cómic de Ed Brukaker, pero la mayor parte del tiempo discurre por otros derroteros. En la historieta, el Capitán América, a las órdenes del coronel Furia, intenta recuperar el Cubo Cósmico de las manos de un general ruso que se lo ha robado al mismísimo Cráneo Rojo; pero el eje central de la historia es la "resurrección" de Bucky Barnes, el joven compañero del Capi al que tanto le cuesta desprenderse de los aviones a punto de estallar. Para construir esta trama, el autor se vale de una serie de flashbacks con la Segunda Guerra Mundial como telón de fondo en los que se nos cuenta cómo el Capi y Bucky llegaron a ser uña y carne (igual que Batman y Robin, pero menos gays y enviando krauts al infierno) y lo mucho que afectó al primero la pérdida de su coleguilla.
La película, por el contrario, prefiere centrarse en el elemento conspiranoico, inspirándose en filmes como Los tres días del Cóndor o Todos los hombres del presidente, e incluso tarda bastante en introducir al Soldado de Invierno. Esto juega en contra de la relación entre el Capi y Bucky (Joe Johnston no lo hizo mejor en El primer vengador), pero a la vez permite conducir a Steve Rogers por dos caminos diferentes: por un lado, la búsqueda de su mejor amigo, y por otro, la de él mismo y su lugar en el mundo, sobre todo después de descubrir que a su novieta de los años 40 no la tocaría ni con un palo. Todo lo anterior mientras zurra la badana a los malos y hace explotar naves gigantescas.
La película y el cómic tienen un elemento en común y que destaca en ambos productos, y es la forma tan acertada de presentar al Capitán América al público, no como el patriota de las barras y estrellas, sino como un hombre que hace lo que cree que es correcto y defiende sus ideales por encima de todo. Es una ñoñez, pero no veáis cómo vende.
Si nunca habéis leído un cómic del Capitán América, empezad por este. |
Las escenas de acción me parecen de lo mejor que he visto en el cine últimamente. Sin otros héroes más vistosos que le hagan sombra y bajo una dirección más capaz que la de Joe Johnston, el Capitán América se convierte en el soldado definitivo de los cómics y reparte estopa a troche y moche, peleando contra varios enemigos a la vez sin despeinarse, realizando acrobacias casi imposibles, y utilizando el escudo a discreción.
Su forma de luchar no tiene nada que ver con la de las pelis anteriores ni con la técnica secreta de mareo fingido y fuga al volante de la cinta de 1990. Aquí el Capi es tan dinámico como enérgico, y da gusto verle noquear a una docena de adversarios sin pararse quieto, tener un tête-à-tête con Batroc, o derribar una nave saltando de aquí para allá mientras hace volar su escudo con precisión. Y la escena del ascensor, sin ser novedosa, me parece impecable. Un cóctel brutal de Bourne con The Raid que te hace permanecer pegado al asiento
Aparte de hostias como panes, también hay tiroteos, batallas aéreas formidables y una increíble persecución en coche que hace que te arrepientas de haber cenado en el Taco Bell de la tensión a la que te somete. Uno comprende enseguida la afición de los guionistas por películas como Contra el imperio de la droga.
En pocas palabras, los hermanos Russo han subido el listón con El Soldado de Invierno, así que Joss Whedon ya pueden ponerse las pilas con la secuela de Los Vengadores si quiere estar a la altura. Ya no le va a bastar con poner a Elizabeth Olsen como la Bruja Escarlata.
Combo x2. |
El reparto, como suele decirse, es correcto, pero ¿habéis leído alguna crítica que dijese "el reparto es incorrecto, no sé en qué narices estaban pensando los responsables del casting"? Yo nunca. Por lo tanto, digamos que el reparto no va a aspirar a ganar un Oscar por su interpretación, pero todos los actores tienen tablas y caen simpáticos.
Empezando por Chris Evans, es verdad que carece del carisma de Robert Downey Jr. y que sus registros se limitan básicamente a poner dos caras: "simpático" y "llevo el peso del mundo sobre mis hombros"; pero a estas alturas es difícil imaginarse a otro actor en el papel del Capitán América, y su personaje está lo bastante bien escrito como para bastar con eso y muchas horas en el gimnasio.
La evolución del personaje es interesante y es fácil empatizar con él. En esta película, vemos por primera vez cómo se adapta al mundo moderno para encajar en él, algo en lo que era imposible profundizar en Los Vengadores. Steve Rogers pertenece a una época en la que todo era blanco o negro, y ahora tiene que asimilar que existe toda una escala de grises y que los buenos pueden no serlo tanto. Es cierto que el Capi cinematográfico no ha llegado a tiempo de vivir Vietnam, Watergate, o el 11-S, pero hay muchos otros aspectos políticos y sociales sobre los que pronunciarse. Todavía puede opinar, por ejemplo, acerca del debate sobre la legalización de la marihuana, o el papelón de Obama ligando con la primera ministra danesa delante de su mujer durante el funeral de Nelson Mandela.
Además, ¡el Capi estrena uniforme! Uno más acorde con su nuevo rol de espía, cabe añadir. El Capitán América es ahora el Solid Snake de S.H.I.E.L.D., si Solid Snake se afeitase y no dijese tacos. El nuevo traje está inspirado en el del cómic Steve Rogers: Súper-Soldado y le da mil vueltas a los leotardos ajustados que llevaba en Los Vengadores, que le hacían parecer un mediocre muñeco articulado, también en parte porque Evans no tuvo tanto tiempo para ponerse cachas para el papel. Y los que echasen de menos su primer uniforme, que miren con más atención la imagen anterior, porque están de enhorabuena.
Porque yo lo valgo. |
Nick Furia y Natasha Romanov tienen más desarrollo en esta película que en todas las anteriores juntas. No es decir mucho, porque hasta ahora la mayoría del público los identificaba sólo como el negro tuerto de la gabardina a lo Matrix y la espía pelirroja vestida de cuero; pero ya es más de lo que habíamos visto. Además, tengamos en cuenta que esta es ya la tercera película en la que Scarlett Johansson interpreta a la Viuda Negra, por lo que iba siendo hora que supiéramos más de ella. No niego que Whedon le diera algo de margen por medio relacionándola con Ojo de Halcón, pero los hermanos Russo le han insuflado vida.
De hecho, Scarlett Johansson se lleva el gato al agua brindándonos la interpretación con más matices del filme, y aunque mi novia le tenga tirria y considere poco creíble que no sea una víbora traicionera, la actriz lo hace realmente bien.
Samuel L. Jackson triunfa con la antes mencionada persecución automovilística y con una sepulcral referencia a Jules, su personaje de Pulp Fiction.
Best. Action. Figure. Ever. |
La película introduce también a uno de los mejores amigos del Capitán América: Sam Wilson, alias el Halcón (o Falcon, como en Falcon Crest), del que podría nombrar un par de cómics bastante buenos de la década de los setenta. Presentarlo en la primera escena del filme es todo un acierto, y la amistad entre Steve y él se desarrolla con naturalidad a lo largo de la cinta, desembocando en una camaradería paralela a la de las historietas. No llego a imaginármelos luchando codo con codo contra la Doctora Sombra Nocturna, porque ninguna película de superhéroes contemporánea se atrevería a vestir a una actriz afroamericana con bikini de cuero negro y botas altas; pero lo de ser compañeros les va que ni pintado.
Además, el actor Anthony Mackie parece un tío majete, borda el papel y el espacio entre sus paletos es muy aerodinámico.
Los setenta, cuando Marvel se subió al tren de la blaxploitation. Haced caso al Halcón y escuchad la banda sonora de Su majestad el hampa. |
Para atraer al público que peina canas y dar al filme un aire de primer nivel, Marvel ha contratado a Robert Redford como uno de los jefazos de S.H.I.E.L.D.
Si os preguntáis qué narices pinta un actor de su talla en un blockbuster como este, os responderé que lo mismo que Anthony Hopkins en Thor, o Ben Kingsley en Iron Man. Él dice que quería probar algo nuevo. Yo creo que quería tener su propia figura de acción. ¿A quién no le gusta jugar consigo mismo?
Es cierto que Redford no está para muchos trotes y el hámster muerto que lleva sobre la cabeza me hace pensar que se encuentra muy lejos de ser el donjuán que era en su época, salvo que su objetivo sean las mujeres mayores de setenta años con tacataca o conectadas a un tanque de oxígeno; pero se puede permitir hacer lo que le venga en gana porque es Robert Redford. Él, más que el Capitán América, es un mito viviente. Pronto habrá que congelarlo para posterior disfrute de las generaciones futuras.
No acabo de ver que los niños quieran una figura de acción suya, señor Redford. Salvo que venga con misiles termoguiados. |
El Soldado de Invierno es como el T-800 del Universo Marvel y apuesto a que se convierte en un favorito de la chavalada por lo chulo y misterioso que es, aunque hable menos que un monje cartujo con faringitis. Salvando las distancias, podría decirse que viene a ser algo así como el Boba Fett de la película, pero debo confesar que yo no llegué a pillarle el punto.
Aunque hay un par de escenas que persiguen involucrarnos en su particular tragedia personal, no me parecieron del todo eficaces, y cuando llega el desenlace de su historia, el impacto es insuficiente. A lo mejor hubiera ayudado algún flashback en el que Bucky hiciese algo más por Steve que compartir su piso con él.
Pero tampoco me hagáis mucho caso. Acabo de darme cuenta de que Sebastian Stan es el Sombrerero Loco de la serie Érase una vez y me he quedado con el culo torcido. Ya decía yo que esa cara de acelga me sonaba de algún lado.
Idea brillante para su debut en solitario: gorilas con metralletas. ¿O ya se ha hecho? |
A la galería de villanos se unen Batroc, interpretado por el luchador profesional Georges St-Pierre, que tiene una pelea estilo Street Fighter con el Capi que es para ponerle un piso; Brock Rumlow, al que los lectores de cómics reconocerán como el futuro mercenario Calavera; y un villano clásico de los tebeos que era bastante difícil de llevar a la gran pantalla sin caer en el ridículo y que los Russo consiguen que resulte convincente. Hasta aquí puedo leer. No quiero estropearos ninguna sorpresa.
Por último, también hay un pequeño hueco para la Agente 13 de S.H.I.E.L.D., que tiene gran importancia en la vida sentimental de Steve Rogers en los cómics y que cabe esperar que juegue un papel más relevante en próximas entregas. Estoy deseando verla al mando de la Fuerza Femenina de S.H.I.E.L.D., un comando especial formado sólo por mujeres que sería el sueño de Andy Sidaris.
Batroc sin bigote de villano de opereta es como un pincho de tortilla sin cerveza. |
Llegados a este punto, y como se me están acabando las imágenes chulas con las que adornar esta crítica, poco más me queda por añadir. La película consigue desviarse de la corriente general de las "pelis de superhéroes", y a pesar de ello, ofrece una experiencia redonda. Por lo tanto, os recomiendo que vayáis a verla y espero que la disfrutéis tanto como yo.
Para la tercera parte, sólo pido que introduzcan al Barón Zemo. No conozco a una sola persona que no quisiera ver a un villano lo bastante tonto como para quedársele la capucha pegada a la cara.
Poco que añadir a tu impecable crítica. La Marvel cada vez consigue que sus películas sean más redondas, y también menos "genéricas", y lo hace manteniendo el hecho de que sean películas de superheroes con tios con mallas brincando y peleando... para mi el mayor mérito (la DC, con Nolan, parece querer hacer películas de superheroes para sacar pasta sin querer hacer películas de superheroes porque son ridículas).
ResponderEliminarLa única pega que le pondría a la película es que al final es algo "cobarde" en el villano. Es lógico y todo eso, pero me habría gustado que no hubiera unos malos claros como al final medio hay, que se continuara apostando por el debate libertad vs seguridad
Me gusto bastante la película dio más de lo que esperaba.... Me encanto el detalle de la lista pero siento que algún vengador debió tener un camel ... Por cierto y Hawkeye?
ResponderEliminarPara una peli que se llama Soldado de Invierno, no hubo mucho del soldado...
ResponderEliminarNo lo recomiendo en 3D, al menos yo acabe mareado en las escenas de acción.
Y las escenas tras los creditos, muy buenos, ambos.
eter: Estoy de acuerdo contigo, pero en estas películas siempre tiene que haber alguien que lleve la etiqueta de malo.
ResponderEliminarCarlos Alvarado: ¿Camel?, ¿cómo la marca de cigarrillos? Ojo de Halcón estaba en Jamaica en una misión secreta para acabar con el máximo número de botellas de ron.
Øvn¥: Se admiten propuestas de títulos alternativos. El 3D es el mal.
Esta si que es un bollo de crema francesa con trocitos de chocolate suizo y hecho artesanalmente en una panadería centenaria y de las mejores del mundo, digna de estar en el panteón de los dioses.
ResponderEliminarGracias señoría del brochismo, su sabiduria es solo superada por su descojonante humor.
Genial crítica, como siempre. Esta sí es una peli Marvel excelente y no la payasada de Iron Man 3 y no sólo eso, sino que altera el status quo del UM cinematográfico. ¿Serán los Vengadores ahora finalmente héroes independientes y se pasarán bebiendo cerveza y jugando juegos de tablero en la Torre Stark?
ResponderEliminarSr Brocha. Para perder el tiempo: Beer and Board Games. Écheles una mirada en youtube.
Solo tengo en contra la escena de las computadoras. ¿No había otra manera de descubrir que quiza S.H.I.E.L.D. no sea trigo limpio?
ResponderEliminarFuera de eso, LA MEJOR PELÍCULA DE SUPERHÉROES.
John Smith: ¡Mil gracias! Ahora tengo hambre.
ResponderEliminarJeral: He visto un par de vídeos a saltos y no tengo TANTO tiempo que perder. Pero gracias por la recomendación.
LacraESECEFE: A eso me refería yo precisamente por "exceso de exposición".
BUeno sí, mucha exposición, pero fue genial la forma de traer de regreso a Arnim Zola. Sólo por eso lo vale.
ResponderEliminarA mi tambien me gustó, pero haciendo balance me quedo con los Vengadores. Ironman interpretado por Robert Downey es una gozada.
ResponderEliminarLo que me extrañó es lo de ojo de halcon, si no sale con el capitán america con quien saldrá? solo con los vengadores? Está claro que no está a la altura para tener una peli para él solo...
Por cierto, en breve nos ofrecerás los comentarios de los capítulos de la nueva temporada de juego de tronos, no...? no...?
ResponderEliminarYo creo que Ojo de Halcón no sale porque en la peli ya aparece el Halcón a secas como aliado del Capitán , demasiados halcones, sólo podían incluir uno y el Halcón era la opción más obvia por ser un personaje que surgió en los cómics del Capitán América, para introducir otro personaje negro y para aumentar la variedad de figuritas a la venta.
ResponderEliminarLa segunda peli del Capitán ha sido otra sorpresa agradable como la primera, que parecía que iba ser relleno para antes de los Vengadores y resultó ser una de las mejores pelis de acción ambientadas en la 2ª Guerra Mundial.
Jeral: Estoy de acuerdo en que mereció la pena. La cuestión es si se podría haber hecho mejor. Y siempre se puede.
ResponderEliminarpons007: Tendremos Juego de Tronos para rato, tranquilo.
Anonimatus: ¡Más muñecos, sí!
http://www.youtube.com/watch?v=Jvu43IOj75E
ResponderEliminar¿Que le parece Tipo de la Brocha?
Acertadisima critica. Las pelis del Capi vienen siendo las mejorcitas de Marvel a mi gusto. Está a sobrepasado a su precuela, a la tercer entrega de Ironman y seguramente a la secuela de Thor que aún no me animo a ver.
ResponderEliminarMucho idiota por aqui que comento por aqui sin haberse leido un solo comic sobre todo el redactor de este articulo Que solo se guia por una peliculasin saber nada del comic.A su vez ha leido usted algun comic de batman para adentrarse en su historia o su comentario acerca de batman y robin es solo por que se guia de la estupida pelicula de george clooney a la proxima por lomenos lease un comic
ResponderEliminarLe doy un rotundo 10, dentro de las películas de su género, ésta ha sido la mejor. Todo indicaba que sería 'Los vengadores la era de ultron', la cinta que realmente pudiese discutir el cetro de mejor película Marvel a su primera entrega, viéndose a títulos como 'Capitán América: El soldado de invierno' como un mero trámite hasta que llegase lo realmente bueno. Pues bien, ya podemos ir olvidándonos de esa idea, porque la segunda entrega de las aventuras del Capitán América es lo mejor que hemos visto de Marvel hasta el momento. Con 'Capitán América: El primer vengador' se apostó por un afortunado cruce entre cine bélico y de aventuras para introducir a un personaje en 'Los Vengadores', lo cual fue solo un simple trámite. Ahora esta entrega es espectacular de principio a fin, rodada con personalidad y enriquecida con una interesante reflexión política sobre la clásica disyuntiva jeffersoniana entre seguridad a cambio libertad.
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