En la mayor parte de los casos se trata de películas de aventuras y fantasía, porque son las que tienen esa capacidad de hacernos creer en la magia y en los finales felices, aunque no pocas veces son cintas de terror de serie B que alquilamos en el videoclub atraídos por su carátula y que nos hicieron cubrirnos la cabeza con la sábana durante semanas.
La Historia Interminable, del director alemán Wolfgang Petersen, es esa clase película. No, no de las que sustituyen tus sueños por pesadillas espantosas en las que el gigante de Mickey y las habichuelas mágicas te persigue por la ciudad para aplastarte como una vulgar uva, sino de las que te hacen soñar despierto. No obstante, como cualquier otra película infantil que se precie, también daba un poco de miedo, ¿u os habéis olvidado ya de G'mork?
La película trata sobre Bastian, un niño deprimido por la muerte de su madre y traumatizado por el acoso escolar, que un buen día roba de la librería un cuento titulado La Historia Interminable y, en lugar de cambiarlo por unas monedas para jugar al Paperboy en los recreativos, decide hacer novillos para leérselo. Escondido en el espeluznante ático del colegio, Bastian comienza a leer sobre el joven guerrero Atreyu y su viaje para salvar el mundo de Fantasía y a la Emperatriz Infantil de la terrible Nada, que lo consume todo a su paso. A medida que lee, Bastian comienza a mezclar realidad y ficción hasta el punto de formar él mismo parte de la historia que está leyendo.
Bastián, el freak. |
Aparte de ser una historia tristísima sobre los efectos alucinatorios derivados de la intoxicación con monóxido de carbono (mi teoría es que en el ático había una fuga en el sistema de calefacción), también es una historia maravillosa sobre la ilusión de un niño y el poder de la imaginación, que por desgracia perdemos poco a poco a medida que crecemos y descubrimos palabras como "hipoteca" o "participaciones preferentes".
Os pondré un ejemplo: A mí de pequeño me regalaban un par de muñecos de los Masters del Universo y me podía tirar horas jugando con ellos en el suelo de mi habitación en la que sin duda sería una aventura incoherente, pero memorable. Ahora me compro un par de Masters del Universo y los guardo en una vitrina para conservarlos en el mejor estado posible… o los saco de ahí y los fotografío para luego ilustrar una aventura incoherente, pero memorable. Vale, puede que algunos no cambiemos tanto después de todo.
Atreyu, el guerrero. Sus padres lo cambiaron por una caja llena de whisky. |
El primer acierto de la película es conseguir que nos identifiquemos con Bastian, o al menos que nos identifiquemos con él si todavía no hemos cumplido los catorce, que es cuando dejas de ser mono en sentido coloquial y empiezas a serlo en el literal, con todo ese pelo creciéndote de pronto en lugares donde no brilla el sol.
Si nacisteis en los ochenta o incluso a principios de los noventa, puede que lucierais el mismo horrible peinado tazón que Bastian, y el que más y el que menos tuvo alguna clase de conflicto en el colegio que le llevo a refugiarse en los libros, los videojuegos o en un sentido del humor cáustico y costumbrista. ¿Quién sabe?, incluso puede que vuestro padre desayunase un batido de zumo con huevos crudos como hace el de Bastian.
En este sentido, si sois oportunos, esta película podría devolver la sonrisa a vuestros hijos y sobrinos en momentos difíciles. Y luego sólo necesitáis encontrar un perro-dragón para que puedan vengarse de todos aquellos que les hacen la vida imposible persiguiéndolos por la calle para causarles un trauma incurable.
Suerte con esa salmonelosis. |
El segundo gran acierto es la estructura que sigue el viaje de Atreyu.
En los cuentos tradicionales, el héroe debe superar una serie de pruebas para lograr su objetivo. Si tiene suerte, encontrará amigos en el camino que le ayudarán a sortear esos obstáculos; si tiene mucha suerte, montará a lomos de un puñetero dragón volador llamado Fujur.
A lo largo de su viaje, Atreyu se enfrenta a un reto tras otro, empezando quizá por el más traumático de todos: el Pantano de la Tristeza, donde pierde a su caballo Ártax de la forma más trágica y lamentable posible. Si no habéis visto antes la película y vais a recomendársela a algún niño, debo advertir que esa escena puede pasarle factura; lo hizo conmigo, lo hizo con Wally Week y, más recientemente, lo hizo con mi novia, que me exigió jurarle que al final el caballo resucitaba bajo amenaza de sacar el DVD del reproductor y arrojarlo por la ventana. Se han derramado más lágrimas por este caballo que por Miliki.
Y el premio a la muerte más triste del cine es para… ¡Ártax! |
Al final de su camino, Atreyu se enfrenta a lo desconocido, al mal, que en esta historia es una aterradora marioneta de un enorme lobo negro parlante cuyos ojos brillan en la oscuridad. De crío no entendía todo lo que simbolizaba, pero me daba canguelo igualmente.
G'mork, que es el nombre al que responde el can infernal, revela a Atreyu su malvada naturaleza y también la de la propia Fantasía, un reflejo de los sueños y esperanzas de la humanidad, condenados a desaparecer. Este aliado de la Nada demuestra sabiduría y plena consciencia de la maldad de sus actos y, por ello, es espeluznante. Con un diálogo pausado y meditado, y sin moverse de su cubil, G'mork consigue transmitir una amenaza mucho mayor que si fuera dando brincos y dentelladas de un lado para otro. Sin duda, uno de los momentos álgidos del filme… hasta que G'mork se lanza a tontas y a locas sobre el cuchillo de Atreyu y palma. Perro bobo.
El día que hagan un remake, todo el diálogo se sustituirá por un combate épico entre Atreyu y G'mork mientras Fantasía se desmorona a su alrededor. Y habrá dos o tres volcanes en erupción. |
Por último, no podemos olvidarnos de las extrañas criaturas que pueblan Fantasía, complejas animatrónicas cubiertas de gomaespuma y principal motivo de que los niños adoren y teman la película por igual: el Comepiedras, el Caracol Veloz, la vetusta Morla...
Se invirtió mucho trabajo y dinero en darles vida, y aunque Fujur cierre los ojos a destiempo y el propio G'mork no sea más que una enorme cabeza operada por 17 marionetistas que hacen lo imposible porque no parezca un chucho bizco y tartamudo, ese esfuerzo sigue pudiendo apreciarse a día de hoy, porque, a diferencia de lo que ocurre con los efectos digitales, nuestro cerebro sabe que, de algún modo, esas criaturas realmente estuvieron ahí, frente a la cámara, y que no son el producto del trabajo de un tipo introduciendo líneas de código en su ordenador de última generación mientras pone el teclado perdido de Cheetos.
Es cierto que la labor de los técnicos alemanes no alcanza las cotas de excelencia de la factoría de Jim Henson, pero cuando eres un chaval, apenas notas la diferencia y ni siquiera te planteas que esas criaturas fantásticas sean otra cosa que lo que representan.
¿Cuál es el colmo de un comepiedras? Llamarse Pedro y tener una mujer que se llame Petronia. |
Morla necesita tomarse un Frenadol®. |
No sé si tiene un tic nervioso o le ha guiñado un ojo al crío. |
Si comparamos la película con el libro en el que se basa, resulta decepcionante, porque no capta ni un ápice de la complejidad de éste y ni siquiera comprende la totalidad del relato. Pero eso no sería justo. El libro de Michael Ende es un tesoro de la literatura infantil, un cóctel perfecto de aventura, fantasía, filosofía y metaficción elevada a la enésima potencia, y, por lo tanto, es improbable que algún día se traslade fielmente al cine. Leerlo es una experiencia inolvidable. Además, ¿qué otro libro conocéis en el que el propio libro aparezca como tal en la historia y, a su vez, dentro del libro que el protagonista está leyendo? Ninguno.
Pero si obviamos las comparaciones, que siempre son odiosas (sobre todo cuando te corrigen para decirte que no eres feo como un orco, sino como un trasgo porque además de feo eres bajito), el filme es una preciosa y entretenida historia de fantasía, en la línea de otros clásicos de los años ochenta, como la antes citada Dentro del Laberinto, Cristal Oscuro y Willow.
A su vez, es una película tan hija de su época que incluso alguien que no la viera entonces debería darse cuenta de inmediato de la década a la que pertenece, sobre todo por la banda sonora, en la que destaca el tema principal del músico Limahl, que en la portada del sencillo luce el más peinado fachendoso y risible de la historia del pop, cabello oxigenado y mullet incluidos.
♪ Turn around, look at what you seeeeeeee... ♪ |
Puede que el tiempo no haya pasado tan bien por La Historia Interminable como por otras películas que he mencionado en esta crítica, y la nostalgia es sin duda la causa más probable de la estima que muchos sentimos por ella. Es más, incluso admito que me quedé roque la última vez que puse el DVD porque se me estaba haciendo... interminable.
Con todo, para mí es una aventura maravillosa que todo niño debería ver, y así será tan pronto como consiga conquistar este condenado planeta con ayuda de mi raza de súper simios voladores.
Amén hermanos!!!!
ResponderEliminarRaro que alguien nacido en los 80 la viese de jovenzuelo y no quisiera montar sobre el dragón/caniche estirado ese. Como bien dices, película que, en su día, era bastante buena, Pero vista ahora, como que le falta miga.
ResponderEliminarY sí, el libro es muchísimo mejor, [SPOILER ALERT]hace que la muerte del caballo sea más dramática al hablar éste, cosa que no ocurre en la peli.
Si no has hecho ya una sinopsis de Willow (aquí no, y parece que no has enlazado con nada de lo que hiciste en ionlitio) molaría leer una hecha por ti. Yo la vi el otro día y sigue habiendo envejido bien, salvo algún detallito puntual con el croma.
Pues ésta fue una de las pocas que vi en su día y casi me traumatizó. Para la escena de la vetusta Morla determiné que era más interesante ver el respaldo de mi asiento... con los ojos cerrados. Y así me la pasé casi el resto de la película; aunque la escena final del perro volador (er, dragón... sí claro) persiguiendo a los abusones sí que la vi. Vamos, que mucho tiempo la tuve, junto a "Polstergeist", como una de las películas que más miedo me había dado. En retrospectiva, supongo que fui demasiado pequeño, aunque realmente no recuerdo en qué año llegó al cine de mi ciudad (que se tardaban lo suyo, eso sí).
ResponderEliminarPor supuesto, la volví a ver ya siendo mayor y estuvo bien. Pero ahora que ya conozco la historia original del libro, perdió bastantes puntos (entiendo el cabreo de Ende con esta adaptación).
Supongo que, al final, debo reconocer que es un clásico de la época. Aunque tampoco estoy seguro si a las nuevas generaciones le llegue, como otros clásicos que sí que creo que son atemporales. Por mi parte, yo le voy a encajar los libros de Ende a mis sobrinos, que fue una de las grandes ausencias de mi niñez.
La historia sin fin, los cristales oscuros, Laberinto, hasta un poco los Ewoks...peliculas infantiles que cumplían su cometido: sacarte un momento de la asquerosa realidad y alegrarte un poco con la catarsis y dándote nuevas ideas......sin hacerte sentir un imbecil, bombardearte de subliminales o intentando hacerte un chaval precoz y consumista como las películas "infantiles" de hoy.
ResponderEliminarEl caballo murió por ingerir azúcar en exceso, la que le daban para que obedeciera.
Me sumo a la petición de que nos deleites con una reseña de Willow o el duende maldito jajaja.
Si existe algún ochentero que nunca vió la peli en su década o al menos cuando tuvo la oportunidad, pues me supongo que creerá que Michael Jackson sólo fue un fantoche de moda y el walkman nunca existió. A quien desconozca los iconos de su época infantil y los reniegue, que le cuelguen de los cojones y que lo obliguen a recuperar el tiempo en el que estuvo en coma o encerrado en su cueva.
Dani el Grande: Modesto el sobrenombre, ¿eh?
ResponderEliminarVictor: Debo admitir que Willow no era santo de mi devoción. Pero todo se andará...
gt7h1: Supongo que todo es cuestión de a qué acostumbras a los críos. Si sólo ven pelis y series de ahora, imagino que La Historia Interminable les parecerá un cagarro.
M@nchitas: ¿EL duende maldito? ¿Te refieres a Leprechaun (La noche del duende en España)?
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EliminarEl mismo que viste y calza. En su momento, tardé mucho en reaccionar y concebir que se trataba del mismo actor.
EliminarOtra que me fascinó y que siempre me dejó meditando fue la de JOEY; no muy mencionada como para volverse clásica, pero tiene modas, juguetes, peinados, lugares, modismos, etc ochenteros al full(a lo mejor estoy exagerando).
Cuando vi la película de pequeño me encantaban los muñecos, pero lo del niño guerrero me parecía una ridiculez, ciertos traumas de niñez por haber participado en cierto programa infantil en canal plus me impedían tomarme enserio el papel de Atreyu ¿un niño con espada salvando el mundo?, no comments, yo solo veía un pobre pringao del que sus padres intentaban sacar pasta.
ResponderEliminarUn recuerdo de la infancia que lamentablemente ha envejecido mal y que pese a ello los que la vimos por primera vez en el cine o en el vhs defendemos a capa y espada.
ResponderEliminarYo siempre adoré a Fujur porque su cara era muy parecida al perro que teníamos en aquella época por casa (un mestizo entre Hispaniel Bretón y vete a saber el otro) y más de una vez intentaba que el perro volase con funestas consecuencias para ambos, pues el intercambio de mordiscos y golpes era considerable.
Odiaba con todas mis ganas a Atreyu porque me parecía insufrible y que no tenía madera de héroe sino de crío quejica. Eran los años de Conan en comic y las pelis de Chuache y las comparaciones son odiosas.
¿me recomendáis leer el libro pese a que mi infancia y mi adolescencia las vendí hace más años que los juegos de Barcelona 92?
Yo el libro lo leí a los 25 años y es una joya. Recomendadísimo.
EliminarMuy buena reseña, me ha encantado...:)
ResponderEliminarMalas noticias para la promesa que le hiciste a tu novia. Hay algo que hace aún más trágica la muerte de Ártax: el caballo murió realmente en esa escena porque hubo un fallo en la estructura que se suponía debería sostenerlo, así que realmente vemos ahí su muerte. ¿¿Por qué no hacen lo mismo con la escena de la muerte de Brandon Lee?? Así la insertan en la pelicula que estaba filmando y se meten un retroéxito de taquilla. Maldito morbo el nuestro, jejeje.
ResponderEliminarEso es sólo un rumor, como el fantasma de Tres Hombres y un Bebé.
EliminarEfectivamente. No hay pruebas de que muriera ni declaraciones del equipo o el reparto al respecto. Es la típica leyenda negra del cine.
Eliminar¡Enserio! Yo creía que su muerte era verídica, de ser cierto que solo es una leyenda morbosa, me habéis quitado un peso de encima (enserio), porque ya me deprimió la escena en sí, si incluyéramos que fuera verídico, ya me hundo, gracias ahora cuando la vuelva a ver, no tendré que llorar y repetirme ‘’no sufrió, fue rápido’’.
EliminarGargoyles
¡Enserio! Yo creía que su muerte era verídica, de ser cierto que solo es una leyenda morbosa, me habéis quitado un peso de encima (enserio), porque ya me deprimió la escena en sí, si incluyéramos que fuera verídico, ya me hundo, gracias ahora cuando la vuelva a ver, no tendré que llorar y repetirme ‘’no sufrió, fue rápido’’.
EliminarGargoyles
Una reseña cojonuda. Me uno a la petición de que reseñes Willow algún día, incluida la escena "gore" del troll que se autodespelleja para convertirse en HIdra (me causó un severo trauma infantil).
ResponderEliminarPor cierto, si en el pantano de la tristeza solo se hunde aquellos que están tristes ¿que clase de tristeza podía tener un caballo para hundirse?.
Creo que estaba cansado y eso le produjo tristeza, no poder seguir y ayudar a su amo.
Eliminar"Además, ¿qué otro libro conocéis en el que el propio libro aparezca como tal en la historia y, a su vez, dentro del libro que el protagonista está leyendo? Ninguno."
ResponderEliminarEsta paradoja se da también en El Quijote de la Mancha.
Anónimo: Creo que hablo en nombre de todos cuando digo que des detalles sobre ese programa. Queremos saber.
ResponderEliminarDoctor Müller: Haz caso a Jeral. El libro merece la pena con independencia de la edad. Yo me quedé alucinado con su complejidad cuando lo leí yendo ya a la universidad.
Helena Niño: Gracias.
Fénix: Al caballo le daba pena dejar solo a su jinete a sabiendas del duro camino que tenía por delante. Eso y que recordó que su madre acabó convertida en pegamento.
Omar: No recuerdo eso. Suena demasiado retorcido para un autor español.
Yo todavía me harto a llorar con la muerte de Ártax, y eso que he visto la peli un quintillón de veces, pero no hay forma de hacerme más insensible.
ResponderEliminarMe da un poco de pena que no hayas comentado la que es mi escena favorita, la primera puerta del Oráculo del Sur. Esas esfinges abriendo los ojos poco a poco siempre me ponían histérica y acababa aullándole a Atreyu que corriera (y al loser del caballero que palma justo antes de que Atreyu entre, también)
Por cierto, Omar tiene razón con respecto al Quijote, el prota y Sancho llegan a leer sus propias aventuras. Es una locura de libro.
¿Pero el hidalgo y su escudero leen El Quijote en el libro que leen los protagonistas de las aventuras que lee el lector? Creo que ahí falta un nivel. ¡Qué lío!
EliminarNo, no es exactamente así. En la segunda parte de El Quijote, el hidalgo y Sancho leen la primera parte del Quijote (que, dentro de la segunda novela, es la única que existe). Además, se quedan flipados porque las aventuras que vivieron son tal como la cuentan en la novela, pero no tienen ni idea de quién narices la ha escrito ni hay ningún personaje (salvo ellos mismos) que puedan contar todas las historias que les ocurrieron.
EliminarLo que no recuerdo bien es si también leen la continuación espúrea que escribió Avellaneda o sólo les hablan de ella, pero la ponen a caldo, eso sí.
El problema es que ahora las dos partes de El Quijote se leen como si fueran una misma novela, lo que causa esta confusión (en realidad, se escribieron con 10 años de diferencia)
EliminarEntonces, recuerdo otro libro que sí tiene los niveles que dice el Tipo de la Brocha, y es Cien Años de Soledad donde en la parte final Buendía encuentra un libro donde ve que estaba descrito lo que había vivido tanto él como sus antepasados y en la última página se encontraba descrito el momento en el que él hallaba ese libro y se ponía a leerlo.
EliminarY en el cuento de Cortázar "Continuidad en los parques" el lector es la víctima de la novela de asesinatos que está leyendo.
EliminarY en el cuento de Cortázar "Continuidad en los parques" el lector es la víctima de la novela de asesinatos que está leyendo.
EliminarSupongo que "toa la ciudad" es una errata pero aún así déjela como está, señor Brocha, que le da un caché personal a la reseña.
ResponderEliminar(Gran película)
Super completo el artículo y el material fotográfico de la película. Para mi gusto es la mejor peli de fantasía de los ochenta. Además es de las películas que si te encantó de pequeño y la vuelves a ver de mayor no defrauda.
ResponderEliminarSaludos
Llorch: Prefiero corregirla, gracias. Ojalá pudiera verlas antes de publicar.
ResponderEliminarEl Colgante Auryn: Claro, ¿qué vas a decir si eres el Áuryn?
El tipo, el programa ese infantil de canal plus se llamaba 'Programa Más o Menos Multiplicado o Dividido' :D, igual te acuerdas de él. Tenía una sección en que aparecían niños contando gilipolleces para que los no tan niños se descojonaran.
ResponderEliminarDespués de semejante experiencia, ver a Atreyu semidesnudo con su cuchillo de plástico daba ganas de reventarle a hostias, afortunadamente veo en comentarios posteriores que no soy el único al que le parecía fuera de lugar en el film xD.
Gran reseña, la prueba de las esfinges es de recuerdo y esa pareja diminuta que le ayuda son la leche de graciosos, pero lo mejor es Fujur, que cuando lo vi, pensé que era el hijo perdido del dragón Sheron (sabiduría e ayuda) y una caniche (monada), la princesa que parece la inocencia hecha carne y la maravillosa actuación de Noah Hathaway, que intrépido al inocente, fuerte e valiente Atreyu, para que digan que los niños no son buenos actores.
ResponderEliminarCreo que compararla con el libro es algo injusto, la literatura (libros, cómics….) tiene un leguaje y el cine otro, se podría haber hecho mejor, pro también pudo ser una porquería, como lo fueron sus secuelas.
Yo la primera vez que la vi fue hace un año, ya no soy un niño, pero esta joyita me hizo sentir un niño otra vez, solo por eso, ya merece ser recodada y alabada.
PD: Para la próxima reseña (de películas de nuestra infancia), me gustaría, Pesadilla antes de Navidad o Oz, un mundo fantástico 1985 (son de las que más amo).
Gargoyles
¿Ladyhawk?
ResponderEliminarCreo que todavia no estoy preparado para superar el miedo que le tengo a esta pelicula y poder verla, tal vez con mis nietos. Es superior a mi.
ResponderEliminarExcelente reseña, como siempre. Soy un fan acérrimo de esta película. La vi en el cine con 5 años y luego cada vez que la repetían por televisión. Miedo como tal nunca me dio (miedo realmente me dió Return to Oz, en especial los Wheelers). La tengo en DVD y casualmente, hace un par de días se la puse a mis hijas (la mayor de 5 años y dos mellizas de 3) y la disfrutaron a más no poder (aunque el Gmork si les dio miedo). Tanto les gustó que en los últimos días la han visto un promedio de 2-3 veces al día. El libro obviamente es mucho mejor (lo leí a los 10 años y hace unos años lo releí), pero son experiencias diferentes, cada uno disfrutable a su manera, me recuerda (gurdando las distancias, claro) a lo que pasa con Game of Thrones y Canción de Fuego y Hielo, son dos maneras diferentes pero a la vez complementarias de vivir una historia.
ResponderEliminarDe pequeño siempre quise ver esta película pero no había manera de encontrarla en el videoclub y creo que nunca fué emitida en televisión hasta unos años después de la aparición de los canales privados, de hecho primero ví la segunda parte en mi adolescencia, después leí el libro y finalmente pude ver la película.
ResponderEliminarLo de hacer que Atreyu no fuese verde como en el libro tenía un pase porque se habría visto muy raro, habría parecido el hijo de la Malvada Bruja del Oeste pero habría preferido que hubieran dejado a Bastian gordito para reforzar su imagen como héroe poco probable pero por desgracia en aquella época los niños rellenitos estaban y siguen siendo considerados un recurso cómico, nunca material para ser protagonistas.
Aquí os dejo un link con el final alternativo:
http://www.youtube.com/watch?v=5dhc63rsGWA
Hace años leía Viruete.com, me gusta ver conocidos por otros sitios.
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