Puede que dos meses no sean tanto tiempo como para protestar por los mismos motivos otra vez; pero tenéis que poneros en mi situación: es como si comiera cada semana en el mismo restaurante, pidiera siempre el mismo plato, y unas veces estuviera para chuparse los dedos, otras veces me dejase indiferente y otras me obligase a preguntarme si el cocinero no habrá confundido la pimienta con el matarratas.
Por suerte, se acerca el momento de cambiar de aires y retomar un ritmo de publicación que no me obligue a estar pensando en frases chisposas un jueves a la una y media de la madrugada. De hecho, si sois de los primeros en leer el artículo, os advierto que aún estoy revisándolo, así que es probable que encontréis algunas erratas y entre un 30% y un 40% menos de chistes.
Reconozco, no obstante, que la culpa es mía y de nadie más por haber llevado mi decisión de comentar toda la segunda temporada de Juego de Tronos hasta sus últimas consecuencias. Fui poco previsor y ni siquiera se me pasó por la cabeza que mis monos amaestrados pudieran declararse en huelga antes de terminar su trabajo. Jamás debería haberles reducido la ración de bananas.
Y ahora que ya he conseguido escribir suficientes líneas como para rebasar el póster promocional, creo que ha llegado el momento de hablar de Aguasnegras.
La mayor peculiaridad del episodio y, por lo tanto, lo primero que quiero comentar aprovechando que vuestro nivel de atención probablemente será más elevado ahora que después de haber leído mil palabras, es que en esta ocasión el guión nos nos lleva dando saltos de un lugar para otro cada cuatro paginas, sino que la historia se desarrolla de principio a fin en Desembarco del Rey, centrándose en el choque que tiene lugar entre las fuerzas de los dos reyes Baratheon: el puto niño repelente y McAburrido Sopor. Olvidaos de Jon Nieve, Daenerys, Robb, Theon o Arya. Ver Aguasnegras es como ver una TV movie con una única trama que resolver, no un producto construido sobre la base de fragmentos deshilvanados que pueden o no ser importantes y probablemente no lo sean. La HBO debería repetir esta fórmula en la próxima temporada para agilizar el ritmo de la serie, aun a riesgo de que los espectadores más despistados pierdan el hilo de lo que estaba haciendo tal o cual personaje hace dos capítulos. Y si no tiene fe en nuestra memoria... resúmenes, para qué os quiero.
En segundo lugar, estamos ante un episodio cargado de acción, con más efectos especiales y extras de los que hemos visto en todo lo que va de serie. No es que el asalto a la fortaleza sea la repanocha, porque el presupuesto del que dispone una cadena inglesa no es el que tiene el señor Bruckheimer para producir dos spin-offs de C.S.I. y más secuelas de Piratas del Caribe de las que nadie en su sano juicio querría ver; pero para una serie de televisión, el diseño de producción de Juego de Tronos es de 8 sobre 10; donde 10 es El Señor de los Anillos, y 1, Plan 9 From Outer Space.
Oh, así que ahí estaba el presupuesto de esta temporada. Muy bonito. |
La espectacularidad del conjunto, empezando por la explosión de fuego valyrio, compensa incluso las partes más inexplicables de la batalla, como viene siendo la estrategia de los defensores de la Fortaleza Roja desde el momento en que destruyen la flota de Stannis.
Sin ser un experto en estrategia militar, se me ocurre que no hubiera sido mala idea colocar algunos obstáculos en la playa, verter aceite hirviendo desde las almenas (sé que no es una solución tan económica como los pedruscos, pero jode una barbaridad), derribar las escaleras antes de que los enemigos suban por ellas, o fortificar la puñetera puerta por la que preveían que se produciría el ataque.
Teniendo en cuenta que lo anterior solo es un comentario quisquilloso dirigido a todo aquel que quiera explicarme con detalle por qué haber tenido el castillo de Playmobil cuando era un crío no me convierte en una eminencia en combate medieval, quizá el mayor problema es que el final de la batalla se acerca peligrosamente a un deus ex machina. (Con todo, Tywin es uno de mis personajes favoritos, así que recibí su entrada mesiánica con entusiasmo interiorizado.)
¿Cómo? ¿Vengo a caballo desde Harrenhal y ni siquiera habéis comprado globitos hinchables para recibirme? |
En tercer lugar, hay una cantidad considerable de pequeños y grandes momentos entre las andanadas de hostias de uno y otro bando.
Para empezar, me encanta cuando el Perro suelta de sopetón que no le importan la ciudad, ni la guardia real ni el rey (aunque suena mucho más impresionante en inglés, con ese seco "Fuck the city. Fuck the kingsguard. Fuck the king"); e igualmente impagable es que le ofrezca a Sansa la oportunidad de marcharse al Norte con él. Tan solo imaginaos qué vacaciones podrían pasar estos dos juntos.
Sansa: ¿Qué tal está tú licor de zarzamoras, Ser Sandor?
El Perro: No me gusta ni la mitad que matar. ¿Te he dicho ya lo mucho que disfruto haciendo trizas a la gente, pajarito? Porque me gusta mucho.
Sansa: Solo cuatro veces en la última media hora. ¿Te acordaste de dejar propina al camarero?
El Perro: Que jodan al camarero. Que jodan al restaurante. Que jodan a esta servilleta doblada con forma exótica.
Sansa: Pues creo que al camarero le gustas.
El Perro: ¡Mi espada probará su sangre!
Para futuros doblajes, sugiero traducir "Fuck!" como "¡Jolines!". |
También ha sido una sorpresa agradable ver lo que ha hecho George R. R. Martin con Stannis. Después de ocho episodios completamente desaprovechados y anquilosados en lo que al desarrollo del personaje se refiere, ha tenido que llegar el propio autor y hacerse cargo del guión para darle al tipo más aburrido sobre la faz de Poniente una oportunidad de calar en el público.
¿Su secreto? Tan sencillo como convertir a Stannis en un Übermensch con los huevos cuadrados y ponerlo a combatir a la cabeza de su ejército: él es el primero en subir al bote, el primero en pisar la playa, el primero en llegar a la muralla, el primero en asaltarla y el primero en patear el culo a todo el que se le pone por delante. ¡Y no le hacen ni un rasguño! IDDQD, como quien dice.
¡Los que van a morir me saludan! |
El discurso de Tyrion también me parece encomiable porque enardece a los soldados con sinceridad y de forma creíble, sin recurrir a tópicos braveheartianos que no tienen cabida en un mundo donde conceptos como la libertad y el honor importan un pimiento. Es más, estoy por pedirle a Peter Dinklage que me grabe un mensaje en el despertador, a ver si así consigo levantarme algún día con ganas de ir al trabajo.
¿Se hubiera rendido Batman? Lo dudo. ¿Y Aquaman? Bueno, Aquaman quizá sí. |
Su amigo y fiel servidor Bronn protagoniza igualmente algunas escenas memorables; la primera y más destacable de ellas, su competición de bravuconería con el Perro, que es una pena que no acabe en pelea de bar motero, porque así hubiéramos podido salir de dudas sobre quién de los dos es el más fuerte. Al fin y al cabo, me parece un duelo tan interesante como un Superman vs. Goku, un Rocky Balboa vs. Muhammad Ali, o un Papá Pitufo vs. André el Gigante.
Yo votaría por Bronn, porque, en el fondo, muy en el fondo, apartando los cadáveres de sus cientos de víctimas y el eterno recuerdo del olor a piel quemada, el Perro es un blando. ¡Ni siquiera puede presentarse a una barbacoa sin echarse a llorar! Y además, Bronn sabe cantar, una habilidad muy útil si tu teleserie se convierte en un remedo de West Side Story.
Dos palabras y un enlace: Unchained Melody. |
Llegados a este punto y después de haber tenido que reescribir esta entrada a causa de un inesperado problema técnico (había dedicado un par de párrafos a hablar de Cersei y Sansa, lo juro), solo me queda preguntarme si el último episodio de la temporada mantendrá el nivel de Aguasnegras o será un chasco de los gordos que me quitará las ganas de ver la tercera.
Imagino que muchos podríais contestarme en este mismo momento y estropearme el final, pero estoy demasiado cansado como para leerme vuestros comentarios antes del viernes, y para cuando lo haga, posiblemente estaré tan borracho que luego no me acordaré de nada, así que, en resumidas cuentas, me da igual.
Y hablando del último episodio, ¿qué leches es un valar morghulis? A mí me suena a bebida alcohólica checa.
Je, este episodio mola mucho, la batalla en la puerta esa es algo cutre y uno todavía no sabe porque salian a la playa a combatir... pero igualmente en el Señor de los Anillos siempre me ha resultado ridículo que no derrumbaran la rampita que daba acceso al abismo de Helm o que no cabazan alguna que otra zanja. En fin, cosas del directo, supongo.
ResponderEliminarA mi me sorprendió mucho que tuvieran huevos a centrarse en una única trama, y verdaderamente les salió un episodio redondo (a costa del último que es bastante más flojillo). El episodio esta plagado de grandes momentos a manos de Tyrion, Bronn, Stannis, el Perro e incluso Cersei y Sansa. Además... se humilla un poco más a Joffrey y eso siempre esta bien.
Stannis ha sido ninguneado en la serie, pero basicamente es el tio más duro de Westeros. Duro en batalla y duro en el cumplimiento de las leyes. Se le coge cariño al tio XD.
pd: "Valar morghulis" son palabras en alto valyriano.... no recuerdo si es en el tercer o en el cuarto libro cuando en un par de momentos dicen lo que significan... pero vamos, tampoco te esperes que sean la formula de la Coca-cola... aunque mola dentro del contexto de la serie y en boca de quienes salen.
ai, me cago en la leche, llevo 45min de "trabajo" escribiendo mi comentario y es largo de mas para publicar aqui , :@ te lo he mandado por correo, espero que lo leas y tenga respuesta.
ResponderEliminarLo de las escaleras es comprensible una vez que te das cuenta: la base de esta es mayor que la longitud media de los brazos de los defensores, que unido al peso de los atacantes hace que cada vez que se intente apartar la escalera, esta vuelva al mismo sitio porque no supera la inclinación necesaria.
ResponderEliminarYo estoy empezando a leer Festín de Cuervos (libro IV) de la saga y recuerdo con cariño este combate en el Aguasnegras, lo que flipo es que hay un detalle en el libro donde Tyrion es el artífice absoluto y que decide la batalla en favor de uno de los bandos y por lo que veo el autor no menciona... ¿será que no lo ponen en la serie?
ResponderEliminar¿Se quedó todo el presupuesto en hacer arder el fuego Valirio?
Si después de leer esto te quedas con las ganas de saber de qué cojones hablo, haz un llamamiento en tu twitter y yo te contesto, soy follower de usted.
Como dice Doctor Müller aqui arriba, la estrategia de defensa de Tyrion en el libro es totalmente diferente, de ahi que el desembarco en la playa quede tan raro en la serie. A parte de eso no tengo nada más que apuntar, bueno si, acuerdate de la canción que suena al final del capítulo, tras la entrada triunfal de Lord Tywin, posiblemente en un futuro proximo acompañe uno de los momentos más potentes de la saga.
ResponderEliminarEn las novelas el ataque es bastante más épico, lo que pasa es que por motivos de presupuesto hubo que recortar una barbaridad. Y yo, en el Tywin-ex-machina, aplaudí como una tonta.
ResponderEliminareter: Si valar morghulis significase "Patéame el trasero", tendría bastante gracia cuando Arya lo vaya soltando donde puedan entenderla. Pero seguro que no es el caso.
ResponderEliminarArii: ¡Rediós, qué tocho de comentario me has enviado! Te respondería por fascículos, pero mi opinión ya la tienes en esta misma reseña. Lo único que puedo añadir es que Sansa me sigue dando lástima, porque a la pobre no le da, y que Cersei me parece un personaje penosamente escrito; salvo que los guionistas quieran hacernos creer que es bipolar, sus repentinos cambios de actitud de un episodio para otro no se comprenden.
Ryo Dragoon: Mis conocimientos de Física se reducen a los dibujos del Coyote y el Correcaminos. Gracias por la explicación.
Doctor Müller: En el episodio queda claro que quien inclina la balanza a favor de los defensores el tiempo necesario para que lleguen Tywin y compañía es Tyrion. Más allá de eso... no le veo como estratega.
luismifox: Soy muy malo para recordar canciones, a menos que tengan un estribillo potente, como, por ejemplo, "Somos los e-e-e-e-eeewoks, en el bosque nos encontrarás".
Tempus Frangit: Conozco la sensación de aplaudir como un tonto delante de la pantalla; pero, oye, si uno disfruta y no hay nadie para grabarlo, ¿qué más dará?
Todavía me estoy sonriendo con lo de Aquaman. Quedo a la espera de tu opinión sobre el desenlace de la temporada (como te había comentado para mí gusto más flojo Niles Crane con fiebre). También si me explicas cómo Stannis aparece donde aparece tras la su derrota (a mí tras ver este capítulo me quedé con la sensación de que le habían capturado).
ResponderEliminarSaludetes y enhorabuena por tu cercana liberación