Todo lo que triunfaron las tabas y los dados en la Edad Media (fuente de información por determinar) lo hicieron en los años noventa las tortugas ninja. Incluso aquí en España, donde ni por asomo nos llega todo lo que se produce en los Estados Unidos, se vendió mucho más que los muñecos de Bandai; tuvimos peluches, libros de pegatinas, cómics, juegos de tablero, sábanas, cámaras de fotos... ¡La lista es interminable, monada!
Ese pico de popularidad probablemente no volverá a repetirse, pero lo cierto es que desde que terminó la primera serie de televisión, que fue el detonante de la fama de las tortugas ninja tras la relativa oscuridad en la que estaban los cómics pulp originales, nuestros quelonios favoritos han protagonizado otras dos series más y aún siguen vendiendo juguetes. ¿Habéis visto su nueva alcantarilla secreta? Mide un metro de altura y es alucinante, creedme.
Hoy, sin embargo, no vengo a hablar del presente de las tortugas, sino que me voy a retrotraer a su periodo de esplendor, en concreto al año 1992, cuando salió el mejor videojuego de las tortugas ninja que habrá jamás: Turtles in Time de Super Nintendo, una adaptación más que fiel del Arcade del mismo título.
Tras una fugaz secuencia en la que vemos a las Tortugas Ninja saltar de la alcantarilla al ritmo de la música de la serie de televisión (en versión 16 bits), la aventura comienza en Liberty Island, Nueva York. April O'Neil, la reportera buenorra vestida con su mono amarillo rollo Formula 1, está grabando en directo una noticia para el Canal 6 cuando Krang, el cerebro parlante de la Dimensión X, llega volando en su gigantesco cuerpo robótico y roba la Estatua de la Libertad delante de las narices de los sorprendidos turistas.
Si la secuencia no os parece deliciosamente extravagante, para mí no tenéis alma. Volved ahora mismo por donde habéis venido.
Las mejores tetas animadas de mi infancia. |
Shredder, alias el "Despedazador" o el "Triturador", interrumpe la emisión para desafiar a sus eternos rivales, las tortugas ninja, a recuperar el monumento. Incluso se ríe en su cara para demostrar lo malvado que es.
Nuestros héroes no necesitan al almirante Ackbar para saber que se trata de una trampa, porque robar la Estatua de la Libertad es la cosa más absurda y descabellada que han oído nunca (salvo que Shredder esté buscando diamantes como Lupin en la película Goodbye Lady Liberty!, claro); pero, aun así, a pesar del peligro, aceptan el reto y abandonan las alcantarillas mientras su maestro se queda en casa viendo la tele y lamiendo bolsas de Cheetos empapadas de meados. Las alcantarillas son un bufé libre de desperdicios.
-Cachis la mar, justo ahora que iba a empezar La batalla de las estrellas. |
Previamente a esa escena de introducción, deberemos haber escogido a la tortuga con la que nos embarcaremos en esta aventura a través del tiempo: Leonardo, Michaelangelo, Donatello o Raphael. Por suerte, esa aberración femínea con nombre de estatua helenística no apareció en nuestros televisores y pesadillas hasta 1997.
Aunque todas las tortugas se manejan de la misma manera, el alcance del arma, la velocidad y la fuerza varían de un personaje a otro, aunque el puñetero juego se guarda mucho de indicárnoslo. Hay que aprender por las malas.
Leonardo es el Cody de las tortugas ninja, un Axel con olor a cloaca, el rey Arturo del Knights of the Round, ni bueno ni malo en ningún aspecto, corrientillo. Por eso, el honorable líder del grupo es la mejor opción para los novatos. Además, ¿a quién no le gusta cercenar robots a golpe de katana? ¡Pues imaginaos que no es solo una katana, sino dos!
Michaelangelo, popular hasta la náusea por ser la tortuga que siempre está "en la onda", es una buena alternativa para los que ya tengan un poco de experiencia en el juego. Sus movimientos son más lentos que los de Leo, pero sus nunchakus son de una contundencia irresistible. Alguna razón tenía que haber para que los prohibieran en Inglaterra.
Donatello, aunque aquí no invente nada y a pesar de ser más lento que el caballo del malo, representa otra elección bastante acertada porque su bo (palo de escoba en japonés) es el arma de mayor alcance del juego y evita que los enemigos se acerquen más de la cuenta. Por eso, a pesar de que el morado no es mi color, Don suele ser mi primera elección.
Raphael es mi favorito desde que vi en el cine la primera película de las tortugas ninja. Me gustaban su rollo solitario y su gabardina de incógnito. En el juego, es la tortuga más rápida (ejem) y sus sais son letales en las distancias cortas. Muy cortas. Su alcance es una mierda, y si no te espabilas, los malos te curten de lo lindo porque su defensa tampoco es gran cosa. Solo para expertos.
Con independencia de nuestra elección, cada vez que perdamos todas las vidas, y hasta que agotemos los continues, podremos cambiar de tortuga, así que no pasa nada si escogemos... mal.
¿Solo dos jugadores? ¿Es que no oyeron hablar del Multipad de Super Nintendo? |
El sistema de juego no requiere mucha explicación. Es un "yo contra el barrio" de 16 bits en el que podemos hacer combos, dar patadas voladoras, correr para placar o hacer una dura entrada a los enemigos, utilizar un golpe especial que hace mucha pupa pero a la vez nos resta vida... Lo típico, pero todo muy bien implementado.
Por supuesto, lo ideal, como en todo beat 'em up que se precie, es contar con algún amigo al que culpar de nuestra falta de habilidad y de nuestras meteduras de pata. Además, el trabajo en equipo hace que cualquier juego sea más fácil y divertido. Cualquier juego, quiero decir, menos el Chip 'n Dale Rescue Rangers de la NES, que sacaba lo peor de mí mismo y hacía de cada partida con mi hermano un infierno de desavenencias irreconciliables. La invasión de Kuwait empezó por un partida del Chip 'n Dale, no os digo más.
Probablemente el movimiento que mejor recordareis los que jugaseis al Turtles in Time cuando salió hace como doscientos años, es la posibilidad de agarrar a los soldados del Clan del Pie para arrojarlos contra la pantalla de nuestro televisor. La ampliación de los sprites era uno de los principales usos del famoso chip MD7 de la Super Nintendo y, para mí, se convirtió en el aspecto más distintivo del juego. A día de hoy, puedo admitir que nunca supe cómo se hacía esta llave, aunque a todo hijo del vecino le salga cada dos por tres. Formaba parte del encanto del juego.
¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas o solo tienen pesadillas con tortugas pixeladas? |
Cada fase comienza con una voz digitalizada anunciando el nombre de la pantalla en cuestión, un detalle que solo las personas que han tenido videoconsolas cuyas prestaciones tecnológicas eran inferiores a las de un exprimidor de zumo pueden apreciar de verdad. "Big Apple, 3 AM" dice la voz en la primera fase. "Cowabunga!" exclaman las tortugas cuando superamos el nivel con éxito. Qué viejo me siento.
Ya sabéis que la mecánica de los beat 'em up es monótona a más no poder y en menos de una hora te cansas de repartir hostias a golpe de botón. Por lo tanto, uno de los mayores aciertos del juego es que las fases son más variadas y floridas que una pizza Jalisco, lo que te motiva a seguir avanzando para ver con qué te sorprenderán a continuación.
En este sentido, pese a que las tortugas son héroes urbanos, el recorrido no se ciñe a calles desangeladas, vagones de metro, parques oscuros, ascensores súper concurridos y mansiones espléndidas repletas de trampas. De un edificio en construcción en el que un gigantesco Krang aparece para freírnos con sus rayos láser oculares, descendemos a las calles de la Gran Manzana siguiendo la pista del Clan del Pie, para luego surfear en las alcantarillas enfrentándonos a robots y aliens amarillos hasta llegar al Technodrome, donde Shredder se libra de nosotros enviándonos... ¡a través del tiempo!
Sí, habéis leído bien, las tortugas ninja viajan en el tiempo. ¿Se os ocurre una combinación mejor? A mí tampoco, pero mirad cuánto la cagaron llevándolas al Japón feudal en la tercera película.
A lo largo de este peligroso y trepidante viaje intertemporal, las tortugas visitarán una cordillera prehistórica, navegarán por el Caribe del siglo XVI a bordo de un galeón, recorrerán las planicies del salvaje Oeste americano en un tren en marcha, se deslizarán sobre platillos flotantes a velocidad de vértigo en un paraíso futurista de neón, y llegarán hasta una base estelar del año 2100 donde ninguna tortuga ha ido jamás. La aventura culmina con el regreso al presente y un último asalto al Technodrome. Corto, pero intenso... igual que el Decaffeinato de Nespresso (quiero recibir ingresos por publicidad, demandadme).
¿Edificio en construcción? Esa bola de demolición dice lo contrario. |
Esto es lo que sucede cuando tiras tus mascotas por el retrete. |
Bienvenidos a Parque Jurásico. |
Quince hombres sobre el cofre del muerto, yo-ho-ho y una botella de ron. |
Ese ninja a caballo que viene de Bonanza... |
F-Turtle X. |
Los enemigos, a diferencia de las pantallas, se repiten hasta la saciedad, aunque aquí las hornadas de septillizos tienen más sentido que en el Double Dragon, donde los héroes no solo tienen que salvar a la chica de los malos, sino impedir la mayor invasión de clones que ha conocido la humanidad.
Así, aparte de soldados del Clan del Pie de más colores que un anuncio de Benetton, también nos las veremos con ratoneros y otros robots, monstruos con pinta de xenomorfo con ictericia (del episodio El caso de las pizzas asesinas), pterodáctilos y velociraptores, y soldados de roca de la Dimensión X.
Me quejaría de la aberrante homogeneidad si no fuera porque en la fase del Oeste algunos soldados del Clan del Pie llevan sombrero de vaquero y poncho. Nada supera a un robot ninja disfrazado de Clint Eastwood.
Rawhide! |
La variedad que se echa en falta entre la carne de cañón, la encontramos en los enemigos de final de fase: Baxter Stockman, Metalhead, Rat King, Shredder, Tokka y Rahzar, Slash, Bebop y Rocksteady, Leatherhead, Krang (dentro de su robot y luego pilotando un platillo volante de color rosa) y, por último, Super Shredder, que al igual que Tokka y Rahzar, se importó del largometraje con el mejor título de la historia del celuloide: Tortugas Ninja 2: El secreto de los mocos verdes.
Todos los villanos tienen sus propias rutinas de ataque y, una vez las hemos memorizado, la mayoría de ellos son pan comido. Excepto en la dificultad máxima. Entonces te dan por saco igualmente.
Shredder dice "no" al uso responsable de esteroides anabolizantes. |
Turtles in Time fue el videojuego de las tortugas ninja que todo el mundo quería. Los títulos de NES no estaban mal, pero ninguno se jugaba tan bien, ni era tan impresionante ni se parecía tanto a los dibujos animados. Lo que quiero decir es que Turtles in Time no solo llegó a las videoconsolas en el momento más oportuno, cuando la tortugamanía estaba desatada, sino que se convirtió en un gran juego por méritos propios.
Nada de lo anterior explica por qué Shredder envía a sus propios soldados a través del tiempo en lugar de cerrar el portal y abandonar a las tortugas a su suerte, pero después de haberme pasado este juego unas cincuenta veces, creo que lo oportuno era dedicarle una entrada en el blog de todas formas.
Ahora ya estoy un paso más cerca de poner punto y final a los artículos que DEBO escribir antes de que la humanidad se extinga, cierre el blog o desaparezca en un misterioso accidente relacionado con un tanque lleno de mocos verdes.
Venus de milo :(
ResponderEliminarA mi me llegó de pura chiripa, era un cartucho chino y que tenía que forzar un poco para que cupiera en mi consola.
ResponderEliminarLa verdad es impresionante el juego, lo más cercano al de Arcade (TMNT2). A pesar de que era un tanto monótono, siempre lo complementaba con los trazos de mi imaginación y armaba mi propia historia(como lo hacia con los simplones juegos de atari y los primeros de nes).
Mis favoritos eran Leonardo y Mike, Raphael siempre se me hizo un tanto desesperante desde la NES.
Muy buena entrada, April siempre sirviendo de cebo jajaja, deberían incluirla en un juego con una pistola o estrellas de ninja, o como ayudante cuando agarres un item y te de una pizza o le dé un microfonazo a los enemigos.
Bueh! que grato recordar esa etapa, es cuando estaba entrando en adolescencia snif, snif.
Anónimo: Sí, Venus, ¿qué pasa con ella?
ResponderEliminarM@nchita: Al menos en este juego April no sirve de cebo. Debió de sentirse bastante ninguneada cuando vio que el "secuestro" de una gigantesca estatua de cobre también era motivación suficiente para que las tortugas se pusieran en marcha. Las mujeres son celosas.
Yo por eso prefería jugar solo al Chip 'n Dale Rescue Rangers.
ResponderEliminarEste juego me trae grandes recuerdos de la serie de arcade de recreativas que salieron del mismo estilo como la de Los Simpsons, Los Vengadores y los X-Men, juegos que en las recreativas pensabas que avanzabas mucho habiendo invertido 25 o 50 pesetas (lo equivalente a 2 partidas) pero que luego en consola y posteriormente con mame demostró que la máquina era más sacacuartos que las propias tragaperras.
ResponderEliminarYo como era de megadrive y por aquél entonces tenías que odiar a los de Nintendo por ser infantiles, lo pasaba genial con el Splatter House y el primer Fifa Soccer.
Uno de los grandes juegos de mi vida y la mayor colección de juguetes que he tenido, seguido de cerca por he man, he de decir que tengo el cartucho de ese juego guardado como oro en paño y que precisamente el fin de semana pasado se lo enseñé a mi cuñado y no pudimos jugar porque no encontramos el cable de AC para mi super NES (maldita sea mamá, me voy diez años y me dejas todo manga por hombro)
ResponderEliminarllevo un tiempo notando como las tortugas han vuelto y pese a que el boom de los noventa fué mucho boom, te invito a que ojees el catalogo del toys´rus de este año, tienen desde los típicos muñecos articulados hasta tablets, pasando por toallas y disfraces, las tortugas han vuelto amigo, y fijate que yo pensaba que Splinter( o maestro astilla, como acostumbrabamos a llamar al chico delgado del colegio) ya habría muerto de rabia
Este juego era una de las principales razones por las que quería tener una Super Nintendo (aunque al final acabé con una flamante Mega Drive con dos mandos, el Sonic y el Mega Games 1) y fué una espina clavada hasta que al final pude jugarlo gracias a la magia de la emulación.
ResponderEliminarUna de las cosas que más me gustaron fué el hecho de que hubiera un equilibrio entre los personajes con cada uno teniendo sus ventajas y desventajas, no como en el juego de plataformas en el que había que jugar con Donatello si o si si querías avanzar.
Hay que aplaudir el uso de personajes y elementos de las películas, en aquella época las compañías japonesas sacaban mejor provecho a las licencias que las occidentales y en eso Konami era una de las mejores.
¿Puedo sugerir un análisis de la película Turtles Forever? Es una de las mejores cosas que se han hechos con las Tortugas en los últimos años.
P-Pero ¿cómo osa despreciar a Venus de Milo? Me hubiese gustado que también a Mona Lisa se le hubiese tomado en cuenta para los juegos...
ResponderEliminarY sí, este juego es EL JUEGO y la principal causa de mi adicción por los juegos de plataforma. Recuerdo gastar cada centavo que poseía en las máquinas que lo contenían y al entrar en una tienda con arcades era buscarlo para no separarme de él.
La primera parte de la canción en el BrochaTubo Musical suena al órgano de un convento de Mississipi, luego agarra el tono ochentero por excelencia.
Hermosa entrada.
Y yo que no puedo acabarmelo en el emulador...
ResponderEliminarPrueba el zsnes, ahi puedes generar tus propios codigos de cheat, comparando registros y cambiandole el valor; está sencillo.
EliminarJavier Arance López: Confiesa que nadie quería jugar contigo.
ResponderEliminarDoctor Müller: Las recreativas sabían a más, quizá porque pagabas cada partida. Splatter House es el juego perfecto para comentar el próximo Halloween.
krol con k: No digo que las tortugas no estén otra vez de moda, pero no creo que estén arrasando de la manera en lo hicieron en los noventa. Hay competencia de mayor calidad, probablemente. O tal vez me equivoque.
Anonimatus: Vi Turles Forever hace tiempo y lo cierto es que pensé en escribir mi típica recapitulación, pero... buf, requiere demasiado tiempo. Me lo plantearé otra vez si puedo cogerme días libres estas Navidades.
LacraESECEFE: Órgano de convento de Mississippi... Lo has clavado.
Jeral: Prueba con los códigos de Game Genie. No es para estar orgulloso, pero al menos podrás ver todo el juego por ti mismo, y, ¡eh!, ¿quién necesita orgullo hoy día?
Al ver el "F-Turtle X" me pregunté ¿por qué nunca sacaron un juego de carreras de las tortugas? Creo que es lo único que no hicieron... O me equivoco?
ResponderEliminarJuegaco imprescindible (como el primero para NES...ugs) donde, hace unos años nos picabamos a ver quien hacia mas puntos, o muertos mejor dicho, descubriendo la "gracia" que aplicando la llave maligna que los estampa contra la pantalla puntua doble o algo asi... como se puede entender no dominaba esta arduca tecnica ninja ratonil y siempre perdia...me cago en to. Donatello es el mejor, siempre, y encima no es pintor.
ResponderEliminarMarkos CasTro: ¿Juegos de carreras con tortugas? Qué idiotez. Oh, espera... Aquí.
ResponderEliminarRAM: El problema del juego de NES es que no era un reflejo tan fiel de la serie de televisión. A menos que te refieras al II. Ese molaba.