El caso es que The Book of Unwritten Tales me dejó no solo con unos 20 euros menos en la cuenta corriente, sino también con las mismas ganas de darle al coco que tenía a mediados de los noventa. Por eso, cuando me enteré, tarde como de costumbre, de que había salido otra aventura gráfica alemana, no dudé en comprármela aun sabiendo que había sido desarrollada por una compañía distinta. Los prejuicios y la xenofobia me han vuelto así de optimista.
La fuga de Deponia traslada al jugador a un planeta de ciencia ficción habitado por personajes cáusticos y un tanto alocados que sirve de desguace cósmico al resto del Universo: Deponia. En la ciudad-vertedero de Kuvaq, Rufus busca la forma de abandonar el planeta y alcanzar el paraíso flotante del Elíseo, que promete ofrecerle lo mejor de la vida sin dar un palo al agua. Al comienzo del juego, debemos ayudar a este buscavidas egocéntrico en el más reciente de sus muchos intentos por escapar de Deponia, lo que dará lugar a un incidente inesperado que pondrá en sus manos el destino de todo planeta… y el futuro de una chica elísea.
¿Visteis cómo añadí puntos suspensivos para darle una nota de suspense? ¡Ya soy todo un experto!
La historia, la verdad sea dicha, no da mucho más de sí; solo al final tiene algo de chicha y parece más un episodio de una serie de dibujos animados (inconcluso además) que una aventura densa y estudiada al estilo de Gabriel Knight: Sins of the Fathers, que es sencillamente uno de los juegos mejor escritos de la historia. Por eso lo comparo con este: para joder.
La estructura y el ritmo también son flojitos. El prólogo se alarga más de la cuenta, y luego la mitad del juego consiste en convencer al alcalde de Kuvaq de que nos entregue a Goal, la chica elísea, después de que nuestra operación de fuga se vaya al traste y ella acabe temporalmente discapacitada en el ayuntamiento. En cambio, el meollo de la historia no se plantea claramente hasta el final. Esto es lógico teniendo en cuenta que Daedalic Entertainment tiene pensado desarrollar una trilogía a partir de este juego (de hecho, la segunda parte ya está a la venta en Alemania), pero, aquí y ahora, le resta puntos.
Nuestra primera y emocionante misión: hacer el equipaje. |
No obstante, Rufus es un buen protagonista. Convencido de su genialidad, egoísta, irreflexivo, casi indolente… Se acerca mucho al Guybrush Threepwood del LeChuck’s Revenge o a Roger Wilco, aunque con un aire más moderno e irresponsable, más próximo quizá al Simon de Simon the Sorcerer que a los dos anteriores. Y sí, Rufus es gracioso, pero, por otro lado, está ya muy visto. Son muchos años jugando a imitaciones de Monkey Island y es evidente el molde que ha utilizado Daedalic Entertainment para crearlo. Lo importante, supongo, es que no lo tengan visto los chavales que se inician ahora en el género.
Bien pensado… Que zurzan a esos chavales. Al protagonista le falta originalidad.
El resto del elenco, sin llegar a ser desaborido, está más desdibujado que el protagonista, en especial Goal, a la que apenas llegamos a conocer, pese a ser nuestra supuesta partenaire de aventuras y el interés amoroso de Rufus, porque se pasa cuatro quintas partes del juego K.O. Va a ser una trilogía, lo entiendo; pero cada episodio debería sostenerse por sí mismo, y este no lo hace.
La bella elísea durmiente. ¿Por qué no tiene nariz? |
El humor es del tipo cínico con un pequeño toque de surrealismo, más directo y situacional que ingenioso, y con muchos diálogos. A los que jugaron a los clásicos de LucasArts, el estilo sin duda les resultará familiar, y aunque solo puedo concebir esa comparación como algo positivo, que el juego os parezca o no jocoso, ya es cosa vuestra. Yo suelo encontrar divertido la mayoría de lo que oigo los fines de semana y con el estómago lleno.
El doblaje al castellano es excelente, y desde luego eso también ayuda a que la comedia funcione. Las voces, encabezadas por un magnífico Juan Logar como Rufus, son reconocibles y rara vez se salen del tono que deben transmitir. Hasta las canciones que sirven de intermedio entre los distintos capítulos del juego suenan bien; es más, ¡incluso riman! Un verdadero gol marcado por FX Interactive, no hay más que añadir.
La exnovia de Rufus tampoco tiene nariz. Quizá Krilín hizo más paradas de camino a Namek de las que nos contaron . |
Pasando ya al apartado visual, dudo que alguien pueda ponerle muchas pegas. Las dos dimensiones y el estilo cartoon le vienen que ni pintados al juego y encajan como piezas de puzle con su sentido del humor "gamberro" (hasta la caja del juego entrecomilla esta palabra, no soy solo yo). Los fondos son coloridos y vivos, y las animaciones de los personajes, aunque escasas, quedan divertidas y resultonas. Además, la alta definición pone los gráficos a años luz de los del The Curse of Monkey Island; solo que no son años luz, sino solo años; quince para ser exactos… Dios, ¿qué edad tengo?
El único "pero" que se me ocurre en este aspecto es que Deponia, como planeta, resulta tremendamente monótono. Hay pocos escenarios y, sin que se confundan en absoluto, todos se parecen mucho. Hay chatarra por todas partes y montones de planchas de metal marrones, naranjas y amarillas.
Basura… basura… más basura… la chispa de la vida… mmm… no, también basura.
Esa monotonía, unida al hecho de que la historia apenas tiene desarrollo, provoca que tengas la desesperante sensación de no estar avanzando a pesar de los puzzles que superas. No hay un auténtico cambio de ambientación hasta el último acto de la aventura, y para entonces ya es tarde para enmendear el problema.
¡TARDE!, ¡¿ME OÍS?!
Tengo que dejar de tomar ibuprofeno con el café. Me pone melodramático.
El primer Monkey Island, con más de dos décadas a sus espaldas, es un buen ejemplo de cómo evitar ese problema. De la oscura noche del puerto pirata de Mêlee IslandTM, pasamos a navegar por el mar Caribe a bordo del Mono del Mar, con el que llegamos a la soleada Monkey IslandTM, bajo la que se extiende un laberinto de catacumbas infernales que conducen hasta el navío del pirata fantasma LeChuck. Con cada capítulo que superamos, cambiamos de escenario. Uno quiere seguir jugando para ver cosas nuevas. Y cuando lo único que te espera es, en palabras de Rufus, "más basura", acabas perdiendo interés.
Por cierto, si creéis que estoy pasándome con las comparaciones con los Monkey Island, mandad un tweet con la palabra "BASTA" a @TipodelaBrocha. Prometo no contestar.
De la música no se puede decir mucho. Las canciones están bien y el tema principal es pegadizo, pero las melodías de fondo son de segunda categoría y, aunque pegan con la ambientación, pecan de machaconas.
El centro de Kuvaq. Acabaréis hasta los cojones de verlo. |
En cuanto al sistema de juego, difícilmente podría ser más tradicional. Bueno, podría; pero imaginaos que tuvierais que teclear incluso las acciones más sencillas.
>_ >go west >open door >enter castle >follow red carpet |
Yo me pegaría un tiro.
No, me refiero a que es un point and click de los de toda la vida. Hablamos con otros personajes, recogemos y usamos objetos… y todo a golpe de ratón. Es tan sencillo que no voy a molestarme en explicarlo. En su lugar de eso, os diré que Deponie significa vertedero en alemán. Ya sabéis algo nuevo.
Puzles hay de dos tipos: tradicionales, ni muy fáciles ni muy complicados, y no siempre lógicos; y acertijos al estilo del Profesor Layton de Nintendo DS, que pueden llegar a ser desesperantes, pero que podemos saltarnos con solo pulsar de botón. A veces, razonar supone demasiado esfuerzo.
Y para los que no estén dispuestos a perder el tiempo jugando a la caza del píxel, con pulsar la barra espaciadora el juego nos mostrará todos los puntos activos de la pantalla, esto es, cualquier cosa con la que se pueda interactuar. Es la salida de los cobardes, pero sigue siendo más digno que consultar una guía en Internet y no todos podemos perder horas y horas en tonterías. Algunos tenemos que escribir semanalmente en un blog de prestigio. No en este, evidentemente.
El inventario se despliega girando la rueda del ratón o con nuestros poderes telequinéticos. |
Como veis, el juego es formidable en muchos aspectos, y algo mediocre, que no malo, en otros; pero, en conjunto, la balanza se inclina del lado de lo bueno, y eso hace de La fuga de Deponia un título recomendable para los amantes de las aventuras gráficas clásicas.
Dicho esto, que os puede servir para vuestro próximo plagio, debo añadir que el juego me ha gustado menos de lo que me esperaba. Quería que me gustase y tenía todos los elementos necesarios para conseguirlo, pero, dejando de un lado la objetividad, lo único que puedo decir es que está bien. Y bien no da para una segunda vuelta.
¿Por qué solo bien? No tanto por sus defectos, que no son muchos ni especialmente relevantes, como porque no ofrece nada nuevo. Es como si hubiera jugado a este mismo juego cientos de veces. Solo su envoltorio es diferente, y aunque vistoso y divertido, no es memorable; simplemente uno más de la colección.
Buena reseña como siempre. ¿Alguna vez has probado el "A Vampyre's Story"?
ResponderEliminarY de vuelta con las recomendaciones literarias: ¿Ya has leído Guerra Mundial Z?
Cof, cof... Y no, no lo he leído.
EliminarMierda, no lo recordaba. Y eso que comenté y todo. Oops.
EliminarMe ha gustado el análisis ^_^ (bueno, siempre me gusta todo lo que escribes xD, pero tengo que rellenar comentario porque yo no lo he jugado).
ResponderEliminarA ver si puedo hacerme con él en algún momento. El otro día lo ví en el kiosco y estuve muy tentada, sobre todo porque eso de comprar juegos en kiosco se siente muy retro xD.
Supongo que tal como lo pones también me decepcionará un poco a mí, claro. Toda la razón en que lo de estar siempre en el mismo escenario no mola. Precisamente, una de los elementos que más gracia hace en las aventuras gráficas es cuando avanzas hacia un nuevo escenario, jejeje.
Enhorabuena, muy buen artículo que retrata lo que es "La Fuga De Deponia" para un aventurero clásico.
ResponderEliminarFrancamente, tal como está el género de las aventuras gráficas es de lo mejorcito que se puede jugar hoy en día. Vale, es irregular y con poco ritmo, pero divertido. No sé si es por las ganas que tenía de jugar una aventura decente pero a mí me compensa. Lo peor efectivamente es el final, cuando parece que por fin te metes en harina... zas, telón que te deja con ganas de más (¡eh, estoy aprendiendo a usar puntos suspensivos también!).
En cuanto a su segunda parte, que no he podido esperar a probar, me gustaría comentar dos cosas respecto a sus personajes: Es un error esperar que Rufus haya aprendido algo de la primera parte de la historia porque vuelve peor que antes (de torpe, gafe y egocéntrico... casi se díría que sufre un proceso de "Homersimpsonización" -innecesariamente cada vez parece más tonto-). Y por otra parte Goal (que en el doblaje inglés curiosamente se llama "Meta") mejora muchísimo como personaje hasta el punto de convertirse en el más complejo y difícil de doblar de la trama. No es que sea el summum de la complejidad, pero tengo ganas de ver como se desenvuelven los chicos de FX con la secuela si al final se decide localizarla al castellano, cosa que no está clara.
Además la segunda parte (en lo que llevo) tiene mucho mejor ritmo y, como en otras trilogías ilustres, en la secuela se dan los personajes por presentados y definidos desde el principio lo cual permite ir al turrón enseguida.
Me llama este juego pero esperaré a que salgan los tres y rezar porque los junten en algún pack económico.
ResponderEliminarCasualidad, ando leyendo "Guerra Mundial Z". Lo compré hace años y ha estado criando polvo desde entonces. Leo muchos tebeos, los libros no me suelen enganchar salvo en contadas ocasiones. La semana pasada decidí empezar con el dichoso libro y ando todo yonki desde entonces. Cada día caen un par de capítulos, mínimo.
Jero-chan: Qué maja. Gracias.
ResponderEliminarWally: Supongo que si FX se anima a distribuir la segunda parte, acabaré comprándola, sobre todo si tiene mucho mejor ritmo. No obstante, y en frío, me parece un error que Rufus se convierta en un parodia de sí mismo. El personaje ya era una pantomima con patas.
Critical +: ¿Se puede saber qué os ha dado con Guerra Mundial Z? Yo ahora también soy más de cómics que de libros, simplemente porque me quitan menos tiempo.
Pues es un libro muy buen escrito, que se presenta como una serie de entrevistas a varias personas que relatan su experiencia durante la guerra de 10 años contra los zombis.
EliminarComo fanático que soy de las aventuras gráficas, me lo acabaré pillando fijo, me alegra ver que el genero ha resurgido, a pesar de los agoreros que se empeñaban en decir que estaba pasado de moda y olvidado, por suerte toda esa gente ya esta bien muerta y enterrada, como os va por ahi abajo, chicos??
ResponderEliminarBueno, muerto y enterrado no, pero decir que goza de buena salud es una exageración.
EliminarTal vez esos escenarios fueron todo lo que entregó el artista, así que más vale explotarlos.
ResponderEliminarMorí de la risa con ese comentario de Krilín, y venga, que en ningún ángulo se le nota.